La distribución del ingreso y la riqueza: nuevas aproximaciones conceptuales y metodológicas (síntesis)
La Comisión Económica para América Latina y el caribe (CEPAL) acaba de publicar la síntesis del documento preparado por Miguel del Castillo, jefe de la Unidad de Desarrollo Social de la sede en México con el título de esta nota. Se trata de un documento para presentarnos nuevas aproximaciones al tema y algunas propuestas para mejorar la distribución del ingreso y la riqueza; fue editado en marzo de 2023.
El documento consta de cuatro secciones relativas a las diferentes posturas teóricas, las raíces de la desigualdad, el procesamiento de las cuentas nacionales como información base, las conclusiones y recomendaciones del autor.
Objetivos
El objetivo de ese estudio es analizar la forma en que el valor producido en la sociedad —a partir del trabajo, intelectual y manual, y los recursos naturales— se genera (producto bruto interno), asigna (ingreso nacional), distribuye (ingreso disponible), utiliza (gasto y ahorro) y acumula (riqueza).
El autor en lugar de medir la desigualdad subjetiva del bienestar (felicidad) por medio del consumo, analiza cómo se distribuye el valor creado por el trabajo y los recursos naturales; es decir, el propósito es estudiar la desigualdad en la repartición del valor generado en la economía. Si bien se considera importante el tema de las capacidades y la libertad, en este estudio se tiene presente el marco más amplio que brinda la exigencia de cumplir con los derechos humanos.
El autor da más importancia a las medidas urgentes que se deben tomar ex ante, en virtud de que en ellas está la solución de raíz del problema de pobreza y desigualdad de nuestros países. Se deben repartir de manera justa los beneficios que genera la sociedad y otorgar a todos sus miembros el goce pleno de los derechos humanos, para construir un mundo más justo.
Posturas teóricas
Miguel del Castillo señala que en la mayoría de los estudios sobre la desigualdad del ingreso y la riqueza se asume, de manera implícita, la teoría subjetiva del valor. Su propósito es analizar el bienestar de la población, medido a partir del consumo que aporta utilidad al individuo. Mientras más bienes y servicios adquieren las familias, mayor será su utilidad y, por lo tanto, su bienestar.
A diferencia de lo anterior, en este estudio se parte de la teoría objetiva del valor, que establece que el trabajo y la naturaleza generan el valor. Con base en este enfoque se propone estudiar la forma como se asigna, distribuye y acumula el valor generado en el proceso productivo. El cambio de perspectiva permite ir a la raíz del problema de la desigualdad del ingreso y la riqueza (ex ante) y comprender que es un tema ético, de justicia social, que se debe atender independientemente de sus consecuencias. Las sociedades deben organizarse para producir los bienes y servicios requeridos para la subsistencia material y espiritual de sus miembros. Deben decidir, además, cómo se distribuyen los beneficios generados en el proceso de producción.
Economía estándar
La preocupación se centra, como en el Perú, en otorgar a cada persona igualdad de oportunidades, para que cada individuo pueda obtener las capacidades deseadas y elegir su destino en libertad. La libertad es un medio y un fin para lograr el desarrollo. En este sentido, el papel del gobierno se debe limitar a proveer los recursos necesarios (en salud y educación, principalmente), contratando para ello los servicios de la iniciativa privada, para otorgar a las personas igualdad de oportunidades (piso parejo), para elegir su destino en libertad.
Según el autor el problema fundamental de la sociedad es la expansión de los valores del mercado a las esferas de la vida a la que no pertenecen. Hemos pasado de tener un mercado a ser una sociedad de mercado y se debe, por lo tanto, reflexionar sobre los valores que promueve este tipo de sociedad. Es decir, se debe pensar en los límites morales del mercado, en virtud de que hay muchos aspectos de la vida que el dinero no puede comprar.
Alternativa teórica
Miguel del Castillo parte de la definición de valor objetiva, propuesta por los economistas clásicos, Adam Smith, David Ricardo y Carlos Marx, así como los desarrollos recientes de las escuelas neomarxistas y neoricardianas (Baran y Sweezy, 1968; Steedman, 1977; Hodgson, 1991; Keen, 1993a, 1993b; Cogliano y otros, 2018).
Además, se recuperan los planteamientos, definiciones y fórmulas planteadas por Kalecki (1991), así como el análisis del excedente generado en la economía, de la investigación que llevaron a cabo Baran y Sweezy (1968), y se coincide, en buena medida, con el programa de estudio de Peter Flaschel, sobre la teoría del valor trabajo de Marx.
En la línea del pensamiento de esta tradición, en este estudio se considera que el valor de una mercancía depende del trabajo y la naturaleza incorporados en ella y que, por lo tanto, es factible estudiar la distribución del excedente que se genera en el proceso productivo. El trabajo aumenta el valor de los productos que aporta la naturaleza. Por lo tanto, el valor de una mercancía refleja el valor intrínseco de los productos de la naturaleza, más el valor que se agrega en el proceso productivo.
Sin embargo, según el autor, por un lado, no se restituye a la naturaleza su contribución y por ello vivimos una severa crisis medioambiental, y, por otro lado, no se entrega a todos los participantes en el proceso productivo la totalidad del valor que han generado, lo cual ha creado la profunda crisis social que vivimos.
Raíces de la desigualdad
Cuando la riqueza crece a un ritmo mayor que el ingreso se genera una profunda desigualdad. Las familias que poseen activos físicos y financieros incrementan su patrimonio y, por lo tanto, su ingreso; en cambio, las familias que dependen de las remuneraciones asalariadas enfrentan muchas dificultades para cubrir sus necesidades básicas y en virtud de que tienen muy poco ahorro, no pueden incrementar sus activos.
Pero ¿por qué aumenta a un mayor ritmo la riqueza que el ingreso? Para responder a esta pregunta se analiza cómo se transforma el ingreso en activos físicos y financieros, es decir, se estudia especialmente con la información de México la forma de como el valor generado a partir del trabajo intelectual y manual, y los recursos naturales (que también aportan valor) genera PBI, asigna ingreso nacional, lo distribuye como ingreso disponible, se utiliza (gasto y ahorro) y finalmente se acumula (riqueza) en la sociedad.
Cuentas para análisis
Según el autor para comprender cómo se genera el valor en el proceso productivo y cómo se distribuye el ingreso y la riqueza, se deben estudiar seis secuencias de cuentas nacionales: i) Cuenta de generación; ii) Cuenta de asignación del ingreso primario; iii) Cuenta de distribución secundaria del ingreso; iv) Cuenta de utilización del ingreso disponible; v) Cuentas de acumulación de activos físicos y financieros; y por último vi) Cuentas de balance.
Conclusiones
El análisis llevado a cabo por Miguel del Castillo muestra que la raíz del problema de desigualdad y pobreza se debe a que unos cuantos hogares se apropian de la mayor parte del valor generado en el proceso productivo, así como del patrimonio que obtienen en los dos momentos de la financiarización: i) percepciones que no provienen del proceso productivo (aumento en el ingreso empresarial producto del manejo de las tesorerías, que se traducen en dividendos), y ii) cambio en el valor de los activos físicos y financieros (especulación).
De la misma manera, contribuyen a generar desigualdad y pobreza el envío de ingreso y riqueza de los países con menor desarrollo hacia las naciones de alto desarrollo. Por lo tanto, si se buscan atender las causas del problema se debe considerar la posibilidad de tomar soluciones radicales, entendiendo por radical lo que su etimología indica, es decir, ir a la raíz del problema.
Recomendaciones
Un primer curso de acción consiste en revertir el proceso de mercantilización de la vida política y social, tanto por el impacto que produce en la desigualdad, así como por razones éticas (no considerar a lo humano como una mercancía). Los derechos humanos no pueden atenderse si los dejamos al libre actuar de las fuerzas del mercado.
Según el autor es muy importante revertir el proceso de privatización de bienes públicos, en especial en salud y educación. Una salud y educación pública de calidad frenaría el drenado de recursos de los hogares más necesitados, que deben costear medicinas y tratamientos en clínicas privadas y pagar por la educación. El ingreso extra les permitiría acceder a una mejor alimentación (evitar las calorías baratas que generan malnutrición), por ejemplo, además de tener la posibilidad de acceder a la cultura y el deporte, entre otros derechos.
Mejorar competencia
Un segundo tema en el que se debe intervenir es la competencia y competitividad espuria. La mayoría de los economistas, así como muchos investigadores que reconocen que se debe atender la desigualdad del ingreso y la riqueza, plantean como parte del problema la falta de competitividad en la economía y la existencia de monopolios y oligopolios.
La competencia genera un menor precio para el consumidor, y la creatividad e innovación requieren de nuevos empleos, que al ser más productivos ofrecen un mayor ingreso para el trabajador. En sentido contrario las fusiones y adquisiciones empresariales (F&A) afecta la competencia. Al respecto, la estadística sobre F&A en los últimos treinta años, muestra que ha tenido un aumento impresionante, reduciendo el número de contendientes, es decir, disminuyendo la competencia.
Más democracia
Se debe dotar del mayor contenido posible a la democracia para cumplir con dos artículos fundamentales de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: i) toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente escogidos; y ii) toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente efectivos.
Lamentablemente, según el autor, la oligarquía con base en las ideas de la teoría de la elección pública de Buchanan, ha impulsado un arreglo que permite el gobierno de la minoría sobre la mayoría, y en caso de que la mayoría llegue al poder, se han creado leyes e instituciones para que no se puedan implementar las políticas que desean las mayorías; es decir, han encadenado a la democracia.
Subir salarios bajos
Por último, el autor propone que para reducir la desigualdad y la pobreza se debe considerar implementar una política pública que contemple como prioridad incrementar los salarios más bajos, debido al alto margen que existe en las empresas. El aumento en las percepciones más bajas redundaría en un aumento del PBI y el empleo, sin mayores efectos en la inflación o en la balanza de pagos.
La solución de raíz al problema de la desigualdad y la pobreza que aquejan a nuestros países consiste en repartir con justicia el valor generado en la economía, otorgando a todos aquellos que intervienen directamente en su generación la parte que les corresponde, finaliza Miguel del Castillo.