Implantar la urgente recuperación transformadora para el Perú
El gobierno está acosado desde diversos frentes, era lo previsible. No hubo luna de miel alguna. Nunca en nuestra historia reciente se había observado un cargamontón como el actual. Es indudable que se han cometido errores; hay que corregirlos evitando la captura del gobierno y sin ceder a la impostergable necesidad de diseñar e implantar una recuperación transformadora para el Perú.
Aunque ya se ha comentado con anterioridad, este acoso no debe conducir a que el gobierno se aísle o repliegue en un núcleo cerrado de personas y organizaciones. Es urgente que establezca alianzas con diversos actores, sectores sociales: populares, medios y empresariales; y con políticos nacionales, regionales y locales. Deben sumar y multiplicar; integrar a las personalidades progresistas y promover la participación ciudadana para construir una base social que lo retroalimente de contenidos y a la par le permita hacer frente a los embates del futuro.
Nuevos aliados
Asimismo, es imprescindible buscar aliados internacionales más allá de los que están en nuestra vecindad. Se debe aprovechar las ventajas del nuevo gobierno Demócrata de los EE.UU.; promover una relación más alineada a nuestros objetivos de desarrollo nacional con la China; aprovechar la cooperación internacional de la CEPAL, OCDE, de los diferentes organismos de la ONU y hasta del FMI, entre otros.
Otro tema importante por desarrollar es el de los canales de comunicación del gobierno con la sociedad: se trata de tener una presencia continua. Es imprescindible que cuenten con un vocero oficial que a la par informe, homogenice contenidos, recuerde prioridades y establezca las correcciones que sean necesarias. Y los más importante saber balancear la prioridad clara en la agenda de la recuperación transformadora con el manejo de la política de corto plazo.
Recuperación transformadora
La CEPAL acaba de emitir en julio un nuevo informe especial sobre las respuestas ante el Covid-19. Se trata del reporte titulado: La paradoja de la recuperación en América Latina y el Caribe, crecimiento con persistentes problemas estructurales. Este incluye un diagnóstico económico, social y ambiental de América Latina y el Caribe y se actualizan las propuestas de estrategias y políticas. Aquí nos vamos a enfocar en lo último.
Una recuperación transformadora para la CEPAL requiere que las políticas de corto plazo tengan una visión de largo plazo y sean coherentes entre sí. La recuperación transformadora y la construcción de un nuevo estilo de desarrollo se debe iniciar desde ahora y desde el diseño mismo de las políticas. Una recuperación con un cambio estructural progresivo y la expansión de la protección social y el avance hacia Estados de bienestar es su punto de partida.
Componentes principales
Ahora se plantean seis compontes principales: aprovechar experiencias internacionales; sostener las políticas fiscales expansivas; potenciar nuevas iniciativas de financiamiento para el desarrollo; mantener transferencias de emergencia; fortalecer la salud y la educación; y la reafirmación de una estrategia transformadora.
Los países desarrollados que han avanzado rápidamente en la vacunación están levantando las restricciones y están pasando de formular medidas de gasto corriente para enfrentar la emergencia a diseñar los contornos de las sociedades postpandemia.
Nueva perspectiva
El activismo político durante la pandemia ha generalizado una perspectiva en favor de políticas fiscales y monetarias expansivas a largo plazo, que suelen ir acompañadas con nuevos enfoques de las políticas productivas, el mercado laboral y el bienestar.
Asimismo, las estrategias de desarrollo para la recuperación incluyen orientaciones sectoriales específicas con énfasis en la sostenibilidad, la política industrial y una mayor autosuficiencia nacional o regional para aprovechar las tendencias aceleradas por la pandemia y adaptarse al entorno geopolítico actual.
El marco financiero plurianual de la Unión Europea para 2021-2027 implica casi el doble de los recursos del marco previo. El decimocuarto plan quinquenal de China para 2021-2025 se enfoca tanto en la construcción de un nuevo modelo de desarrollo que reconoce la importancia de fomentar el consumo interno y que el crecimiento no sea solo dirigido por las exportaciones; como en el desarrollo tecnológico, la autosuficiencia, la innovación y el despliegue de las industrias nacionales.
Otro elemento central es el programa presupuestario norteamericano que incluye recursos: 1) para apoyar a los hogares, proteger a las empresas y fortalecer el sistema de salud; 2) plan de empleo a partir del gasto en infraestructura de transporte, servicios públicos y digitales, así como manufactura e innovación, con una fuerte orientación hacia la mitigación del cambio climático; y 3) plan para las familias para reforzar el cuidado de niñas, niños, y adolescentes, programas de educación y atención médica.
El aumento de las necesidades fiscales y de la relación entre deuda y PBI ha dado lugar a debates sobre aumentos de impuestos a las personas y a las empresas. En la medida en que los mayores desembolsos fiscales se conviertan en permanentes, será necesario aumentar la recaudación de impuestos de manera progresiva. En la reunión de julio de los ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales del G20 se acordó un impuesto corporativo mínimo global. Hay también riesgos como el alza de la inflación que puede descarrilar los programas de recuperación de los países desarrollados.
Política fiscal
A pesar del deterioro en los indicadores fiscales, la persistencia de la pandemia, el lento crecimiento estructural la región, los aumentos de la pobreza y la desigualdad, y la lenta recuperación del mercado de trabajo exigen mantener políticas fiscales expansivas para continuar mitigando los efectos de la pandemia y avanzar en una recuperación transformadora con igualdad.
En el corto plazo, es necesario mantener las transferencias sociales de emergencia (como se pretende con el nuevo bono aquí en el Perú) y mejorar los ingresos laborales mediante aumentos reales del salario mínimo, negociaciones colectivas u otros instrumentos salariales. También es necesario apoyar a sectores productivos para evitar la quiebra masiva de Mipymes e impulsar políticas en favor del empleo.
La CEPAL ha identificado un conjunto no exhaustivo de sectores dinamizadores para un gran impulso inversor que permitirían avanzar hacia un desarrollo más inclusivo y sostenible. Entre estos sectores destacan el de las fuentes energéticas renovables no convencionales; la electromovilidad urbana; la universalización de la digitalización; la industria farmacéutica, en especial en lo referido a vacunas; la bioeconomía; la economía del cuidado; la economía circular, y el turismo sostenible. En el caso del Perú hay también otros proyectos emblemáticos.
Política tributaria
En el mediano plazo, según la CEPAL, se debe aumentar progresivamente la recaudación tributaria para dar sostenibilidad al gasto público, lo que requiere incrementar los impuestos sobre la renta, extender el alcance de los impuestos a la propiedad y al patrimonio (riqueza), revisar y actualizar de forma progresiva las regalías por la explotación de recursos no renovables, y considerar impuestos a la economía digital, y a bienes y servicios que causen daños ambientales o a la salud pública.
La sostenibilidad y orientación de la política fiscal requiere de nuevos pactos sociales y fiscales que contribuyan a la reactivación de la inversión, el empleo, la igualdad, el cierre de brechas de género y la acción climática. En un contexto de incertidumbre, elevada capacidad ociosa y recesión, los estímulos a la inversión privada son mínimos y la inversión pública puede y debe ser un dinamizador de la inversión total.
Política monetaria
El principal reto de las autoridades monetarias será mantener el espacio para sostener políticas monetarias expansivas mediante instrumentos convencionales y no convencionales. También será importante poner énfasis en el manejo de las reservas internacionales para responder a factores desestabilizadores que podrían acentuar la volatilidad cambiaria, llevar a una reversión en los flujos de capital o aumentar la posibilidad de crisis bancarias.
Las iniciativas de alivio de la deuda requieren cambios en la arquitectura de la deuda internacional. Es necesario un mecanismo internacional de reestructuración de la deuda soberana para hacer frente a las obligaciones contraídas con los acreedores privados, y una agencia multilateral de calificación crediticia. A la vez, la heterogeneidad de los perfiles de endeudamiento y la vulnerabilidad de la deuda hacen necesario delinear una estrategia de reducción de la deuda que no adopte un enfoque único.
Mantener transferencias
La continuidad de las transferencias de emergencia es crucial, anota la CEPAL. Los beneficios de la recuperación económica no serán suficientes para enfrentar la crisis sanitaria y social. Si los gobiernos mantienen los programas de transferencias de emergencia con montos y coberturas similares a los de 2020 (1.6% del PBI de la región en 2019), la tendencia de la pobreza y la pobreza extrema cambiaría hacia una de disminución.
La pobreza extrema se situaría en un 11.9% (0.6 puntos porcentuales menos que en 2020), y la pobreza en un 31.7% (2 puntos menos que en 2020). Aun cuando ambas disminuciones no alcanzarían para llegar a los niveles de 2019 (11.3% y 30,5%, respectivamente), son un avance en esa dirección.
El aumento de la pobreza, la inseguridad alimentaria y el precio de los alimentos destacan la importancia de mantener las medidas de protección social orientadas a garantizar la alimentación saludable a los grupos más vulnerables, como los programas de alimentación escolar y de distribución de alimentos.
La universalidad, integralidad, suficiencia y sostenibilidad de la protección social es más importante que nunca. En el marco de las estrategias de recuperación, es clave abordar opciones para fortalecer los sistemas de pensiones. A mediano y largo plazo, es necesario avanzar hacia la construcción de sistemas de protección social universales, integrales y sostenibles en el marco de sociedades del cuidado que garanticen niveles de bienestar para la población.
Es necesario promover el regreso gradual y seguro a las escuelas en coordinación con el sector de la salud. Es urgente invertir en el cuidado y el bienestar de niñas, niños y adolescentes. La región no puede perder una generación debido a trayectorias educativas truncadas y falta de acceso a condiciones básicas para la garantía de sus derechos y su bienestar.
Reafirmar transformación
Las políticas de corto plazo para superar los efectos de la pandemia deben articularse en una estrategia de cambio estructural basada en un gran impulso inversor para la sostenibilidad económica, social y ambiental. Esto implica la revisión de planes y estrategias y el fortalecimiento de capacidades para construir escenarios prospectivos y su institucionalización en la gestión pública (más planeamiento estratégico y análisis prospectivo).
Además de políticas industriales y tecnológicas para los sectores dinamizadores de la recuperación transformadora, cambiar el modelo desarrollo implica políticas transversales que busquen fortalecer las capacidades de formulación e implementación de políticas públicas y la generación de bienes públicos regionales y globales, incluido el acceso al conocimiento y a la tecnología, cuya importancia se ha visto multiplicada por el desigual acceso a las vacunas.
La integración regional comercial y productiva es crucial para apoyar la recuperación en el corto plazo y para transitar hacia un desarrollo más inclusivo y sostenible, generar motores endógenos de crecimiento y reducir su vulnerabilidad ante choques externos. Una estrategia de profundización de la integración es aún más urgente ante las tendencias mundiales, aceleradas por la pandemia, que apuntan a una intensificación de los procesos de mayor regionalización del comercio y la producción.
Los desafíos comprenden tres ámbitos que deben ser enfrentados de manera articulada: el social, el productivo y el ambiental. Una trayectoria virtuosa que combine estas tres dimensiones de la sostenibilidad exige nuevas alianzas y pactos sociales, que definirán la velocidad y persistencia en el tiempo de la recuperación. El desafío de la salida de la crisis es tanto un desafío tecnológico y productivo como un desafío social y político, en el que la búsqueda de la igualdad será determinante de sus posibilidades de éxito, finaliza la CEPAL.