Perú Libre: plan de gobierno en lo económico y social en tiempos de pandemia
Nuevamente los resultados de la votación del domingo pasado sorprendieron a gran parte de la ciudad de Lima. Repetimos el error de ignorar al Perú real y de no haber avanzado en una reforma que haga frente a la fragmentación política. Tendremos una segunda vuelta con dos candidatos que no llegaron al tercio de los votos válidos; mientras que los otros dos tercios votamos por otras opciones. Asimismo, con un Congreso fragmentado.
La primera mayoría de Perú Libre es un recordatorio de la realidad de nuestro modelo económico que mantiene muchas regiones, provincias y distritos a una gran distancia del progreso relativo de áreas específicas de nuestra capital. Nos recuerda la pobreza, no la ficción de la medición monetaria oficial; también de las elevadas desigualdades en diversas esferas (económicas, sociales y en servicios de toda índole). Es un baldazo de agua para quienes olvidaron que un tercio de la población no tiene agua potable ni desagüe y vive sobre piso de tierra; ni menos servicios públicos cercanos y de calidad en tiempos de pandemia.
Proyecto País
Esta campaña electoral debe generar enseñanzas para todos los grupos y partidos políticos. La dispersión y el fraccionamiento benefició al autoritarismo fujimorista. Había muchos mini partidos; se marginaron las opciones de centro y progresista. A esta última le faltó quizás más cercanía con la gente y que la agenda de derechos más urbana no se correspondía con las preocupaciones de los ciudadanos del denominado Perú profundo.
Somos un país fragmentado con elevadas desigualdades. Urge construir un nuevo pacto social que nos integre. Se necesita una nueva visión de país como concreción sintética de un Proyecto Nacional o de Patria. En el Perú de hoy no existe proyecto colectivo. Se necesita como afirmaba Gonzalo Portocarrero (2015) la construcción de un relato que despierte entusiasmo, amor propio, un cierto, sano, narcisismo colectivo.
A los poderes económicos y mediáticos (y sus allegados) hay que recordarles que sus campañas de destrucción de los partidos políticos de centro y progresista contribuyeron a polarizar más la sociedad. El precio de las campañas de terruqueo y contra el populismo nos colocan en una situación extremadamente difícil y compleja. Estos grupos de poder lo quieren todo; su ceguera quien sabe a dónde nos pueda llevar. Nada está dicho para la segunda vuelta.
Plan de gobierno
La propuesta de plan de gobierno de Perú Libre se encuentra disponible en el Jurado Nacional de Elecciones (JNE). Hay dos versiones, la amplia firmada por el Secretario General y jefe de la Comisión de Plan de Gobierno del partido Perú Libre y una versión resumen, quizás más cercana al candidato Pedro Castillo.
En esta nota abordaremos ambas versiones; asimismo las primeras declaraciones a la prensa en torno a su plan de gobierno. En positivo hay que destacar su llamamiento al diálogo con las fuerzas sociales y las políticas que fueron derrotadas en las elecciones. Al momento, ya hay respuestas positivas de algunos de estos grupos. El diálogo y la concertación es imprescindible por el bien de todos. En economía no cabe repetir lo mismo de siempre pero tampoco un salto que podría ser al vacío.
Versión resumen
En la versión resumen del plan de gobierno se muestran tres propuestas en el campo social, económico, natural (medio ambiente) e institucional. Se plantean objetivos y en algunos casos algunos de sus medios. Obviamente, no estaríamos en desacuerdo con estos objetivos.
En lo económico se tiene como objetivo fomentar un crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible; Asimismo, se propone logar empleo pleno y productivo, y con trabajo decente para todos. Se defenderá el derecho en el trabajo y el derecho después del trabajo; así como la seguridad social con carácter universal que les una vida digna.
Por otra parte, se plantea fin al hambre, la seguridad alimentaria, mejor nutrición y promover la agricultura sostenible. Implantar una política agraria como seguridad nacional que tendría una agenda el incremento del presupuesto, tecnificación y promover mercados internos y externos. Asimismo, modificar la asignación presupuestal hacia las regiones y municipios; prohibir la privatización del agua y empoderar a las juntas de aguas o de riego; y eliminar sueldos dorados del Estado.
Propuestas sociales
Se propone una salud pública orientada a los intereses del pueblo, con suficientes recursos asignados del presupuesto público. Implantación y modernización de los medios de diagnóstico para cada región mejorando la capacidad y calidad de atención en la salud pública.
Asimismo, se procurará alcanzar una educación de calidad inclusiva y equitativa, y promover las oportunidades de aprendizaje permanente para todos. La asignación presupuestal debe incrementarse al 10% del PBI. También garantizar mejor infraestructura, equipamiento y el aumento de sueldo para los maestros.
Medio ambiente
En la versión resumen, la defensa y conservación del medio ambiente constituye para el socialismo una de las columnas centrales a diferencia de lo que ocurre en el neoliberalismo.
Las regiones deben elaborar con autonomía real su propia Zonificación Económica Ecológica (ZEE), sin injerencia del gobierno central; demarcar sus áreas protegidas e intangibles, áreas hídricas, agrícolas, de residuos sólidos, de recursos naturales explotables y no explotables, entre otras, bajo el control ciudadano, preservando el medio ambiente.
Plan extenso
El documento amplio tiene 21 capítulos y 77 páginas, llevando la firma de Wladimir Cerrón. El primer capítulo se refiere a la naturaleza del partido. El segundo plantea una nueva constitución política. El tercero un nuevo régimen económico. El cuarto una escuela pública orientada a la liberación. El quinto una salud pública orientada a los intereses del pueblo. El sexto trata sobre la política de transporte y medios de comunicación.
La política agraria como seguridad nacional está en el séptimo capítulo. La política medio ambiental está en el octavo; mientras que la cultura y turismo está en el noveno y la descentralización en el décimo. Los otros capítulos corresponden a la política laboral, anticorrupción, seguridad ciudadana, derechos humanos, justicia, mujer socialista; sobre las principales fuentes de riqueza, soberanía, postura frente al empresariado privado, derechos sobre el mar territorial y la política exterior.
El partido
Perú Libre se autodefine como una organización de izquierda socialista que reafirma su corriente ideológica, política y programática. Para ser de izquierda se necesita abrazar la teoría marxista y, los postulados mariateguístas, y bajo su luz interpretar todos los fenómenos que ocurren en la sociedad mundial, continental y nacional, sus causas y efectos, y a partir de ese diagnóstico plantear criterios de solución que conlleven a la satisfacción de las mayorías.
Perú Libre tiene principios claros, es democrático, descentralista, internacionalista, inclusivo, soberano, humanista y antimperialista. Practica cinco principios para el logro de sus objetivos: unidad, compromiso, identidad, decisión y acción. Por más que invoque paradigmas internacionales no es antagónico a la praxis y aspiraciones de nuestros pueblos originarios.
Para ellos ser de izquierda significa: ser defensor del medio ambiente, luchar a favor de la paz mundial y poner cualquier avance tecnológico o social al servicio de la humanidad. El Partido va en busca de una nueva sociedad, más equitativa, más justa, que rescate a sus hijos de la esclavitud moderna en sus diversas variantes y métodos.
Nuevo Estado
Se propone un Estado regulador del mercado, descentralizado, fuerte y con facultades de interventor, planificador, innovador, empresario y protector. Un Estado redistribuidor de riqueza que favorezca al empresariado nacional que mejore los salarios. Un Estado industrializador generador de valor agregado, inversiones y empleo. Un Estado nacionalizador soberano que fortalezca la economía interna invirtiendo sus capitales localmente.
Un Estado revisor de contratos que permita su revisión, renegociación o anulación. Un Estado sin deuda externa que genere recursos internos a partir de la soberanía de sus recursos con menor endeudamiento externo y superávit fiscal. Un Estado que prioriza la demanda interna sin descuidar la externa; Un Estado estabilizador que prefiera la estabilidad microeconómica del hogar sin descuidar la macroeconomía; y un Estado soberano que peruanice la economía del país.
Nuevo pluralismo económico
Perú Libre plantea la Economía Popular con Mercados en contraste a la Economía Social de Mercado, donde se libera al Estado para que pueda crear empresa y competir equitativamente con el empresariado privado.
Las empresas privadas pueden competir libremente entre ellas y con el sector público. La exclusividad del manejo de algunos recursos estratégicos solo puede ser reservados para el Estado peruano en salvaguarda de los intereses nacionales en materia de economía, soberanía, seguridad, energía, alimentación y otros que lo ameriten.
Renegociar contratos
Hay que revisar y renegociar contratos y concesiones. La intención de Perú Libre es invertir esa proporción del reparto de utilidades o ganancia a favor del Estado peruano, es decir, que el Estado se haga acreedor del 70% u 80% y el privado transnacional del 30% o 20%.
Asimismo, como medida no descartada frente a no aceptar las nuevas condiciones de negociación, el Estado peruano debe proceder a la nacionalización del yacimiento en cuestión de los sectores mineros, gasíferos, petroleros, hidroenergéticos, comunicaciones, entre otros. En algunos casos solamente debe recurrirse a la nacionalización y no la estatización, indemnizando al privado lo invertido y administrando el total de las utilidades generadas, industrializando el país, generando empleo, fortaleciendo los sectores estratégicos (educación, salud, agricultura, defensa, entre otros) y sosteniendo los programas sociales.
Sin embargo, más adelante se señala que la estatización o nacionalización de los principales yacimientos mineros, gasíferos, petroleros y centros energéticos, es lo que garantizará dar uso a nuestros recursos con la soberanía del caso.
Extractivismo responsable
Perú Libre está en desacuerdo con el medioambientalismo fundamentalista (post extractivistas radicales) que creen que superar el extractivismo es dejar de aprovechar nuestros recursos naturales no renovables. Un país como el nuestro solo tiene la oportunidad de salir del subdesarrollo gracias al extractivismo sostenible y responsable como alternativa ante el extractivismo neoliberal irresponsable e insostenible.
República Federal y plurinacional
Se propone una República Federal. Esto implica una amplia descentralización política, administrativa, económica, fiscal, tributaria, jurídica, policial, vial, entre otras, que convierte a los gobiernos regionales en estados federados, siendo la primera y la última instancia en la toma de decisiones correspondientes a su jurisdicción, permitiendo solo en caso expreso la intervención del nivel nacional.
Declaraciones recientes
A mediados de semana el candidato insistió en que es imprescindible recuperar los derechos constitucionales del pueblo; se habló del fortalecimiento, incluso presupuestal, de las rondas campesinas para que fiscalicen a los gobiernos regionales y municipales.
Asimismo, renovó su compromiso de impulsar una Nueva Constitución Política, llevar a cabo una segunda reforma agraria con presupuesto para los agricultores y la nacionalización de los recursos estratégicos. Se señaló que el gas de Camisea; así como el oro, la plata, el uranio, el cobre y el litio que acaban de entregarse a otros países tienen que ser para los peruanos.
Aseveró que acabará con los sueldos dorados, empezando por el de él mismo viviendo con el de un maestro. También impulsará una reducción de los sueldos de los congresistas a la mitad. Por otra parte, mejorará la recaudación y luchará contra la corrupción. Se va a exigir a la Sunat que cobre las grandes deudas con el Estado. Por último, descartó hacer una hoja de ruta como lo hizo Humala.
Primera impresión
La versión extensa del Plan tiene muchos elementos relevantes; también otros polémicos y discutibles que se podrían mencionar. En la propuesta faltan temas como la lucha contra la pandemia; profundizar en la diversificación productiva, la reforma institucional y del Estado, la política fiscal (incluida la tributaria) y monetaria, la transición ecológica, enfrentar la restricción externa, entre otros.
Se retoma la experiencia no fallida de Bolivia y algunos elementos del Ecuador. La primera interrogante que surge es que si a estas alturas del camino (de los modos, prácticas e intereses en juego) se puede virar radicalmente el timón. Asimismo, si esto es viable y sostenible en el tiempo como mejor alternativa para todos los ciudadanos de nuestro país. Estamos al filo de la navaja. Hay todavía mucho por escuchar, profundizar y debatir.