El programa económico del gobierno mexicano de la Cuarta Transformación: avances y desafíos
Desafortunadamente pocas personas en nuestro país conocen el programa económico aplicado en México por Andrés Manuel López Obrador (AMLO) entre 2019 y 2024. Por la influencia de los medios de comunicación locales e internacionales, importantes sectores de la población lo tipifican erróneamente como un gobierno populista, de izquierda, socialista y hasta comunista; están equivocados. Sin asumir una posición maniquea, que plantee que todo estuvo bien o mal, tenemos mucho por aprender de esa experiencia, ad-portas de un proceso electoral en el Perú.
De partida, simplemente debemos recordar que luego de seis años de gobierno terminó con un nivel de aprobación del 68% según el periódico El Economista y Forbes México, poco afines al gobierno; nada que ver lo que ocurre en nuestro país. Asimismo, su partido político (MORENA), logró con Claudia Sheinbaum la victoria para el siguiente periodo presidencial 2024-2030. Sin embargo, también debe quedar claro que durante el gobierno de AMLO no se resolvieron los serios problemas mexicanos como la inseguridad, violencia y narcotráfico, entre otros.
En esta ocasión vamos a comentar el programa económico aplicado por AMLO a partir de un artículo académico sobre el tema de Mario Arellano Morales, profesor e investigador de la Escuela Superior de Economía del Instituto Politécnico Nacional. Este se publicó en el último número de la revista académica El Trimestre Económico, volumen XCII (3), núm. 367, julio-septiembre de 2025: https://www.eltrimestreeconomico.com.mx/index.php/te/article/view/2469
Resumen
El programa económico del gobierno del presidente AMLO —como parte de la propuesta de llevar a cabo la Cuarta Transformación (4T) de la vida pública de la nación, a través de un modelo de gobierno denominado humanismo mexicano, del cual forman parte la economía moral y el combate a la corrupción— ha suscitado un álgido debate entre especialistas y no especialistas respecto a la viabilidad de la estrategia económica de la actual administración.
En el artículo original se analizan los factores que han permitido avanzar hacia las metas planteadas en el plan de gobierno en materia económica, cuya iniciativa esencial consiste en construir una alternativa posneoliberal a través de un modelo viable de desarrollo económico, con base en 12 principios rectores, entre los que destacan honradez y honestidad; economía para el bienestar; el mercado no sustituye al Estado, y, por el bien de todos, primero los pobres.
Como se demuestra en este artículo, según Mario Arellano, es inequívoco que existen avances importantes, a pesar del impacto de la crisis dual (sanitaria y económica) suscitada en 2020, que son sustentados con base en los resultados que reflejan el comportamiento positivo de variables económicas fundamentales. No obstante, también existen factores críticos que se traducen en desafíos y que representan un obstáculo para avanzar de manera integral hacia los objetivos propuestos por el gobierno de la Cuarta Transformación.
Estructura
El trabajo original del Profesor Arellano está estructurado en cuatro secciones, además de la introducción. En la sección I se realiza un balance del ciclo neoliberal y se examina la crisis del modelo. En la sección II se estudian los rasgos distintivos de la estrategia económica del gobierno de AMLO.
El análisis sobre el desempeño de la economía en el contexto de la 4T, así como los desafíos que enfrenta el programa económico son el tema de la sección III. En los comentarios finales se expone una síntesis sobre los términos del debate en curso; se presentan los argumentos que diferencian la austeridad republicana y la austeridad neoliberal; y se formulan las perspectivas y los retos que enfrenta la continuidad del proceso de transformación.
Neoliberalismo mexicano
Según Arellano las reformas neoliberales previas a AMLO (1983-2018) fueron consideradas como el único camino a seguir para el crecimiento y la inserción del país en la economía global. Sin embargo, el balance socioeconómico es disímil. Si bien la estrategia de cambio estructural propició una reconfiguración del aparato productivo que incrementó la productividad y la competitividad de los sectores más dinámicos, como el automotriz, las industrias electrónica y alimentaria, entre los principales.
Al mismo tiempo, persistieron los problemas estructurales de la economía mexicana: heterogeneidad y desarticulación productiva; desequilibrios de la balanza de pagos; baja productividad de las micro y pequeñas empresas; poco dinamismo de la acumulación de capital; disminución en la generación de empleo y escasa incorporación del progreso técnico, entre otros, los cuales siguen representando factores críticos para impulsar el crecimiento y el desarrollo socioeconómicos del país.
Círculo vicioso
Durante todo ese periodo la visión dominante para enfrentar los principales problemas nacionales insistió en la necesidad de impulsar más reformas estructurales y una política económica orientada hacia el fundamentalismo del mercado. De hecho, durante todo el periodo neoliberal el crecimiento de la economía fue deficiente, pues registró una tasa de crecimiento de 2.2% promedio anual, al igual que crecieron la desigualdad y la pobreza.
Del círculo vicioso intrínseco al lento crecimiento de la economía mexicana se transita hacia un triángulo perverso en el que se retroalimentan en sus vértices la menor movilidad económica y social, la desigualdad y la pobreza crecientes, así como el deterioro del tejido social, que trazan el sendero hacia mayores criminalidad, descomposición social y violencia en la sociedad.
Programa 4T
Arellano anota que en el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 se establece el marco de referencia oficial de las políticas públicas y la propuesta del programa económico del gobierno del presidente AMLO. En su presentación se afirma que tal instrumento tendrá un carácter histórico, debido a que significará el fin de los planes neoliberales, pues constituye en sí la construcción de una propuesta posneoliberal orientada hacia un modelo viable de desarrollo económico.
En este se afirma que el crecimiento económico, el incremento de la productividad y la competitividad no tienen sentido como objetivo en sí mismos, sino como medios para lograr el objetivo superior: el bienestar de la población. En esencia, se considera que la corrupción ha sido el principal obstáculo para el crecimiento, por lo que se contrapone una política de austeridad republicana con el fin de poner fin al despilfarro de los recursos de la hacienda pública para destinarlos a los programas sociales.
Se postula que desde la perspectiva de la política económica de la 4T el fin último de un Estado es crear las condiciones para que la gente pueda construir su felicidad; el crecimiento económico y los incrementos en la productividad y la competitividad no tienen sentido como objetivos en sí mismos, sino como medios para lograr un objetivo superior: el bienestar general de la población.
Programas prioritarios
Arellano destaca los programas sociales para adultos mayores, becas para niños y adolescentes de familias pobres, jóvenes construyendo futuro y sembrando vida. Asimismo, dentro del programa de infraestructura con impacto regional y nacional destacan los proyectos de construcción del Tren Maya, el Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec, la Refinería Olmeca Dos Bocas y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles en Santa Lucía.
En el caso del sector agropecuario resalta el Programa de Producción para el Bienestar que está orientado a pequeños y medianos productores del campo, en cultivos como maíz, frijol, arroz, caña de azúcar, café, cacao, nopal y miel. Los apoyos se otorgan de manera directa, sin intermediarios, y, adicionalmente, se ofrece asesoría técnica y fomento al financiamiento.
Asimismo, se implementaron otros programas, como el de precios de garantía para alimentos básicos (maíz, frijol, arroz, leche); fertilizantes gratuitos; de crédito a la palabra; se creó el organismo para la adquisición de productos agroalimentarios a precios de garantía, así como para la venta y la distribución de fertilizantes y semillas mejoradas para promover la creación de micro, pequeñas y medianas empresas privadas asociadas a la comercialización de productos alimenticios.
Actividades clave y salarios
Aunado a esto, se encuentran las acciones fundamentales para fortalecer el mercado interno: la recuperación de las empresas paraestatales (Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad) para lograr la autosuficiencia energética, así como el impulso de la inversión pública en infraestructura para detonar el crecimiento económico.
En materia de política salarial se ha impulsado una recuperación del salario mínimo para resarcir gradualmente la pérdida del poder adquisitivo registrada durante todo el periodo neoliberal, mediante los topes salariales como supuesto mecanismo de control del proceso inflacionario. Se estima que para diciembre de 2024 el salario mínimo real registrará un incremento de 126%.
Retos y Desafíos
Según Arellano el principal desafío hacia adelante consiste en diseñar e implementar políticas para trascender el modelo de ensamblaje y maquila del periodo neoliberal e impulsar la transformación y la diversificación productiva. Lo anterior, a través de la combinación de la sustitución de importaciones y la promoción de exportaciones manufactureras con mayores valor agregado y grado de integración nacional, e impulsar procesos de transferencia tecnológica e innovación vinculados con las políticas industriales, de ciencia y tecnología, y de transformación digital, y una estrategia nacional de desarrollo sostenible, con visión de futuro.
Asimismo, debido a la estrechez del espacio fiscal y la dilación de la puesta en marcha de una reforma tributaria progresiva en la materia, otro factor de riesgo se vislumbra en el pronóstico de la reducción de 5.9 a 3.9% del déficit fiscal para 2025, lo que podría implicar una desaceleración de la economía y complicar la gestión adecuada de las finanzas públicas para garantizar la inversión pública en infraestructura y los recursos destinados a los programas sociales.
Mercado y política monetaria
También, según Arellano, para fortalecer el mercado interno es necesario mantener y consolidar los avances logrados en los indicadores del desarrollo socioeconómico, como el dinamismo en los componentes de la demanda agregada, en la inversión productiva y en infraestructura pública, el empleo y los salarios; en el incremento del gasto en desarrollo social, así como en la lucha contra la desigualdad y la pobreza: de acuerdo con cifras del Coneval, las personas en situación de pobreza pasaron de 51.9 millones en 2018 a 46.8 millones en 2022, lo que significa un disminución de 5.1 millones de personas.
La política monetaria, diseñada y gestionada principalmente por el Banco de México, tiene una orientación que responde más a los preceptos de la teoría económica convencional (cautelar la estabilidad macroeconómica y el equilibrio fiscal), por lo que la elevación de las tasas de interés como mecanismo preferente para el control de la inflación indudablemente opera en contrasentido para incrementar la inversión productiva y la generación de empleo. Por tal razón, resulta imperativo incorporar, como mandato del banco central, la adopción de mecanismos para promover el crecimiento del empleo y de la economía.
Derechos constitucionales
Por último, desde la perspectiva de consolidación del proceso de transformación (en su segunda etapa de continuidad con cambios) se avanza en el objetivo de garantizar los derechos constitucionales a la población (en salud, educación, protección social), en el marco de un estado de bienestar.
La estrategia económica de la 4T tiene futuro y se inscribe dentro del modelo de gobierno denominado humanismo mexicano —que se antepone al modelo neoliberal—, y está demostrando que es plausible continuar con la ruta de la transformación mediante el diseño y la instrumentación de una política económica más alineada con los preceptos del pensamiento económico neoestructuralista y heterodoxo.
Lo anterior, para alcanzar como fin último el bienestar social y el mejoramiento de la calidad de vida de la población para vivir en una sociedad honesta, trabajadora y fraterna, finaliza Mario Arellano.

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