¿Desesterilizar el ahorro público?
El Gobierno Nacional y el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) tienen una mala práctica desde muchos años atrás. Los superávits fiscales y los ahorros públicos incluidos los gastos no ejercidos se depositan temporalmente en el Banco de la Nación, para transferirse posteriormente al BCRP de donde parecen salir poco. Aquí se incluyen fondos de libre disposición, otros asociados a propósitos específicos y al parecer algunos préstamos externos. Si los superávits fiscales afectan negativamente el flujo económico circular (por la menor inyección neta de gasto público) su depósito en el BCRP impide su retorno al sistema por la prohibición constitucional de proporcionar crédito al gobierno. Estos recursos recaudados principalmente de los contribuyentes se esterilizan perdiendo toda utilidad práctica para el gobierno y la economía nacional. Desconocemos cual es la base normativa o si se trata simplemente de una práctica inadecuada. Los montos y dinámica de estas operaciones son llamativos.
Al 30 de setiembre de 2019 estos depósitos en el BCRP ascienden a S/. 76,638 millones equivalentes a poco más de US$ 22,800 millones, 10% del PBI anual de 2018. Solo en lo que va del año los depósitos aumentaron en S/. 9,451 millones respecto del monto acumulado en 2018. Su valor máximo fue en diciembre de 2016 con S/. 82,215 millones a partir de un monto referencial de S/. 40,450 millones en diciembre de 2010.Un cálculo somero de que podría ocurrir si US$ 15,000 millones de estos recursos se depositaran en el Banco de la Nación, bancos comerciales y COFIDE, y de ahí se prestaran a terceros con un multiplicador bancario combinado en moneda nacional y extranjera de 2.4 veces, generaría nuevos depósitos, créditos y liquidez sucesivamente por 16.4% del PBI, incrementando su nivel actual en 38%.
En América Latina pocos bancos centrales cometen esta mala práctica. En Chile es prácticamente inexistente con depósitos netos (o créditos netos negativos) por US$ 14 millones a finales del 2017 de acuerdo a las Cuentas Monetarias publicadas en el Fondo Monetario Internacional (FMI). En Colombia son US$ 838 millones y en Bolivia US$ 2,604 millones. La autoridad monetaria con mayor monto es México con depósitos netos por US$ 74,355 millones. En los bancos centrales de las economías desarrolladas los créditos netos al gobierno (o compra de deuda pública) son positivos ya que ellos si financian a sus gobiernos. En el caso de la FED su nivel acumulado a finales de 2017 fue equivalente al 12% del PBI de la economía norteamericana.
El superávit público o ahorros del gobierno son insensatos en una economía como la peruana con tantas necesidades de infraestructura, servicios y sociales insatisfechas. Hay que dejar que esos recursos se multipliquen en el sistema bancario y en la economía, no congelarlos en el BCRP. No debe haber temor alguno que generen presiones inflacionarias porque se originan en el flujo económico circular. No solo habría mayor profundización financiera, sino que coadyuvarían a una reducción de los márgenes de intermediación financiera elevando la eficiencia de nuestro sistema bancario.