Desigualdades como origen y resultado de la pandemia del covid-19: análisis y propuestas
Es el título de una publicación que Martin Astocondor y el titular de esta columna preparamos en 2021 para la Fundación Ebert del Perú. La versión completa del documento está disponible en su página Web. Debido a la pandemia ha tenido aún reducida difusión por lo que puede ser interesante presentar algunas de sus aportaciones y recomendaciones.
Su objetivo central fue ahondar en las causas de esta tragedia nacional ocurrida en pleno siglo XXI. Efectivamente, los factores explicativos son múltiples como se ha reseñado hasta el momento, pero donde destaca una variable en especial: las elevadas desigualdades que nos acompañan históricamente, muchas de las cuales se han agravado en los últimos tiempos a pesar de lo que señalaban algunas estadísticas oficiales.
Se explora como esta variable, junto con otras, es útil para explicar lo ocurrido en una perspectiva comparada con las 19 principales economías de América Latina (AL) y entre las diferentes regiones del país desde el inicio de la pandemia hasta el 31 de diciembre de 2020.
Estructura
El documento completo se divide en cuatro capítulos. En el primero se aborda el origen e impactos de la pandemia del covid-19. Se presentan diferentes enfoques relativos a su origen: ecologistas y económicos con mayor o menor énfasis y radicalidad. El segundo capítulo se refiere al análisis internacional comparado del Perú respecto de AL que inicia con una evaluación de la incidencia de fallecidos y contagiados respecto a cada 100,000 habitantes durante la primera ola de la pandemia en 2020. De allí se va evaluando todo un conjunto de variables demográficas, económicas, condiciones estructurales de las viviendas y de los hogares, situación del sector salud y sanitarias de los habitantes, niveles de pobreza, distributivas e institucionales.
El tercer capítulo presenta una radiografía de los fallecidos en el Perú clasificados por sexo, edad, regiones y distritos. En segundo lugar, se ubica a los fallecidos e incidencia de fallecidos oficiales por cada 100,000 habitantes por niveles de ingreso e IDH a nivel distrital. Por último, considerando todo el conjunto de variables explicativas anteriores, ahora a nivel de las diferentes regiones del país. Por último, en el cuarto capítulo se presentan propuestas frente a la pandemia en el entendido que esta severa crisis genera oportunidades para una recuperación transformadora de nuestras sociedades.
Origen
Todavía no hay certeza alguna respecto del origen del coronavirus. Se desconoce a partir de que animal/es mutó y se transmitió a las personas. Sin embargo, queda claro que las hipótesis ecologistas son las que tienen mayor asidero. Su origen es zoonótico: tiene origen animal y la capacidad de mutar afectando a los humanos; al igual que todos los virus que se han declarado en años recientes. El factor explicativo fundamental es la destrucción de los hábitats de las especies silvestres y la invasión de éstos por asentamientos urbanos y/o expansión de la agropecuaria industrial, con lo cual se crean situaciones propias para la mutación acelerada de los virus.
A la par de esta explicación se agrega que en lugar de prevenir estas pandemias se redujo la capacidad de nuestros sistemas de salud para enfrentarlas. Como planteó Keen (2020) se diseñó un sistema económico neoliberal en el que la producción se centra en los países de bajos salarios y se exporta al resto del mundo, a través de largas cadenas de suministro; y se permitió que el sector privado acumule el nivel más alto de deuda corporativa y familiar de la historia, lo que ha hecho que el sector financiero sea increíblemente poderoso y frágil al mismo tiempo. Los descuidos en la atención universal y la privatización de casi todos los servicios públicos son la máxima expresión de este modelo.
Impactos económicos
No es necesario repetir aquí las afectaciones que la pandemia ha generado en términos económicos; queda claro que esta crisis es más dañina que la anterior crisis financiera internacional, pero por el momento menor que la ocurrida en los años treinta del siglo XX. Efectivamente, hay optimistas que señalan que la recuperación será rápida, pero dominan los pesimistas que hablan de recuperaciones asimétricas y hasta de una nueva década perdida para la economía internacional.
En el caso del Perú la caída del 11% del PBI en 2020 fue severa observándose una recuperación del 13.3% en 2021, pero con un menor crecimiento del empleo. Los impactos sectoriales son muy diferenciados. La caída de la ocupación, salarios e ingresos fue dramática con un consiguiente incremento de la pobreza y de la vulnerabilidad de amplios sectores medios. Han aumentado la población económica inactiva, el desempleo y el subempleo. Al mismo tiempo, se ha modificado desfavorablemente la estructura de la distribución factorial y personal del ingreso.
Radiografía de fallecidos
Se presenta una desafortunada radiografía de los fallecidos y su incidencia en el Perú y de sus diferentes regiones. Se correlacionan estos resultados con los indicadores de desarrollo humano (IDH). La covid-19 desafortunadamente ha generado un mayor número de fallecimientos e incidencia en los distritos de Lima Metropolitana con un IDH de valores intermedios, respecto de los distritos con un IDH Alto y Bajo.
Cuando se clasifica el país en términos de provincias y no de regiones los resultados son algo diferentes. A nivel provincial, se tiene un gran número de decesos e incidencia en las provincias con un IDH de valores altos, respecto de los distritos con un IDH Intermedio y Bajo. Sin embargo, hay que recordar que solo se ha evaluado la primera ola de esta pandemia con la estadística oficial.
Conclusión principal
Los impactos de la pandemia en términos de fallecidos y contagiados se analizan en términos de un análisis internacional comparado del Perú y otras 19 economías de AL. El Perú al 31 de diciembre de 2020 es el que tiene la mayor incidencia de contagiados y fallecidos por cada 100,000 habitantes.
Luego se explora como las desigualdades con otras variables de ingresos, demográficas, condiciones estructurales de las viviendas y los hogares, condiciones de salud de la población, de los niveles de gasto y de la prestación de los servicios de salud, educativas, del mercado laboral, de desigualdad, pobreza e institucionales pueden explicar estos resultados negativos. En total se someten a prueba más de 60 indicadores para los 10 conjuntos de variables.
Comparación internacional
La explicación de la letalidad de la pandemia se abordó en varias etapas. En primer lugar, se evaluó si había que incorporar o no la incidencia de contagiados de cada economía. En la mayoría de las ecuaciones se rechaza esta hipótesis. En segundo lugar, se probó cuál de los indicadores del grupo de variables distributivas genera los mejores resultados con sentido lógico y estadístico. La variable de mejor ajuste es la pérdida en la posición de desarrollo por desigualdad. A mayores desigualdades en ingreso, educación y salud que contiene el IDH corregido por desigualdad la incidencia de fallecidos es mayor.
Posteriormente, se prueban los otros indicadores y variables encontrando los signos adecuados en los casos del porcentaje de la población que tienen instalaciones sanitarias seguras (parámetro negativo), gastos en salud como porcentaje del PBI (parámetro negativo), incidencia de tuberculosis (parámetro positivo), prevalencia de sobrepeso en niños menores de cinco años (parámetro positivo), porcentaje de la población en edad adulta (parámetro positivo), porcentaje de adultos mayores hombres (parámetro positivo), porcentaje de la población ocupada (parámetro negativo) y porcentaje de la población en situación de empleo vulnerable (parámetro positivo).
Comparación regional
No se puede rechazar la hipótesis de que la desigualdad es un factor explicativo de la mayor incidencia de fallecidos entre las diferentes regiones del país. Asimismo, la existencia de otros factores como una mayor proporción de adultos mayores de 65 años; de aquellos que tengan más de 65 años con comorbilidades; de las regiones que tengan una mayor tasa de desempleo respecto de otras; y de una mayor percepción ciudadana de calidad entre mala y muy mala de los gobiernos locales son factores que coadyuvan a una mayor incidencia de fallecidos.
Por otra parte, si la tasa de asistencia a escuelas secundarias es más elevada y si las atenciones de salud en centros médicos y hospitales de la región son mayores la incidencia de fallecidos será menor. Estos resultados son útiles para definir políticas que minimicen los impactos de futuras pandemias similares.
Propuestas
Se presentan todo un conjunto de propuestas para hacer frente a los retos que impone la pandemia, pero con mirada hacia el mediano y largo plazos. Destacan las del Foro Económico Mundial, de la CEPAL, del Nuevo Consenso Latinoamericano, Grupo de Puebla, y otras realizadas en el Perú.
Fuera de estas propuestas hay muchos que insisten en seguir haciendo lo mismo que antes. Sin embargo, hay que aprovechar esta lamentable oportunidad para ajustar el rumbo de las cosas. Se propone para el Perú diseñar e impulsar una recuperación transformadora o de un nuevo reinicio con más equidad, diversificación productiva y transición ecológica.
Aterrizaje nacional
Los objetivos económicos generales de la propuesta económica para nuestro país estarían orientados a superar las urgencias sanitarias y económicas que el covid-19 ha generado sobre todos los ciudadanos y comunidades del país; atender de manera inmediata y con seriedad los retos tradicionales y nuevos del mediano y largo plazo que impone el entorno internacional.
Asimismo, dar inicio a una serie de reformas estructurales e institucionales para establecer las condiciones para un desarrollo sostenible; establecer un nuevo balance entre Estado y Mercado que a la par impulse la creatividad y el trabajo de los ciudadanos y nos conduzca a una sociedad de bienestar para todos, sin dejar a nadie atrás, y por último procurar en el marco de una sociedad plenamente democrática que todos los ciudadanos y comunidades desarrollen al máximo, de manera participativa y solidaria, sus potencialidades para alcanzar una vida próspera y feliz.
Reflexiones finales
El Poder Ejecutivo hizo lo que se pudo dadas nuestras circunstancias. Las brechas estructurales, de la dotación de activos y personal del sector salud, de la situación sanitaria, distributivas, institucionales y todas las otras que se han comentado en el documento no daban para más.
La mayor parte de los habitantes pobres del país no podían confinarse. Ni sus condiciones de vivienda, ni la necesidad de ingresos día a día lo permitieron. El resultado fue que grandes segmentos de la población ignoraron las normas del gobierno. Ni el patrón tradicional de beneficiarios de los programas sociales fue adecuado, las entregas fueron tardías y también fallaron los mecanismos para las entregas de los diferentes bonos.
En diversas oportunidades hemos comentado que fue totalmente erróneo pensar que el país gozaba de fortaleza fiscal con una presión tributaria tan reducida. Asimismo, se olvidaron de la elevada informalidad y de la falta de ciudadanía de segmentos importantes de la población. No hay proyecto colectivo, ni interés por el bien común agudizado por las prácticas de los años noventa y del neoliberalismo.
Tampoco hay que omitir la reacción laxa de una parte de la población ante la pandemia que elevó el número de contagiados y de fallecidos. Efectivamente, nadie en el mundo tenía la fórmula eficaz para enfrentarla y la gran velocidad con que se desarrollaron los acontecimientos. Sin embargo, el contar con una visión integradora proporcionada por planeamiento estratégico nacional, el análisis prospectivo y sistémico quizás hubieran reducido en algo la magnitud de los impactos; ordenado y facilitado las respuestas desde el Estado.