¿Exportaciones con valor agregado?
El decano de la prensa nacional destacó en portada esta semana que las exportaciones peruanas con mayor valor agregado batieron records históricos. Fue una noticia positiva orientada a mejorar las expectativas internas en un entorno comercial global convulsionado por las acciones del gobierno de Trump y las respuestas subsecuentes. Su origen fue un estudio periódico y diversas notas de prensa publicadas por el BCRP durante las últimas semanas. Efectivamente, los resultados en cuanto a la balanza comercial y las exportaciones a junio de 2018 son positivos pero no es hora de salir a replicar campanas.
De junio de 2017 a junio de 2018 las exportaciones totales se han incrementado en 17.4% mientras que las importaciones solo lo hicieron en 12.7%. De las primeras destaca el mayor crecimiento de las exportaciones no tradicionales con 18.9% y las tradicionales de 16.9%. Asimismo, el decano informó que durante el último año a junio las exportaciones de bienes totales fueron US$ 48,884 millones que constituyen un record histórico. Sin embargo, en términos de la información anual el mayor valor de las exportaciones fue en 2012 con US$ 47,411 millones y la mejor balanza comercial histórica fue en 2011 con US$ 9,224 millones.
El mayor crecimiento de las exportaciones no tradicionales (agropecuarias, pesqueras y metal mecánica principalmente) indujo al decano a señalar que se está produciendo una diversificación de las exportaciones en productos que tienen mayor valor agregado. La lista de los 10 principales productos de este grupo reportada por el BCRP comprende: paltas frescas, uvas frescas, pota congelada y en conserva, productos de zinc, mangos frescos, espárragos frescos, alimento para camarones, fosfatos de calcio, alambrón de cobre y frutas congeladas. ¿Tiene esta canasta de productos alto contenido tecnológico y/o elevado valor agregado?, ¿no son acaso más exportaciones de lo mismo que se comercia desde años atrás?
En general es positivo que las exportaciones crezcan. Sin embargo, no hay que olvidar que los principales productos de exportación son los mineros destacando el concentrado de cobre y de otros minerales, mientras que décadas atrás se trataba de refinados y otros productos derivados de estos metales con mayor procesamiento. Asimismo, hay que garantizar que las mayores exportaciones tengan articulaciones o encadenamientos de producción y empleo elevados para maximizar los efectos benéficos sobre la economía nacional. Es imprescindible considerar que la mayor participación de un producto como el cobre en los mercados internacionales puede generar impactos negativos sobre los precios, afectando negativamente los ingresos públicos y el canon a las regiones. Hay que impulsar la diversificación productiva y exportadora en serio. Por otra parte, se debe asegurar que las mayores exportaciones, especialmente de alimentos, no se hagan a costa de afectar tanto el abastecimiento interno como los precios domésticos con niveles iguales o por encima de los internacionales.