Covid-19: Desempleo, desigualdad y precarización en el Perú 2020-2030
Es el título del libro que conjuntamente el autor de esta nota, César Castillo y un grupo de cinco asistentes acabamos de publicar con el financiamiento y sello editorial de OXFAM. El objetivo de este trabajo es determinar los impactos a corto y a mediano plazo de la pandemia, para el periodo 2020-2030, sobre el desempleo, la desigualdad y la precarización laboral. A pesar de lo que muchos piensan, los efectos de la pandemia vinieron para quedarse; de ninguna forma es un fenómeno pasajero.
Por otra parte, establecer algunos elementos generales para una reactivación o recuperación transformadora que contribuya a crear más empleos decentes y que genere una economía más equitativa con diversificación productiva y transición ecológica. Este trabajo se alinea con algunos previos de OXFAM, la Organización Internacional del Trabajo, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe y del Foro Económico Mundial, que plantea un gran reinicio con más equidad y transición ecológica.
Antecedentes
Un primer balance de la pandemia de la covid-19 es su desafortunado impacto en términos del número de fallecidos y contagiados a nivel global, en nuestra región y en el Perú en particular. También se generó una significativa contracción mundial en el nivel de producto, lo que en nuestro país afectó drásticamente los niveles de ocupación, empleo e ingresos de los ciudadanos. Asimismo, todos los indicadores sobre los niveles de pobreza y desigualdad se han deteriorado.
La pandemia no ha sido superada, pero todo pareciera indicar, hasta el momento, que el nivel de letalidad y contagio como resultado de las políticas de vacunación y otras se está reduciendo. Sin embargo, a la par de esta circunstancia positiva, tanto como resultado de las tendencias económicas previas, de la elevada desigualdad y del reimpulso de las nuevas tecnologías en curso, todo aparenta que las brechas de desempleo, población económica inactiva y elevada desigualdad en la distribución funcional y personal del ingreso se abrirían durante esta década hasta el 2030.
Interrogantes principales
Se pretende atender ocho interrogantes principales: ¿Cómo las pandemias generan más desigualdad y en qué forma una elevada desigualdad puede ser pertinente para explicar los impactos diferenciados de una pandemia en distintos espacios geográficos? ¿cuáles son los principales impactos de la pandemia en el mercado laboral? ¿qué señala la literatura reciente sobre los efectos de la elevada desigualdad en la esfera económica, social y política?
¿Cuáles son las brechas que la pandemia de la covid-19 abrió durante 2020 en cuanto al empleo, ingresos y precarización, la distribución funcional y personal del ingreso? ¿cuáles son las tendencias que se observan respecto de la evolución del contenido de mano de obra por unidad de producto y de la participación salarial en la producción bruta para las principales actividades económicas entre 2020-2030? ¿cuáles serían los impactos de los escenarios tendenciales de la demanda final con las estructuras de la tabla insumo producto (TIP) 2019 sobre el empleo y la distribución del ingreso?
Por último, ¿qué podría ocurrir con el empleo, la distribución funcional y factorial del ingreso con una estrategia que enfatice en la producción y exportación de los sectores extractivos, a partir del síndrome de la enfermedad holandesa (EH)? y ¿cuál podría ser el marco metodológico y los elementos principales para diseñar una estrategia de reactivación transformadora para el Perú?
Estructura
El libro incorpora diferentes perspectivas de análisis. En el primer capítulo, se aborda la problemática de las pandemias, mercado laboral y la elevada desigualdad a partir de la revisión de la literatura internacional. En el segundo, se presentan y analizan los resultados de la pandemia en las variables analizadas para el Perú en 2020.
El tercero se inicia con una pequeña discusión sobre los impactos del cambio tecnológico en el empleo y la desigualdad, para luego revisar la información reciente acerca de la evolución del contenido de mano de obra por unidad de producto de las diferentes actividades económicas y de las participaciones de los diferentes componentes del ingreso nacional en la producción bruta.
El cuarto y el quinto capítulo presentan, desarrollan y aplican la metodología y modelo de la TIP para plantear diversos ejercicios de simulación para 2021-2030, y exponen los resultados de las proyecciones sobre el empleo y la distribución del ingreso funcional y personal del ingreso. Al final se plantean diversos elementos conceptuales, un marco metodológico y de información procesada, útil para la construcción de una estrategia de reactivación transformadora para el Perú.
Conclusión central
No se rechaza la hipótesis general de este estudio relativa a que la pandemia de la covid-19 puede deteriorar aún más nuestro panorama laboral con más población inactiva y desempleo a corto y mediano plazo. Asimismo, a la desigualdad secular en la distribución funcional y personal del ingreso, se agregan los impactos de las tendencias de la economía, de las últimas tecnologías, así como los efectos de la pandemia que las reimpulsan. Si antes la elevada desigualdad era un problema, ahora y mañana, al parecer, lo sería mucho más.
La pandemia ha destruido muchos empleos y todo parece indicar que estos efectos negativos se mantendrán a mediano y largo plazo. La pobreza en el Perú ha aumentado en casi 10 puntos porcentuales. Esta crisis ha golpeado más a las mujeres, a los menos instruidos y capacitados, a quienes laboran para micro- y pequeñas empresas, a los que trabajan en los sectores comercio y servicios, y a quienes tienen menores ingresos.
Tanto el empleo como los ingresos se han contraído de manera significativa y hay retroceso en los derechos laborales. La única distancia que parece menor es entre Lima y algunas regiones del interior del país. El subempleo por horas e ingresos (precarización) ha aumentado durante esta crisis.
Pandemias y desigualdad
Si bien hay alguna evidencia de que las pandemias no generan más desigualdades, la mayoría de los investigadores señalan que estas las agravan, a excepción de cuando son extremadamente graves, como la peste negra, en el siglo XIV. El otro circuito examinado por los investigadores es el impacto de las desigualdades sobre la pandemia. Las desigualdades económicas y sociales jugaron un rol clave en el impulso de las modernas epidemias y en el deterioro de la salud en general.
No se rechaza que una mayor mortalidad relativa consecuencia de la pandemia del covid-19 para América Latina se produce en una población de mayor edad, con una menor cantidad de camas de hospital, con la falta de vacunación universal para la tuberculosis y con una mayor tasa de urbanización. Asimismo, la tasa de mortalidad tiene una fuerte relación positiva consistente con el coeficiente de Gini para el ingreso.
En el caso del Perú no se rechaza que las desigualdades son una variable explicativa importante de la letalidad de la covid-19, juntamente con algunos de los indicadores y variables mencionados. En concreto, la variable explicativa principal de la incidencia de fallecimientos por covid-19 es la pérdida de bienestar generada por el retroceso en el índice de desarrollo humano por efecto de la desigualdad, respecto del índice tradicional sin ajuste.
Mayor desigualdad
Los resultados de la pandemia sobre el valor de la riqueza y los ingresos no han sido iguales para todos. Las tendencias relativas a la distribución de la riqueza entre los diferentes estratos de nuestras sociedades se mantuvieron en 2020 respecto de las tendencias previas. Solo entre 2019 y 2020, la revista Forbes reportó que el número de billonarios pasó de 2,095 a 2,755 (un aumento del 31,5 %). Asimismo, el valor de su riqueza aumentó de 9.1 % del PBI mundial al 15.4 % del PBI mundial cuando la producción y el ingreso mundiales cayeron en 2020.
Al igual que lo ocurrido con los billonarios a nivel internacional, los billonarios peruanos tuvieron un incremento de su riqueza neta de US$ 7,600 millones antes de la pandemia a US$ 11,400 millones en marzo de 2021. Mientras que el valor agregado real de la economía se redujo en 11.1 % en 2020, sus riquezas netas aumentaron en 50 %. La riqueza de estos seis peruanos es equivalente al ingreso promedio per cápita anual de 1.8 millones de habitantes de nuestro país.
La explicación de lo ocurrido con el valor de la riqueza neta de los billonarios y los ricos a nivel internacional y en el Perú se puede observar en la evolución del valor de la cotización de las acciones de las empresas en diferentes mercados internacionales y nacionales.
Proyección desigualdades
No hay información oficial sobre la distribución funcional y personal del ingreso para fines de 2020. Sin embargo, de acuerdo con la aplicación del modelo de la TIP, queda claro que se reduce la participación de los sueldos y salarios y se eleva la de las ganancias. En segundo lugar, se presenta el índice de Palma para los diferentes componentes del valor agregado, donde es evidente que las distancias entre los ingresos por ganancias del decil 10 respecto de los cuatro primeros son de más de ochocientas veces respecto de las menores en los sueldos y salarios (dos veces). Las diferencias de los ingresos de los perceptores de ingresos mixtos son superiores a las de los asalariados (6.4 veces).
Por otra parte, se evalúan las diferencias entre el decil más alto perceptor de ganancias respecto del más bajo en sueldos y salarios, y de ingresos mixtos; así como entre el decil más alto de las ganancias con relación al más alto de los sueldos y salarios, y de ingresos mixtos. Los resultados son interesantes a pesar de la subestimación de los ingresos de los sectores medios y altos de la encuesta de los hogares. En todos los casos, las distancias se amplían, siendo mayores en los casos de los cocientes de las ganancias respecto de los sueldos y salarios.
Ejercicios de simulación
Las diferencias entre los ejercicios de simulación con la EH y los equivalentes tendenciales no solo tienden a importar más y producir menos localmente; sino que el balance en cuanto a la población ocupada sería más negativo. No se debe olvidar que la minería e hidrocarburos generan menos empleo directo e indirecto que el sector agropecuario y la manufactura. Menos población ocupada generaría una mayor brecha en la población inactiva neta. En los cuatro escenarios hasta el 2030, la población inactiva neta sería mayor: entre 433,000 y 683,000 personas respecto de los ejercicios inerciales.
En todos los casos, se observa un decrecimiento en la cuota de los sueldos y salarios, y una elevación de la cuota de ganancias. Es interesante anotar que estas tendencias son más extremas respecto de los escenarios inerciales. En todos los casos, aumenta la cuota de las ganancias entre 1.0 y 2.7 puntos porcentuales del valor agregado en 2030 con relación a 2019.
Al respecto, no se debe olvidar que la cuota de las ganancias del sector minero e hidrocarburos es superior que la de los sectores agropecuario y manufactura, y que la participación de los sectores extractivos en el producto se elevaría reduciéndose la de los otros sectores.
La distribución personal del ingreso entre deciles de los diferentes componentes del valor agregado muestra que en los diversos escenarios de la enfermedad holandesa las distancias se amplían entre los estratos de mayores ingresos perceptores de ganancias, respecto de lo que ocurre con los más ricos y pobres de los perceptores de sueldos y salarios, y de ingresos mixtos brutos. Con estos ejercicios, parece claro que la desigualdad tendería a ser mayor cuando se produce la EH con relación a los escenarios inerciales.