El gran giro de América Latina: hacia una región democrática, sostenible, próspera e incluyente
Es el título del libro editado por la Universidad del Valle de Cali, Colombia que ayer presentaron Sergio Bitar, celebre exministro socialista chileno; Jorge Mattar, ex director de ILPES-CEPAL y Javier Medina, prospectivista colombiano. Para estos autores América Latina (AL) está en una encrucijada por la mayor crisis global en más de un siglo, pero al mismo tiempo existe una gran oportunidad que hay que aprovechar para generar un escenario próspero, incluyente y sostenible, en plenitud democrática en todos los países de la región.
El libro inicia con una carta abierta a los latinoamericanos acompañado por un mensaje relativo a que tenemos una nueva oportunidad y el propósito de fortalecer capacidades para gobernar bien. Tiene una estructura propia del análisis prospectivo en cinco capítulos planteados en términos de interrogantes. ¿De dónde venimos (la situación prepandemia)? ¿en donde estamos (problemas, riesgos y desafíos)? ¿a dónde podríamos ir (escenarios de cambio estructural)? ¿hacia dónde queremos ir (iniciativas para el gran giro)? y ¿cómo queremos llegar (ejes estratégicos)?
Más allá de estos tiempos convulsionados por las maniobras recientes de Fuerza Popular, su lectura es clave para el nuevo gobierno que asumirá la conducción del país en tiempos del Bicentenario. Aquí hay propuestas y metodologías vinculadas al quehacer de la política. Ojalá que la esperanza de muchos se concrete en un buen gobierno que atienda las urgencias del presente con una mirada sistémica enfocada en el mediano y largo plazo.
Carta abierta
Los autores ven con alarma que las secuelas de la crisis sobre el desarrollo humano y sostenible de nuestros países se podrían prolongar por décadas. Les preocupa que no hemos gestionado la crisis eficientemente y hemos sufrido un alto costo humano, económico y social. También les inquieta las amenazas que se ciernen sobre la democracia en la región.
Se requieren transformaciones efectivas y una democracia resistente que propicie la participación social para que las oportunidades se aprovechen y mejoren la calidad de vida de todos los ciudadanos. Los inspira el principio de la armonía entre libertad e igualdad y entre liberalismo político y socialismo democrático.
Abandonar viejas prácticas
Quieren llamar la atención sobre la magnitud de la crisis y la posibilidad de que empeore si no actuamos colectivamente. AL viene de un decenio perdido (2011-2020) en materia de progreso económico y social y estamos frente al peligro de otra década perdida más (2020-2030). Remontar el retroceso conlleva un esfuerzo monumental; se debe combatir la pobreza y la desigualdad en medio de la revolución digital y la defensa del planeta anotan los autores.
El cambio estructural global avanza y América Latina se rezaga. Gobernar como antes ya no es una opción. La aceleración tecnológica crea amenazas, pero también oportunidades para quienes estén alerta y preparados. Si no se actúa, los escenarios futuros pueden colocarnos en una trayectoria de degradación progresiva y, en el peor de los escenarios, distópica.
El Estado debe ser objeto de importantes reformas para servir a la democracia y encabezar la construcción de un mejor futuro para todos; convocar al diálogo social frente a problemas estructurales de largo aliento para encontrar convergencias y dirimir diferencias y, así, encaminarnos a la acción constructiva y al despliegue de nuestras capacidades para enfrentar las asignaturas históricas y los nuevos retos del mundo post-covid, y prepararnos para gobernar mejor, con visión y eficiencia.
Se debe recuperar el rumbo y alcanzar el respeto y la posición global que merece nuestra región, con una pluralidad enriquecedora, una nueva colaboración y coordinación regionales para negociar como bloque. Estos grandes desafíos son una tarea colosal que hay que empezar hoy, con estrategia, como aquella de los grandes maestros que construyeron las catedrales medievales, quienes iniciaban su labor sin saber quién la iba a finalizar, y transmitían esta fe y confianza a la siguiente generación hasta que la obra fuera concluida.
Esfuerzo fiscal
Para los autores el enfrentamiento de la pandemia en términos fiscales se viene logrando, en buena medida, a costa de la expansión del endeudamiento, externo e interno. Sin embargo, esta situación abre un nuevo debate sobre la forma de solventar a futuro el enorme déficit.
Las necesarias y urgentes reformas tributarias y la eficiencia del gasto social ocuparán los primeros lugares en la agenda de la región; más allá de nuevos acuerdos y cooperación con sistema financiero internacional. Por otro lado, los elementos principales para construir un futuro promisorio se listan el en cuadro 1.
Cuadro 1. Elementos principales para construir un futuro promisorio: el gran giro
Análisis prospectivo
El análisis prospectivo es la metodología que posibilita acercar las prioridades del pensamiento de futuro a las decisiones de los gobiernos; se vincula con la política mediante debates y consultas con las organizaciones de la sociedad civil; contribuye a los acuerdos y con ello se transforma en una herramienta para la acción.
Los retos globales y regionales son mayúsculos: la nueva revolución industrial, el cambio climático, el crimen organizado, el reordenamiento del poder geoestratégico, el debilitamiento del multilateralismo y la necesidad de repensar y reorganizar la globalización y el capitalismo.
Se deben empujar ambiciosos cambios sociales y reformas estructurales integrales para mejorar nuestra posición social, económica y democrática. Se requiere una agenda incluyente, democrática y con visión estratégica de largo plazo que surja con vigor de la crisis, que impulse a anhelar lo posible antes que desear lo probable. El destino depende de nuestra acción y no hay tiempo que perder. El futuro se puede y se debe construir colectivamente.
Prospectiva y política
La prospectiva está evolucionando. Una de sus prioridades es cómo acercar el pensamiento de futuro a las decisiones que deben adoptar los gobiernos, especialmente apremiados por las consecuencias sanitarias y económicas de la pandemia. Se trata de vincular prospectiva y política.
Para lograrlo es indispensable aplicar una metodología de consultas y debates amplios, no de un grupo de iluminados, sino con las organizaciones de la sociedad civil. Se trata de una prospectiva vinculada a la ciudadanía, que recoge sus visiones y aspiraciones. La prospectiva contribuye a los acuerdos y con ello se transforma en una herramienta para la acción.
La prospectiva también contribuye a una mejor gestión de la misión y el trabajo del gobierno. La clave está en insertar la prospectiva en los procesos de elaboración de las políticas públicas, conectar el largo plazo con el corto plazo y dotar a la política de una nueva narrativa que motive el pensamiento y la acción para el futuro lejano.
De dónde venimos
AL viene de un largo periodo de crecimiento económico lento, volátil y excluyente, generador de empleo precario que hiere la dignidad de las personas y motiva la marginación y la migración. La productividad y progreso técnico se rezagan pues no se ha priorizado la inversión en ciencia y desarrollo.
AL tiene altibajos en el avance de la democracia, inercia de la pobreza y la desigualdad, inseguridad ciudadana, una creciente presencia del crimen organizado en múltiples actividades delictivas y descontento creciente de la población.
Dónde estamos
Se transita por una de las más severas crisis de la historia de AL. Se sufren las consecuencias de la pandemia, agravadas por el desmantelamiento progresivo de los sistemas de salud pública. Suman millones los contagios y centenas de miles de muertos por covid-19, al tiempo que se desploman las economías, se elevan el desempleo, la pobreza y la desigualdad y se perciben amenazas a la democracia en algunos países.
Aún es incierto cuánto tiempo más durará la crisis que se enfrenta de manera ineficiente, desordenada y sin coordinación (como en muchas partes del mundo), lo que llama a revitalizar la cooperación regional en el mundo.
A dónde podremos ir
Los escenarios son muchos y diversos. Entre ellos se distingue: no hay giro, giro sin rumbo, giro catastrófico y giro pleno virtuoso. Se corre el riesgo de mantener las tendencias de largo plazo que han caracterizado a la región en los últimos cincuenta años, que no consolidan los avances de la democracia y el desarrollo incluyentes. Hoy más que nunca, el escenario catastrófico se puede materializar si no se actúa. Se corre el riesgo de rendición del Estado frente al crimen organizado en vastos territorios de nuestros países.
Si se quiere materializar un futuro deseado para nosotros y las generaciones por venir, se debe actuar con todos los actores sociales. De otra forma, las tendencias que se venían acumulando en el último quinquenio pueden perpetuarse y engendrar más pobreza, desigualdad y desempleo, mayor marginación y menos democracia.
A dónde queremos ir
Se aspira a un escenario de prosperidad, democracia, equidad e inclusión, en el marco de las grandes transformaciones globales que se está atestiguando y en las cuales AL debe abandonar su papel pasivo que no aprovecha las oportunidades y solo sufre las consecuencias de una globalización excluyente.
El escenario deseado se caracteriza por la consolidación de una democracia social, con justicia y empleo digno, respeto a la diversidad, equidad en todas las dimensiones, seguridad pública y un Estado proactivo, promotor del desarrollo, democrático y eficiente, que convoca a la construcción del futuro deseado por todos.
Cómo podemos llegar
El camino al escenario deseado es arduo y se debe perseverar en el esfuerzo, con grandes acuerdos nacionales, con participación amplia, discusión democrática, claridad de objetivos y definición de una estrategia de largo plazo que se ejecute con la participación activa y democrática de todos los actores sociales.
La política pública, la planificación y la prospectiva, la recuperación de las funciones básicas del Estado y la activa participación de la ciudadanía en todas las fases del esfuerzo son fundamentales para la materialización de un mejor porvenir para todos señalan los autores.
Nota final
Esta nota es a título personal y no refleja necesariamente la posición institucional de la Universidad del Pacífico.