Gran Reserva Tarapacá, de lujo
el vino de las semana
Gran Reserva Tarapacá, de lujo
Cuando la seda te sorprende, te acaricia con su elegante textura, engríe al paladar y la mente la deja volar, eso es un vino reluciente. Aquel que marca tu día, te emocionas, sientes y fotografías el instante.
Pues hoy les traigo dos vinos top, que marcan la pauta de la semana, juegan con nuestros sentidos y pintan de tinto los inviernos fríos que nos acompañan. Así que prendan la chimenea y la cocina, nos acompañan Viña Tarapacá Gran Reserva Etiqueta Azul y el Etiqueta Negra.
Esta bodega la conozco desde joven, cuando empecé como sommelier por el año 1998, este vino ya era el elegido de mis abuelos. Un vino enroblezado y divino en fruta, cremoso y tánico, perseverante al gusto intenso y que acompañaba las mesas de los peruanos más cordiales. Hoy no deja de repuntar con sus puntajes y distinciones en el mundo entre conocedores y críticos. Hoy catamos dos versiones del Gran Reserva para que acompañen sus comidas más complejas, hablamos de estructura, ahumados, cuero fino y mermeladas de casa. Carne de caza, jamones salados y grasosos, risottos atrevidos, algo bueno para aplacar el frío que nos ataca en invierno.
Iniciamos el recorrido de menos a más en sabores
Etiqueta Azul
Red Blend: Cabernet Franc/Cabernet Sauvignon/Syrah, un paseo en caballo por el bosque, un aroma que canta hasta el cielo, naturaleza viva en hornos de barro y el rocío de la mañana que nos despierta borrachos abrazándonos. Qué gran blend, equilibrio entre fruta y pimentón, tierra mojada y piel de caballo.
Red Blend top de línea, se trata de un ensamblaje perfecto de los mejores lotes del Valle del Maipo. Es elaborado a partir de las uvas de mejor calidad, por lo que posee una personalidad única en cada vendimia, logrando la mejor expresión del terroir del Valle del Maipo.
De estructura firme y aterciopelada, este vino se caracteriza por balance de alcohol-acidez y algunos sabores minerales que recuerdan al grafito. Frambuesa, guinda y ciruela, elegante. James Suckling le dió en su cosecha 2015, 95 puntos en su edición 2018. Descorchados le dió, en su cosecha 2015
95 puntos en su edición 2018. Y no de contar, sigue ganando premios y yo sigo probando las cosechas que le seguirán. Buen precio, cada sol lo vale, descórchalo 30 minutos antes, trátalo con respeto.
Es considerado el mejor Cabernet Sauvignon de Viña Tarapacá. Vinificado luego de una rigurosa selección de los mejores cuarteles, este vino clásico se ha convertido en la sublime expresión del Valle del Maipo. Un higo fresco y de aspereza frutal muy sabroso, largo velo equilibrado, lácteo, honesto, de terroir. Taninos presentes y redondos, equilibrado y de buena longitud. Ciruela, mora y cassis. Regaliz, clavo de olor y pimienta. Vainilla en su punto gracias a la barrica de roble. James Suckling le dió en su cosecha 2016, 94 puntos en su edición 2018. Es un excelente vino de cocinas de fuego, intenso, perfecto para una caja china, un baby beef, un tomahawk al kamado. Descorchar 25 minutos antes y decantar.
Viña Tarapacá se fundó el año 1874 como “Viña de Rojas” en honor a su fundador, Don Francisco de Rojas y Salamanca, un respetado y conocido hombre de negocios de la época. Los viñedos se establecieron en los valles a los pies de la Cordillera de los Andes, en la Isla de Maipo, Chile. Aquí se plantaron cepas originarias de Francia como Cabernet Sauvignon, Merlot y Petit Verdot (tintas), y Chardonnay, Sauvignon Blanc y Semillón (blancas). Desde entonces, esta bodega chilena nos ha brindado vinos exquisitos, de gran complejidad, que expresan el terroir de una forma auténtica y excelsa. Su etiqueta Gran Reserva Tarapacá es magistral, tanto que el vino es reconocido como “El Gran Reserva de Chile”.
El vino de la semana
José Bracamonte
Sommelier
Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo, sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura, en regiones contrarias, en un mediodía quemante: eras sólo el aroma de los cereales que amo. Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando una copa en Angola, a la luz de la luna de Junio, o eras tú la cintura de aquella guitarra que toqué en las tinieblas y sonó como el mar desmedido. Te amé sin que yo lo supiera, y busqué tu memoria. En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato. Pero yo ya sabía cómo era. De pronto mientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida: frente a mis ojos estabas, reinándome, y reinas. Como hoguera en los bosques el fuego es tu reino.
SONETO 22 de Pablo Neruda
Gracias Bodegat.pe por los vinos, cada detalle de cómo va evolucionando en copa servida cada 5 minutos, es incomparable. Salud!