Covid-19: ¿amortiguador o detonante?
Es evidente que el Coronavirus (Covid-19) genera serios impactos sobre las condiciones de salud y de vida de la población mundial. A mitad de semana se contabilizaron más de 90,000 casos y 3,000 personas fallecidas. Las cifras suben día a día a la par que el virus se esparce geográficamente. La OCDE acaba de reducir las proyecciones de crecimiento de la economía mundial de 2.9% en 2019 a 2.4% en 2020, mientras China solo crecería 4.9% respecto de 6.1% del año anterior. Por el momento, solo se cuentan con previsiones de menor crecimiento para Argentina y México, mientras que Brasil al parecer no sería muy afectado. Sin embargo, cabe discutir si el Covid-19 era imprevisible (cisne negro) y cuáles podrían ser sus impactos a la luz de la evaluación previa de Roubini y Rosa (2018) quienes plantearon la probabilidad de una nueva crisis financiera internacional en 2020. ¿La amortigua o la detona?
Si se analizan los mapas de riesgos y tendencias globales que elabora anualmente el Foro Económico Mundial la posibilidad de “enfermedades infecciosas” estuvo siempre presente como un riesgo social moderado. Los empresarios, directivos y políticos priorizaron su impacto para los próximos 10 años en el reporte de 2020 hasta el lugar 3 de los riesgos sociales y el 10 en la lista general. Las “enfermedades infecciosas” solo son antecedidas en importancia por la crisis del agua y alimentaria, ganando posición respecto de las migraciones, los fracasos del planeamiento urbano y la inestabilidad social. No es un cisne negro. Los tres primeros lugares del ranking general los tiene el cambio climático, las armas de destrucción masiva y la destrucción de la biodiversidad.
Roubini y Rosa hicieron un recuento de factores que podrían generar una nueva crisis financiera internacional en 2020 similar a la de 2008-2009. La lista fue larga. Las políticas de estímulo fiscal actuales se agotarían por problemas fiscales. La economía norteamericana se está sobrecalentando, razón por la cual se aceleraría la elevación de la tasa de referencia de política monetaria, que se generalizaría, provocando la desaceleración de la economía mundial. A este panorama se sumó las disputas comerciales que impactarían negativamente en el crecimiento económico global y elevarían las presiones inflacionarias. A la par del menor crecimiento de EE.UU. se agregaría el de Europa y China. Por otra parte, la efervescencia de las bolsas de valores de EE.UU. y del mundo, los altos valores de los bonos y de otros activos como las viviendas son un reflejo de mercados sobrevaluados y formación de burbujas que se retroalimentan por los elevados niveles de endeudamiento de empresas, gobiernos y personas. Una vez producida la corrección habría más riesgo de iliquidez y ventas a precios de remate con inflaciones elevadas que neutralizarían las posibilidades de acción de los bancos centrales. Una guerra de EE.UU. con Irán, en el marco electoral 2020, agravaría los problemas limitando los márgenes de acción de la política fiscal.
El Covid-19 afecta el tránsito de personas y el tráfico de bienes, servicios y capitales aislando a las economías que ahora están más articuladas que antes. Disminuye la demanda y la producción con los efectos multiplicadores negativos sobre el empleo y los ingresos. De manera anticipada se afectan los mercados de valores, de capitales y financieros. Ya hay algunos resultados negativos a la vista, pero no se conoce la profundidad y su duración. La Bolsa de Valores de Nueva York acumula una pérdida de 8% hasta mediados de la semana pasada semana, pero al cierre de la antepasada fue del 12%.
Si los impactos negativos se contienen podría ser un amortiguador de la crisis vislumbrada por Roubini y Rosa. Los mercados reducen sus niveles de sobrecalentamiento y efervescencia por el menor crecimiento, la caída en los precios de los activos y de esta forma se evita una gran explosión de las burbujas. Sin embargo, si se magnifican los efectos negativos el Covid-19 puede ser desafortunadamente el pretexto perfecto para detonar una nueva crisis financiera internacional.