Errores, omisiones y propuestas económicas en tiempos del Covid-19
Hay que saludar las propuestas recientes del Acuerdo Nacional de finales de mayo y de la semana pasada. Desafortunadamente, no han contado con la difusión adecuada en los medios de comunicación. La primera de ellas denominada “Perú hambre cero” señala que no solo es indispensable que la población cuente con los medios para evitar contagios, sino que se debe procurar que todos tengan agua potable y alimentación saludable. Insisten en que se deben perfeccionar y agilizar la identificación y entrega de recursos a las poblaciones vulnerables, promover e impulsar la compra de producción agrícola y de la producción nacional, entre otras.
En la misma dirección el pasado 4 de junio se publicó unas propuestas de medidas para la reactivación económica y la preservación de la salud. Se presentan cuatro conjuntos de iniciativas siendo las de desarrollo del mercado interno, generación de empleo y del sector agrario las más novedosas. En estas se destaca establecer programas de compras nacionales, para Pymes, zonas alto andinas y amazónicas. Asimismo, diseñar e implementar estrategias para formalizar el trabajo, incluido el autoempleo y para crear empleo digno. Crear un comando de emergencia agroalimentaria y recursos para la agricultura familiar. El gobierno debe comenzar a actuar.
Han pasado casi 90 días desde la suspensión de actividades no esenciales. Las buenas intenciones y el significativo trabajo realizado por nuestras autoridades son evidentes. Sin embargo, no se debe olvidar el Estado mínimo promovido por el neoliberalismo y capturado por los grupos de poder económico, los serios problemas estructurales e institucionales que impiden mostrar una definitiva contención de la pandemia. Es momento de realizar una evaluación más integral y establecer nuevas propuestas sobre el tema.
Algunas omisiones
Es indiscutible la velocidad en que se generan los acontecimientos, pero también destaca la falta de una visión integradora. En el cuadro 1 se anota que la reactivación productiva que se propone es más de lo mismo. Ni la diversificación productiva ni la transición ecológica aparecen por la inercia de siempre. No hay prioridades a la par que el sector agrícola de economía campesina y el desarrollo del mercado interno siguen ignorados.
Ya hemos mostrado evidencia internacional de que la ruta actual de insistir en los mismos productos mineros enfrenta serias limitaciones. Tampoco hubiera estado mal acudir a algunas medidas no ortodoxas como la limitación de los desalojos y otras como créditos a la palabra a cambio de la formalización que están aplicando en otras economías de la región.
Cuadro 1. Algunas omisiones en las políticas económicas
Errores a la vista
El gobierno ha sido excesivamente laxo y concesivo en términos de la recaudación tributaria, olvidando que la mayoría de las empresas gozaba de una buena situación financiera antes de la pandemia. Efectivamente, la reducción del PBI en actividades no esenciales ha sido significativa. La caída reportada en marzo por el Inei fue de 16.3% respecto del mismo periodo del año anterior. Se espera al menos una contracción al doble para abril y mayo; pero menor a la reducción de los ingresos tributarios reales del gobierno del 41.2% y de 39.6% de los tributos internos reportados por la Sunat en abril respecto del mismo mes de 2019. Mientras en el Perú se es excesivamente “flexible” en México el gobierno se está dedicando a recuperar importantes adeudos históricos de las empresas.
El gobierno debió condicionar los apoyos a empresas a un compromiso de mantenimiento de las plantillas laborales; lo hizo tardíamente con los subsidios a la planilla, pero no con los fondos de Reactiva Perú. Asimismo, es erróneo haber ampliado los fondos hasta S/. 60,000 millones sin haber realizado una evaluación pormenorizada de la asignación de los primeros S/. 30,000 millones que se canalizan principalmente a través de la banca comercial. Los reportes parciales a la fecha revelan la entrega de recursos a muchas Pymes, pero una gran concentración por montos en las grandes empresas de Lima.
En el cuadro 2 se anotan otros errores destacando el estar acudiendo a financiamiento externo cuando se deben aprovechar en primer lugar las fuentes internas. Este no debería utilizarse para gastos corrientes, sino para sustituir deuda de mayor costo. Otro tema delicado es que los grupos de poder económico están aprovechando la actual coyuntura para establecer una agenda acorde a sus intereses particulares como la postergación de la entrada en vigor de la ley de evaluación ex ante de fusiones y adquisiciones empresariales de agosto de 2020 hasta marzo de 2021. Desafortunadamente, como estaremos en campaña electoral es probable que se vuelva a postergar. Las excusas nunca faltan mientras las grandes empresas devoran a las medianas y pequeñas en perjuicio de los ciudadanos. Otra norma desatinada ha sido la elevación de las tasas de depreciación que tiene como principal impacto la reducción de la renta imponible de las personas jurídicas.
Cuadro 2. Algunos errores de la política implantada
Implantar nuevas políticas
La emergencia económica detonada por el Covid-19 obliga a ajustar la política económica tanto en el corto plazo y como para el mediano plazo. La construcción de estas propuestas debería considerar los límites, errores y omisiones antes señalados. En el cuadro 3 se presentan las más importantes. En primer lugar, habría que invertir todos los recursos obtenidos de la emisión de bonos por US$ 3,000 millones en mejorar la infraestructura del sector salud; habría que pensar en una nueva red descentralizada de hospitales para la atención en el primer y segundo nivel. A la par habría que establecer que el programa de contención y de reactivación sea financiado por fuentes internas; en particular utilizando los recursos del Fondo de Estabilización Fiscal por alrededor de US$ 5,000 millones, los ahorros (depósitos netos) del gobierno en el BCRP que al 31 de mayo ascienden a S/. 59,066 millones y la mayor recaudación de impuestos internos.
Hemos propuesto una contribución extraordinaria inmediata a los ingresos netos del 5% y 10% que se aplicaría sobre la renta neta imponible del año 2019 sobre 220 UIT y 2,200 UIT de personas naturales y con las mismas tasas para las empresas jurídicas sobre 2,200 UIT y 22,000 UIT respectivamente. En artículos previos hemos comentado la pertinencia de establecer este tipo de tributos de acuerdo a lo planteado por J.M. Keynes. Asimismo, la evidencia histórica internacional muestra que es en los tiempos complejos (después de la Primera Guerra Mundial y en la Gran depresión de los 30) en que se ha elevado la progresividad del impuesto a la renta, al patrimonio y a las herencias.
Habría que establecer una nueva ronda de transferencia de bonos a la población por un mes adicional. Se debería evaluar si resulta mejor entregarlo a todos los adultos peruanos y residentes extranjeros en el Perú exceptuando a los asalariados y propietarios de altos ingresos por un monto de al menos S/. 380. También es imprescindible vincular no solo los subsidios, sino Reactiva Perú a compromisos de mantenimiento de la plantilla laboral. Por otra parte, es imprescindible reorientar Reactiva Perú, antes que se vayan a malgastar todos sus recursos, de acuerdo a prioridades como la diversificación productiva, transición energética y considerando una rigurosa evaluación financiera previa. Se deben asignar mayores recursos a las Mypes, pequeña agricultura, programas de desarrollo local y rural.
Cuadro 3. Propuestas de medidas económicas en el corto plazo
En el caso de las políticas económicas para el mediano plazo se debe rehabilitar la importancia del planeamiento estratégico y del Ceplan; lograr una nuevo consenso económico, social y ambiental sobre la lista de temas concretos que presentamos a finales de mayo. Las propuestas para la reestructuración tributaria y justicia fiscal implicarían subir la presión tributaria de 16.4% al 23.1% del promedio de América Latina, entre otras, a través de la eliminación de exoneraciones tributarias y regímenes especiales como el de dividendos, retornar al régimen de regalías al sector minero de acuerdo a las ventas o la producción bruta, impuestos ecológicos y a las herencias sobre la base de prácticas internacionales, combatir en serio la evasión y elusión, y un nuevo tratamiento a las operaciones con paraísos fiscales.
Algo Más
Para lograr el objetivo de más y mejor Estado en balance equilibrado con el Mercado hay que retomar la agenda de transformar la estructura institucional del Estado; crecer y transformar la estructura productiva otorgando un nuevo rol a la ciencia, tecnología e innovación. Actuar procurando una sociedad sin desigualdades extremas; promoviendo una economía más competitiva; recuperar la seguridad alimentaria y energética, entre otras.