¿Subsidios tributarios a la minería?
El tema económico clave luego de la juramentación del nuevo gabinete ministerial fue el intercambio de palabras entre el Presidente del Consejo de Ministros y el Presidente de la CONFIEP. Se discutió sobre las normas anti elusivas incorporadas en el Decreto Legislativo 1422 de setiembre de 2018 y desde 2012 en el Código Tributario pero que todavía no entran en vigor. Se trata de una cuestión importante relativa a los ingresos del Estado. El tema es delicado; habría que discutir si la aplicación de prácticas anti elusivas es útil para recaudar más. Para nosotros, es también imprescindible modificar la legislación tributaria en línea con lo comentado la semana pasada.
La última información sobre presión tributaria en una perspectiva comparada es la proporcionada por la OCDE para 2016. En ese año el Perú logró una recaudación total de 16.1% del PBI respecto de una presión promedio para América Latina y el Caribe del 22.7% del PBI. Se trata de una brecha de recaudación de US$ 14,190 millones equivalente al 39% de los ingresos del gobierno central consolidado en 2018. Nuestro país está por debajo de los niveles de recaudación de todos nuestros vecinos: Ecuador 20.5%, Bolivia 26%, Colombia 19.8%, Chile 20.4%, y Brasil 32.2%. Si nos comparamos con los niveles promedio de todas las economías miembros de la OCDE la diferencia es abismal (34.3% del PBI).
Es interesante analizar la estructura de los ingresos tributarios del Perú, no por tipo de impuestos, sino en relación a su aporte sectorial; asimismo calcular sus contribuciones netas restando las innumerables devoluciones de tributos. Hay sorpresas interesantes utilizando como fuente a la SUNAT. En 2018 la lista es encabezada por el sector servicios con el 45.9% de los ingresos tributarios, seguido por la manufactura con el 16%, el comercio con el 15.5% y la minería e hidrocarburos con el 14.2%. Este ordenamiento se mantiene cuando se restan las devoluciones, pero la minería e hidrocarburos sólo aporta S/. 8,627.5 millones equivalente al 11.4% de los ingresos tributarios netos de devoluciones. Llama la atención que en 2016 la contribución de la minería fue negativa por S/. 1,581.9 millones lo que equivale a que los ciudadanos subsidiamos este sector. En 2017 su aportación neta fue equivalente solo al 1.3% del total de los ingresos tributarios netos de devoluciones.
La recaudación total se obtiene de la suma de las contribuciones de las empresas. La empresa minera holding del Presidente de la CONFIEP tuvo en 2017 ventas por US$ 1,274 millones; utilidades de US$ 64 millones con un impuesto a la renta por US$ 18 millones. Se pagaron regalías mineras por US$ 20 millones y recibieron US$ 21 millones de regalías de sus unidades mineras. Asimismo, se tuvo como ingreso en el flujo de caja un IGV recuperado de US$ 102 millones (Ver Estados Financieros en la página web de la empresa). Los peruanos subsidiamos a esa gran empresa con US$ 64 millones.
Se debe modificar la legislación tributaria en los frentes que se comentaron la semana pasada. Hay que crear y elevar las tasas impositivas al impuesto a la renta para los sectores de más altos ingresos de acuerdo a los estándares de la OCDE, mejorar las políticas de control con relación a los precios de transferencia, la supervisión estricta de embarques de concentrados de minerales y el establecimiento de un impuesto a las grandes herencias a favor de la meritocracia y contra la pobreza extrema. Es necesario eliminar la devolución del IGV a las empresas exportadoras tradicionales y en el caso de las no tradicionales sustituirlo con el drawback. Se tienen que elevar las regalías a los sectores extractivos, gravar las operaciones de F&A, eliminar las normas contables sobre consolidación de empresas ya que se cargan pérdidas de nuevos proyectos y empresas (Por ejemplo, del proyecto Conga en Yanacocha y luego está en Buenaventura) y cancelar la deducibilidad tributaria de operaciones con paraísos tributarios internacionales. Esta es una primera lista para considerar.