Bolivia: Fundamentos y propuestas económicas del nuevo gobierno
Es triste contrastar los avances que se observan en países vecinos como Bolivia y Chile, el retorno a la civilidad de EE.UU. respecto de lo que ocurre en el Perú; nuevamente estamos al filo del abismo. Las difíciles circunstancias sanitarias y económicas exigían una mayor responsabilidad de nuestros congresistas, pero desafortunadamente predominó la revancha y las ambiciones personales. No exoneramos de partida al presidente M. Vizcarra, pero la oportunidad para investigarlo mediante un debido proceso, y en su caso juzgarlo, debía postergarse hasta el fin de su mandato. Esta lamentable situación demuestra claramente también la urgencia de modificar nuestra Constitución Política no solo en temas económicos, sino revisar el balance de poderes, la causal de vacancia, el orden político y la institucionalidad en general.
Mientras esto ocurre aquí en Bolivia se retorna a la democracia con un apoyo abrumador en primera vuelta del 55% de los electores. El domingo pasado asumió Luis Arce como nuevo presidente del Estado Plurinacional de Bolivia y el excanciller David Choquehuanca como su vicepresidente. El discurso de toma de posesión fue de unidad y esperanza, no lo que señalan en el decano de la prensa nacional que lo califica como un duro mensaje. Luego, de los saludos correspondientes a los mandatarios extranjeros y de un repaso breve de las acciones fallidas del gobierno de facto se anotó que a partir del 8 de noviembre se iniciaría una nueva historia en dicho país. En esta nota se analizan tanto el discurso de toma de mando como las propuestas económicas que podrían ser relevantes para nuestro país.
Unidad nacional
El presidente Arce anotó que esta nueva historia se trata de lograr con un gobierno que sea para todas y para todos, sin discriminación de ninguna naturaleza. Se busca en todo momento reconstruir la patria en unidad para vivir en paz. Se reitera que la democracia es un valor fundamental de los pueblos; es la que expresa de manera inequívoca la voluntad de la población y el eje ordenador de la institucionalidad y de la sociedad. Se rechaza la democracia excluyente, mutiladora de la plurinacionalidad, en la que no participen aquellas mayorías que con el esfuerzo de su trabajo hacen posible la Bolivia de todos los días.
Se asume el mandato de la población para trabajar incansablemente y con humildad por la reconstrucción de la patria, y se compromete a rectificar lo que estuvo mal y a profundizar lo que estuvo bien. En las elecciones pasadas triunfó la democracia intercultural, triunfó la democracia que permite la deliberación y organización desde abajo y triunfó la democracia que traduce esa voluntad, esa fuerza creativa a través del voto, pero democracia es también materialización de los derechos contenidos en la Constitución Política del Estado.
Democracia con derechos
Es inútil elegir autoridades si a la vez el pueblo al que se debe la democracia está privado de los derechos fundamentales, como los de acceso a la salud, a la educación, al trabajo, a los ingresos y a la vivienda. La democracia es tener el derecho de disfrutar de la riqueza que es para todos y no para unos cuantos, y eso se va a profundizar en el Gobierno: la redistribución del ingreso, los bonos siempre irán de la mano de la política económica. Se trabajará entre todos para recuperar los niveles de crecimiento que el gobierno de anterior destruyó, y esto se hará reduciendo la pobreza, así como las desigualdades económicas y sociales. Esos son los principios que guían el modelo económico social comunitario productivo (MESCP) que se retomará en Bolivia.
El presidente señala que se dará continuidad a la construcción de una economía plural y diversa que recupere, fortalezca y promueva todo el potencial, iniciativas y capacidades de Bolivia desde lo comunitario de los pueblos originarios y campesinos, lo estatal, privado, cooperativo y de la amplia diversidad y cultural. Se requiere esfuerzo y movilización sincronizada entre la sociedad civil y todos los órganos del Estado, entre el sector público y el sector privado; así, como entre las diferentes agrupaciones políticas. A pesar de las diferencias se procurará unidad, paz y certidumbre; un ambiente seguro y estable. Unidad y complementariedad entre oriente y occidente, entre el campo y la ciudad.
Estrategia económica 2006-2018
Según el programa de gobierno la transformación del país atravesó por tres fases: La primera fase permitió reordenar la sociedad, la política y la economía; se logró la nacionalización de las empresas estratégicas lo que permitió contar con mayores recursos económicos para la implementación del MESCP; la nueva Constitución Política brindó la oportunidad de contar con un marco legal que permitió desmontar el Estado colonial existente y, a su vez, generar un amplio proceso de inclusión y participación.
En la segunda fase se consolidó el modelo económico con la finalidad de profundizar la redistribución de la riqueza mediante el permanente aumento de los ingresos de los hogares, los bonos, las políticas de protección social, los programas para garantizar el acceso y la producción soberana de alimentos estratégicos, los fondos para los pequeños productores, las políticas de vivienda y servicios básicos, y el mayor acceso al financiamiento (vivienda social y créditos productivos).
Por último, la tercera fue la fase de arranque de la industrialización selectiva: Bolivia entró en la era satelital, se inició la industrialización de los hidrocarburos y del litio, y, además, se avanzó significativamente en la red de caminos. Con la puesta en marcha del Plan de Desarrollo Económico y Social en 2016 se decidió profundizar el proceso de industrialización y transformación de la matriz energética del país. Se invirtió en grandes proyectos de generación de energía eléctrica y diversificar las fuentes de ingresos en el mediano y largo plazo. Se prosiguió con el proceso de industrialización selectiva a través del desarrollo del complejo del litio, que permitirá que el país cuente con recursos en el largo plazo y llevará a innovar en las formas de asociación para la explotación de los recursos naturales con soberanía, dando así sostenibilidad al Modelo Económico vigente.
Aporte constitucional
La Constitución Política elaborada por una Asamblea Constituyente ad hoc y ajustada por el Congreso nacional fue aprobada mediante un referéndum para luego ser promulgada por el presidente en 2009.
Esta estableció, según la propuesta de gobierno, cuatro orientaciones básicas: 1) La economía plural, que reconoce, en pie de igualdad, todas las formas de organización económica de Bolivia. 2) Las autonomías territoriales y las autonomías indígenas originario campesinas, que descentralizan los recursos y el poder político a los territorios. 3) La democracia intercultural, que garantiza no sólo la democracia representativa, sino también la democracia directa mediante el referéndum y la democracia comunitaria. 4) La presencia de las naciones y pueblos indígena en la estructura del poder estatal.
Agenda del Pueblo
Es el nombre de la propuesta de plan de gobierno que se presentó en la campaña electoral boliviana, con el añadido que se trata de una plataforma para el Bicentenario de la República. El documento tiene cinco secciones principales: los avances obtenidos durante el periodo 2006-2018; el nuevo contexto internacional (por cierto pobre en cuanto a su contenido); la participación como eje central; las cuatro áreas prioritarias y los trece pilares para continuar el camino.
Las cuatro prioridades del gobierno se observan en el gráfico 1, mismas que corresponden a la inclusión y bienestar para todos los bolivianos (fin último de la propuesta); oportunidades económicas y empleo digno (transformando las mejoras productivas en mejores fuentes de trabajo); y el Estado al servicio de la sociedad (más justicia y seguridad; menos corrupción y burocracia) y la agenda ambiental (desarrollo con respeto a la Madre Tierra).
Gráfico 1. Prioridades de la Agenda del Pueblo para el Bicentenario
Fuente: MAS-IPSP (2020).
Los trece pilares del programa consisten en erradicar la pobreza extrema; universalización de los servicios básicos (agua, alcantarillado y saneamiento básico, telecomunicaciones, electricidad, transporte, vivienda, conexiones de gas domiciliario); salud, educación y deportes; soberanía científica y tecnológica; soberanía comunitaria y financiera; soberanía productiva con diversificación; empleo para una vida digna; y soberanía sobre nuestros recursos naturales (hidrocarburos, minería, energía).
Asimismo, se plantea la soberanía alimentaria (alimentación, nutrición y producción de alimentos); soberanía ambiental con desarrollo integral (preservación de la diversidad natural y manejo integral de los residuos sólidos); integración complementaria de los pueblos con soberanía; soberanía y transparencia en la gestión pública (transparencia, lucha contra la corrupción, justicia, seguridad ciudadana, lucha contra el narcotráfico, régimen penitenciario y defensa); disfrute y felicidad (la estrategia para alcanzar una sociedad solidaria y respetuosa y para promover el uso de prácticas comunitarias. Por último, el reencuentro soberano con la alegría, felicidad, prosperidad y el mar (ver gráficos 2 y 3).
Visión de Futuro
Se señala que se quiere una Bolivia en la que las nuevas generaciones, todos los hombres y las mujeres jóvenes que crecieron junto al proceso de cambio, encuentren un lugar en su patria, que puedan acceder a un empleo digno y a oportunidades económicas, que cuenten con formación de calidad y que gocen progresivamente de servicios universales.
El futuro es la diversificación económica, la modernización del aparato productivo, la generación de empleo y el afianzamiento de los derechos ciudadanos. Se consolidarán los procesos de industrialización iniciados e incursionarán en nuevos rubros, priorizando el desarrollo de las ramas más modernas de la economía. Se proporcionará apoyo a los jóvenes en sus esfuerzos por integrarse a la industria del software y la economía digital, explorando las posibilidades de la inteligencia artificial y la energía nuclear con fines pacíficos, sin descuidar a los actores tradicionales de nuestra economía plural, como los pequeños productores del área urbana y rural.
Diversificación e industrialización
A la par de garantizar y aumentar los logros sociales se plantea que es necesario acelerar el proceso de industrialización de las materias primas, impulsando los proyectos de cambio de la matriz energética, industrialización de los recursos evaporíticos (asociados al litio) e hidrocarburíferos, para conformar una industria básica en el país: química, siderúrgica, petroquímica; además, se necesita una política de sustitución de importaciones, de diversificación e incremento de los volúmenes de exportación, con la intención de fortalecer la generación de divisas.
Se propone avanzar en la modernización y ampliación del aparato productivo, con el propósito de seguir generando el excedente que será la base para cumplir con las tareas que se plantean en las cuatro áreas estratégicas de la agenda del Bicentenario. El aprovechamiento de la reserva de litio, la más grande del mundo, es una realidad palpable. La meta es especializarse e insertarse en los primeros eslabones de la industrialización de baterías, en un mundo que tiene el reto de abandonar los combustibles fósiles.
Se profundizará la diversificación de la matriz energética, un proceso que va de la mano de la transformación de la economía. Este año se iniciaría con la exportación de energía eléctrica a la Argentina. Se debe multiplicar esta iniciativa para convertir la energía en el tercer ramo de exportación. El proceso de sustitución de importaciones ya se inició con la producción de etanol y continuará con la producción de biocombustibles (biodiésel), la ampliación de la producción de trigo, frutas, legumbres y otros alimentos, para garantizar la seguridad con soberanía alimentaria.
La visión estratégica también incluye la transformación del país en un centro de transporte de la región. Las iniciativas del tren bioceánico, un hub aéreo y el desarrollo de hidrovías internas, son los ejemplos más importantes en este campo; gracias a estas iniciativas, se incursionará en nuevas actividades de servicios, logística y transporte. Asimismo, se incrementará las intervenciones de apoyo a los pequeños y medianos productores de todo el país, con programas de articulación entre los ámbitos productivos urbanos y rurales.
Algo más
Son innegables los avances que tuvo Bolivia entre 2006 y 2019. También nos alegra que el nuevo gobierno tenga una visión clara de lo que se debe hacer hacia adelante y que enfrenten con sabiduría los nuevos retos. Ojalá tuviéramos en el Perú mayor claridad, consensos y rumbo.
Gráfico 2. Tasa de crecimiento PBI real y PBI per cápita Bolivia 1960-2019 (%)
Fuente: elaborado por Gerardo Jiménez del WDI del Banco Mundial (2020).
Gráfico 3. Evolución del Indice de Desarrollo Humano Bolivia y grupos 1980-2019
Fuente: elaborado por Gerardo Jiménez del PNUD (2020).