El BID y el modelo político neoliberal en América del Sur: el caso de Perú
Es el título del artículo elaborado por Wendy Vaca Hernández de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), Ecuador publicado en el último número de la revista El Trimestre Económico, núm. 357, enero-marzo de 2023. En este se explora la relación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con la instauración del modelo neoliberal en nuestra región a partir del caso peruano.
La pregunta central que guía el trabajo es la siguiente: ¿de qué forma el BID ofreció soporte al modelo político neoliberal en América del Sur entre 1990 y 2017? A fin de responderla, se examina la interacción entre ese banco y dicho modelo. Se revisan algunos de los planteamientos de esa institución sobre el modelo en la región, además de abordar específicamente la interacción con el modelo peruano. De esta forma, es posible apreciar algunas acciones concretas relacionadas con la consolidación del neoliberalismo.
Resumen
Según la autora la mencionada interacción suele asociarse con los conceptos de desarrollo y financiamiento del desarrollo, que en el trabajo se abordan a partir de un enfoque de economía política internacional crítica. Éste permite aproximarse a la conjugación de ideas, capacidades materiales y poder en el ámbito de la provisión de financiamiento con etiquetas de desarrollo. Asimismo, revela la utilización de la imagen de financiamiento del desarrollo a fin de encubrir acciones de apoyo de un determinado modelo político.
Tal soporte implica a su vez la contribución para sostener el entramado de relaciones de poder establecido. El BID ha ejecutado dichas acciones al vincular las esferas política y económica, doméstica e internacional mediante la proyección de ideas y la provisión de capacidades materiales (financiamiento) a sus prestatarios.
Estructura
Este documento se divide en cuatro secciones, además de la introducción y las conclusiones. En la sección I se revisan brevemente las décadas de los setenta y los ochenta del siglo XX, en las cuales ocurrieron los hechos que dieron lugar a la crisis de la deuda y el contexto de esta, y, consecuentemente, de la implantación del neoliberalismo.
La sección II presenta el marco conceptual a partir de un enfoque de economía política internacional (EPI) crítica. La sección III se dedica a la interacción del banco con el modelo neoliberal peruano en los años noventa. Finalmente, la sección IV examina dicha interacción en el siglo XXI.
Antecedentes históricos
En los años setenta el BID sufrió un repliegue a causa de los flujos privados, pero comenzó a recuperar espacio en el marco de los programas de manejo de deuda, como el plan Brady. Así, en los años noventa llegó a ser el principal mecanismo financiero para la región, tanto en términos de financiamiento oficial de tipo multilateral, como de asistencia técnica. Luego su participación sería muy activa en el impulso y promoción del modelo neoliberal.
La implementación del neoliberalismo significó la desaparición definitiva del modelo desarrollista. Si bien hubo movilización de recursos económicos, no cabría hablar de financiamiento del desarrollo, puesto que todos los esfuerzos se destinaron al inicio al pago de la deuda, lo que derivó en un desgaste de la situación de los países inmersos en la crisis.
Marco conceptual
Según Vaca el enfoque de EPI crítico propuesto considera principalmente el papel de las ideas, las capacidades materiales y el poder. Las ideas constituyen imágenes colectivas del orden social, es decir que se trata de entendimientos compartidos por un grupo respecto de la naturaleza y legitimidad de las relaciones de poder prevalecientes. Así, es evidente su vinculación con el poder para establecer determinadas condiciones, pues este último puede definirse como la capacidad de dar forma al contexto.
Un enfoque de EPI crítica muestra que el llamado financiamiento del desarrollo está compuesto por una dimensión económica y una política que al mismo tiempo implican una conjugación de ideas (contenido de la concepción de desarrollo) y capacidades materiales (financiamiento). Los componentes económicos forman parte de la idea de desarrollo, además de traducirse en la provisión de recursos. Mientras que los elementos políticos se manifiestan en la particular orientación de la concepción de desarrollo, en consecuencia, delimitan el destino del mencionado financiamiento.
Por otra parte, las relaciones de poder también están vinculadas con las ideologías. Estas últimas pueden definirse en términos de narrativas sociales sistemáticas que dan lugar a la aceptación de determinadas situaciones por parte de quienes son afectados por las mismas.
Neoliberalismo
Según la autora el neoliberalismo se expresa en una esfera teórica vinculada con las ideas y en una esfera práctica que se corresponde con los modelos concretos. Las dos se fundan en la economía neoclásica y están vinculadas entre sí. Esta relación se expresa, por ejemplo, en la proyección de un conjunto de ideas hacia lo material por medio de la política, lo que se traduce en políticas estatales de liberalización impulsada desde varias instituciones multilaterales y redes corporativas trasnacionales.
La desregulación comercial y la financiera consecuentes han provocado que los Estados disminuyan o incluso pierdan el poder para controlar las fuerzas económicas. La doctrina neoliberal defiende la vigencia de las siguientes condiciones: derechos de propiedad privada, fuertes mercados libres y libertad de comercio. Al mismo tiempo, al Estado se le asigna el papel de asegurar la permanencia de aquéllas. Los mencionados postulados sustentan las políticas de privatización, desregulación y mercantilización.
Neoliberalismo peruano
La autora recuerda que la implementación del modelo neoliberal en Perú inició en 1990 con el gobierno de Fujimori. Se adoptaron medidas tendientes a la liberalización comercial y financiera. Asimismo, se inició un programa de privatización de empresas públicas en 1991 lo cual significó priorizar la inversión privada y extranjera. En este periodo Perú llevó adelante un proceso de negociación de la deuda externa y volvió a acceder a crédito.
Además, se efectuó un proceso de desregulación del mercado laboral con el argumento de que el Código del Trabajo tenía un sesgo en favor de los trabajadores con costos de despido demasiado altos. Se establecieron nuevas normas que dieron lugar a dos regímenes: uno con las reglas anteriores y otro que consideraba menores costos de contratación y despido. También se consiguió reducir la capacidad de acción de los sindicatos.
Apoyos del BID
Vaca señala que suele asumirse al BID como una institución proveedora de financiamiento del desarrollo, no obstante, en el marco del auge neoliberal, su labor se enfocó en ofrecer soporte a tal modelo. Esto se efectuó con la conjugación de ideas y capacidades materiales.
En el plano de las ideas, se advierte una convergencia entre el contexto internacional y el banco, la cual se tradujo materialmente en la provisión de recursos económicos destinados a continuar el proceso de reformas neoliberales. Por lo tanto, el BID dirigió su actividad a convertir al Estado latinoamericano de un modelo de sustitución de importaciones a uno que está conducido por las exportaciones, desde una economía controlada por el gobierno a una que está conducida por el mercado.
La adopción de este modelo implicó alinearse con la ideología dominante a nivel internacional. El Banco Mundial, el FMI y el BID también propugnaban esta ideología. El BID desempeñó un papel preponderante en la implementación del modelo, al ofrecer un sólido respaldo. Por ejemplo, los primeros créditos que otorgó al país después de la reanudación de la vinculación con los acreedores internacionales (1991-1992) estaban destinados a llevar a cabo las reformas estructurales.
Vínculos siglo XXI
A principios de siglo, el discurso del BID revelaba una completa adhesión al modelo neoliberal. Se exaltaban las medidas concordantes con éste, como recortes salariales en el sector público, reducciones en seguridad social, e incluso recibir financiamiento del FMI, como una consideración de disciplina macroeconómica (2002). También se sostenía que la estabilización macroeconómica y la liberalización del comercio influyeron de manera decisiva en la superación de la crisis de los años ochenta.
A lo largo del tiempo esta relación de retroalimentación entre el BID y el gobierno peruano se fue afianzando a través de muchos programas de apoyo de diversa naturaleza. Entre 2008 y 2009 es posible vincular cada una de estas dimensiones con determinadas actividades objeto de financiamiento. En la esfera económica se inscriben las estrategias orientadas a ampliar el crecimiento, intensificar el comercio y las inversiones, así como aquellas relacionadas con el desarrollo del sector privado.
Otros programas
A la esfera social le corresponden las estrategias para reducir la pobreza (2009 y 2011). Finalmente, la esfera institucional comprende lo relativo a modernización del Estado (2008 y 2009). Ésta alude a administración pública; según un funcionario del BID incluye disminución del gasto público (por ejemplo, menos empleados públicos) y mejores servicios estatales (2009), específicamente aquellas relacionadas con el modelo neoliberal.
Mas recientemente el BID estableció una nueva estrategia con Perú para 2017- 2021. De cierta forma, el discurso expresado en tal documento recuerda lo que se proclamaba a principios del siglo XXI. Nuevamente el país fue presentado como ejemplo en los siguientes términos: Perú es uno de los casos de mayor éxito económico y social en la región. Asimismo, se advierte una renovada defensa del modelo neoliberal, puesto que se sostenía que la clave de la transformación del Perú obedecía a las reformas estructurales y al manejo prudente de las políticas públicas.
Conclusiones
Según la autora la definición del concepto de desarrollo por parte del BID no responde únicamente a condicionantes técnicas, sino que encubre relaciones de poder. Así, varias de sus acciones no se circunscriben al financiamiento del desarrollo, sino que proveen soporte a un modelo político específico. En las últimas décadas se trata puntualmente del modelo neoliberal. Éste se ha impulsado y sostenido mediante ideas integradas en discursos y en cooperación técnica, así como capacidades materiales consistentes en flujos de financiamiento.
De los documentos del BID se desprende con claridad la proyección de ideas relacionadas con el modelo neoliberal. En particular, es explícita su contribución a la implementación de las reformas estructurales en la región. El trabajo muestra la incidencia particular sobre Perú.
Si bien el modelo neoliberal fue implementado por el gobierno, la participación del BID ha sido explícita y permanente, y revela el vínculo entre lo doméstico y lo internacional. Además, se aprecia una prácticamente absoluta coincidencia en el plano de las ideas que se reflejaba en la provisión de préstamos de rápido desembolso y luego de muchos programas de cooperación técnica.
Sector privado
El modelo peruano se orientó fundamentalmente hacia el sector privado, el cual ha sido sostenido por el Estado, lo que refleja las relaciones de poder vigentes. Esta configuración ha sido respaldada por el BID mediante múltiples acciones, entre ellas el fomento de las asociaciones público-privadas. Esto da cuenta del nexo entre las esferas política y económica.
El banco resalta los resultados positivos del modelo, entre los cuales destacan el crecimiento económico y el ambiente favorable ofrecido para la inversión. Pero no puede desconocerse que ello también ha implicado dejar al margen la consolidación interna, como se refleja en la informalidad y en el énfasis por disminuir derechos laborales finaliza la autora.