¿Falacia de composición aquí y ahora?
Se trata de una falla lógica o de razonamiento que cometen algunos analistas especializados y en general muchas personas al momento de emitir sus argumentos sobre algún tema específico. Esta consiste en argumentar que si las partes de un todo tienen un atributo o característica especial el todo tendrá esas mismas características. Es una generalización apresurada ya que muchas veces el todo no es la suma de las partes. Coloquialmente la observamos cuando una persona extrapola su experiencia personal para explicar el conjunto, olvidando que hay muchas otras visiones sobre esa realidad. En economía estas pueden ser más peligrosas. Por ejemplo, en la macroeconomía estándar los agregados son la simple suma de los comportamientos de los individuos y las empresas aisladas. El resultado global no toma en consideración las influencias de unos agentes sobre otros o de la interacción de todos simultáneamente.
Un error común de muchos empresarios es repetir que una elevación de la Remuneración Mínima Vital afectar a toda la economía en su conjunto. Efectivamente, un mayor costo salarial, si fuera el caso, eleva costos y reduce el margen de ganancia si no se puede trasladar dicho impacto a los consumidores. Sin embargo, se olvida que mayores ingresos para la población también podrían generar mayor demanda e ingreso para todos los productores nacionales. Asimismo, si bien en la esfera microeconómica las empresas deben racionalizar costos -incluyendo desafortunadamente el laboral- si todas las empresas de una región o economía lo reducen, afectarían negativamente el consumo privado, la demanda y el PBI agregado.
Las mayores ganancias de un conjunto de empresarios no son necesariamente una buena noticia para toda la economía. Para que estas beneficien a toda la sociedad se deben entre invertir y consumir en bienes nacionales. Si esto no ocurre el nivel de demanda y producción doméstica podría reducirse de acuerdo al principio de demanda efectiva. Por otra parte, aun cuando los agentes económicos sean aparentemente racionales el resultado en un mercado con tendencia a la baja puede conducir a una situación crítica en que los precios desciendan más de lo que debieran. El resultado final potencia los efectos negativos que derivarían de la acción de la suma de los individuos tomados aisladamente.
Muchos de los casos de falacia de composición resultan de ignorar que el bienestar individual no genera necesariamente bienestar colectivo debido a la presencia de externalidades negativas, competencia imperfecta y otras fallas de mercado. Tampoco la supuesta racionalidad de los agentes económicos es suficiente. Esta discusión resulta útil en los tiempos actuales para quienes piensan que lo positivo para algunos empresarios es siempre bueno para toda la sociedad. ¡No se equivoquen!