Narrativas económicas conservadoras, diagnósticos incompletos y la urgencia de nuevos consensos
Los economistas neoliberales, los grupos de poder económico y mediático están enfrascados en convencer con sus ideas a toda la Sociedad y al Estado. En todo momento se construyen relatos, historias o narrativas para explicar la realidad económica de nuestro país, y partiendo de estos diagnósticos elaboran sus propuestas de política. Es una tarea de atracción y persuasión.
La construcción de narrativas es un ejercicio legítimo, muchas veces con base en las teorías que ellos suscriben y de evidencias parciales o integrales que les interesa resaltar. Sin embargo, también podrían reflejar no solo una perspectiva ideológica sino intereses particulares. No hay que ser maniqueo para rechazarlas totalmente, pero hay que ser muy cuidadoso con estas.
Por otra parte, se debe recordar que existe una evidente asimetría en el poder de formular e impulsar otras narrativas alternativas, con base y fundamento, desde otros sectores de la Sociedad. La tarea pendiente es la construcción de nuevos relatos; y el ideal, lograr consensos entre todos los economistas. Esto es muy difícil, pero el país requiere de respuestas razonables y viables para salir del atolladero.
Actores
Las narrativas económicas conservadoras se construyen, refuerzan y difunden con actores diversos que se retroalimentan entre sí. Destacan, entre estos, los economistas neoliberales de la Academia, los gremios empresariales nacionales y sectoriales; consultoras privadas, que se fortalecen con organismos internacionales como el Banco Mundial, calificadoras de riesgos, líderes de opinión y algunos medios de comunicación masivos. También pueden intervenir organismos públicos como las autoridades monetarias, otros reguladores e instancias de gobierno donde predomina la lógica neoliberal.
Debemos recordar, de acuerdo con Escalante (2015) que el neoliberalismo es en primer lugar un programa intelectual que los identifica en el propósito de restaurar el liberalismo, amenazado por las tendencias, según ellos, colectivistas del siglo veinte. También es un programa político: una serie de leyes, arreglos institucionales, criterios de política que tienen el propósito de frenar, y contrarrestar las ideas predominantes del programa anterior.
Según ese mismo autor, son tres las ideas básicas del neoliberalismo y muchas las complementarias. Menos Estado o un Estado al servicio del mercado. El mercado que procesa información y proporciona señales; y como expresión material de la libertad de todos los agentes económicos.
Proceso constructivo
El origen de las narrativas es diferente dependiendo de si se trata de una nueva idea o de rebatir una que circulaba anteriormente. Asimismo, las formas de incidencia pueden ser directas al Poder Ejecutivo o al Congreso, como un grupo de presión o lobby o simplemente indirectas tratando de modificar la opinión de la ciudadanía.
En algunos casos estás narrativas surgen de la Academia mientras que en otros casos lo hacen de los gremios empresariales y las consultoras privadas que realizan actividades de difusión que son amplificadas por los lideres de opinión y los medios de comunicación.
Se debe anotar que estas narrativas también pueden llegar a tener su expresión formal en leyes y otros tipos de normas legales a través de mecanismos como la captura del Estado, captura regulatoria y la puerta circular. En unos casos se trata de convencer, en otros de incorporar a personas afines a sus ideas en los diferentes niveles de la estructura estatal.
Principales etapas
La entrada al país de las ideas neoliberales ha pasado al menos por cuatro etapas. La primera donde destaca la presencia e influencia de Pedro Beltrán, hacendado, inversionista, funcionario público y dueño del periódico La Prensa, que entre los años cincuenta y sesenta del siglo XX ejerció una gran influencia. Adicionalmente hay que recordar que él estudió en la cuna del neoliberalismo: LSE. Fue también presidente del BCRP, de la desaparecida Sociedad Nacional Agraria y de la Sociedad Interamericana de Prensa.
La segunda etapa de penetración ocurre durante el gobierno de Morales Bermúdez en que se implementa una política de ajuste y estabilización. La tercera fue durante el gobierno de Fujimori en los noventa; para después tener una presencia continua con matices durante todo lo que va el siglo XXI destacando el gobierno de García II, PPK, Toledo y Humala.
Algunos contenidos
La lista es larga, pudiendo comenzar con una visión dicotómica y maniquea de la realidad económica: El modelo bueno (lo que ellos plantean) frente a lo malo sin matices que deriva de la división de la economía entre lo positivo (lo que es) y lo normativo (lo que debe ser). Desafortunadamente, la arrogancia y el suponer que no existen juicios de valor son algunas de sus principales características.
Otra narrativa continuamente repetida se refiere a que la reducción de la informalidad requiere la desregulación en el mercado laboral y la reducción de derechos laborales para generar empleo. Se olvidan que el 70% de los trabajadores formales están en regímenes de contratación temporal o de excepción y solo el 30% son permanentes. También omiten que la participación de las remuneraciones (con cargas sociales) en el PBI apenas supera el 30% cuando en las economías desarrolladas se ubica entre el 50 y 55%.
Solo la inversión privada es el único motor del crecimiento económico, sin hablar de desarrollo económico y menos sustentable. Para ellos, no hay problemas estructurales. No existe la heterogeneidad estructural, ni problemas relativos a los reducidos encadenamientos de producción y empleo. Soslayan que los sectores extractivos formales son intensivos en capital y por lo tanto poco generadores de empleo directo; asimismo omiten una cada vez más elevada propensión a importar y una menor propensión a consumir que reduce el multiplicador del gasto a la par de una política monetaria contractiva que impacta sobre el PBI.
Sectores extractivos
Para los sectores dominantes hay que priorizar exclusivamente las actividades extractivas (especialmente minera) y en un producto (cobre). Se olvidan de que la oferta también se alimenta con el reciclamiento continuo de ese metal y que las perspectivas de la demanda no son tan maravillosas como proponen (ver proyecciones del Banco Mundial).
Por otra parte, basan el crecimiento económico en políticas exclusivas por el lado de la oferta olvidando lo que ocurre por el lado de la demanda interna y en particular sobre el empleo e ingresos de la población. La única traba relevante a las decisiones de inversión son la tramitología, la regulación ambiental y los sobrecostos laborales. Recientemente, e insólitamente el ministro de trabajó señaló que la modificación de la RMV depende de si se activa la inversión privada.
Rol del Estado
Sostienen que el problema del Estado es solo de falta de eficiencia en la ejecución del gasto público y la corrupción; no de más ingresos tributarios permanentes, olvidándose que de acuerdo con replicar los estándares de nuestros vecinos la presión tributaría debería aumentar en US$ 11,700 millones anuales o de US$ 6,500 millones sin considerar al Brasil.
Soslayan la importancia de reducir la elevada desigualdad pensando que las políticas de lucha contra la pobreza son suficientes; cuando ello procede no solo por razones de equidad, sino que contribuye al crecimiento sostenido, mejora la cohesión social y promueve una mayor gobernabilidad. Insisten en señalar equivocadamente que tenemos muchos mercados competitivos por la gran apertura externa, olvidándose de las barreras a la entrada y los altos niveles de concentración preexistentes.
Completar diagnósticos
Un ejemplo interesante es evaluar la narrativa conservadora sobre la caída del PBI en 0.6% durante 2023. Para ellos lo importante fue la caída de la inversión privada, especialmente en los sectores extractivos como resultado de los conflictos sociales y la inacción del gobierno.
Efectivamente los conflictos sociales fueron importantes, pero lo más relevante fueron los impactos negativos del Niño Costero y sequías. Por otra parte, lo que contribuyó más a la caída del PBI entre 2022 y 2023 fue el consumo privado, la inversión privada residencial y de otros sectores (no la minera) y las exportaciones.
Por sectores productivos, los que contribuyeron más a la caída fueron el comercio, servicios, manufactura y construcción reflejando que las variables que están detrás como factores explicativos claves son la caída de los ingresos reales y los niveles de ocupación de la población. Obviamente, este énfasis en las condiciones deprimidas de los trabajadores dependientes e independientes no es conveniente a los poderes económicos, por la propuesta de política que se derivaría.
Consensos económicos
Es urgente que lo economistas nos pongamos de acuerdo en diversos aspectos por el bien de la Sociedad. Esta necesidad no solo se debe circunscribir a los temas políticos o institucionales donde las posibilidades de acuerdos son también difíciles. Al igual que las narrativas económicas conservadoras la lista de temas es larga.
Se debe relievar el rol del planeamiento estratégico nacional, pero no en una perspectiva voluntarista e idealista, sino integrada con señales de mercado que permitan alinear el comportamiento de los diferentes agentes económicos a los objetivos y metas. Se debe superar esa visión que rechaza el planeamiento y la de aquellos que piensan en la planificación centralizada de las economías socialistas. China es un ejemplo.
Ventajas comparativas dinámicas
Se debe superar esa visión dicotómica donde en un extremo todo son los sectores extractivos tradicionales y en el otro promover un desarrollo industrial tradicional. Hay que basarse en todos los sectores extractivos que admita la Sociedad y el medio ambiente; sin embargo, hay que impulsar aceleradamente la diversificación productiva.
El aprovechamiento de las ventajas comparativas es insuficiente y es una estrategia superada. Se debe pensar y actuar con base a la creación de ventajas comparativas dinámicas basadas en el aprendizaje, la endogenización del cambio tecnológico y la creación de clusters o de aglomeraciones empresariales.
Otros temas
No es suficiente creer que la política monetaria y fiscal son los únicos instrumentos de la política económica. Hay que abrir la mente adicionando la política cambiaria, mecanismos para el cambio institucional (reforzar acciones pro competitivas, renegociar TLCs, mejorar tratados bilaterales de inversión y de asociaciones público-privadas; e instrumentos de control directo que utilizan las economías desarrolladas. Hay impulsar políticas a nivel macro, meso o intermedias, micro y a nivel meta (Esser, et al, 1996).
Finalmente, debemos consensar la necesidad de elevar la presión tributaria a la par que se mejora la calidad del gasto público; relievar la importancia de reducir las elevadas desigualdades y enfrentar la pobreza. Reintegrar y armonizar la política monetaria y fiscal contracíclica; combinar el impulso de la inversión con la mejora de los encadenamientos de producción y empleo, entre otros.