Veramonte Carmenere Orgánico

el vino de la semana

Veramonte, Carmenere Orgánico

un vino sano y un terroir místico

Marchigüe

Lugar de Vientos

Legué a esta zona hace casi 20 años cuando recién formaba mi nariz de sommelier, ya se decía de la Carmenere y su fuerza futura como cepa insignia de Chile. Un lugar místico, energético, donde esta cepa se luce vibrante.

Era mi primera invitación en Sudamérica a experimentar viñedos, así que probé mucho buen vino, de todas las categorías.

Hablemos inicialmente de su historia y geografía, para poder entender el vino de Marchigüe, en Colchagua:

Las investigaciones arqueológicas actuales han demostrado que la presencia humana ha sido ininterrumpida desde hace 11.300 años. Corresponde a una zona tempranamente poblada, no solo a nivel del país, sino también en el contexto americano.

En un principio, por un lapso de tiempo que se extiende hasta el año 50 a. C. y que comprende dos períodos denominados paleoindio y arcaico. Los primeros pobladores adoptaron un sistema de vida nómade que implicaba un desplazamiento continuo en pos de recursos de subsistencia.

Para el siglo XV Marchigüe estaba habitado por chiquillanes o cazadores nómades.  Vivían de la caza del guanaco y diversas aves que por entonces abundaba en los espinares.

En el mismo valle de Colchagua, entre la Cordillera de la Costa y el mar, se encuentran deliciosos viñedos de Marchigüe, inmersos en un ondulante paisaje que termina en el Océano Pacífico (a 25 kms. de distancia), donde sus uvas tintas maduran lentamente bajo la influencia de temperaturas algo más frías. Su topografía es mucho más plana que Apalta y tiene colinas de baja pendiente.

Sus suelos son de profundidad baja, en algunos casos no más de 60 centímetros, con mediano contenido de arcillas y alta capacidad de retención de agua.

Posee suelos graníticos profundos cubiertos por grandes volúmenes de arcilla en la superficie que son cubiertos por las brisas marinas que refrescan los viñedos. Este efecto permite obtener vinos más frescos, con menos graduación alcohólica, y con una gran expresión aromática y frutal que se percibe en nariz y en boca.

La bodega Veramonte desarrolla este hermoso Carmenere Orgánico que hoy les traigo:

Algunos datos que aportan a la sensibilidad del vino que estamos catando:

*En base a prácticas orgánicas y sustentables, viñedos sanos y expresivos, que trascienden en el tiempo y entregan fruta pura y vinos que reflejan los suelos vivos de donde provienen.

            * Perfecto equilibrio del ecosistema y la mínima intervención humana.

*Usan su propio compost para potenciar al máximo sus suelos y así promover el balance y la autorregulación del ecosistema.

*Minimizan la erosión aportando nutrientes, todo con el fin de mejorar la estructura y vitalidad de sus subsuelos.

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*Las ovejas y otros animales les ayudan a cortar el pasto en primavera, airear y minimizar la compactación de sus suelos. Además, actúan como fertilizante natural.

NOTAS DEL ENÓLOGO

Posterior al despalillado, las uvas son maceradas en ío durante cinco días en estanques de acero inoxidable y fermentadas con levaduras nativas. Después de la fermentación alcohólica, el vino macera con sus pieles durante otros diez días para lograr una mayor suavidad e intensidad de los sabores. Finalmente, el vino se trasiega a barricas de roble neutro para envejecer durante ocho meses.

Una buena cosecha para el valle de Colchagua, con condiciones climáticas favorable, que pese a la escasez de precipitaciones, hizo posible una buena curva de maduración. La vendimia se inició dentro de los tiempos proyectados y entregó una fruta intensa y con gran balance entre acidez y taninos. Se nos presenta un carménère fresco, con estructura y suave final.

José Bracamonte

Sommelier Marca Perú

El vino de la semana

Un vino de elegante estructura, abierto y listo para encantar. De ciruela y mora madura en boca, con toques de romero y pimienta en abanico. Un sueño vínico que refleja mucho trabajo en una constelación de sentidos preocupados por el planeta y el medio ambiente. Digna de un corazón amante de la tierra. Taninos finos, cremosos y listo para beber. Envolvente y de precio super al alcance.

James Suckling le dió al 2019, #92 puntos en su ranking. Un gran puesto.

Gracias don Victor de la Vega por ese paladar experto para elegir esta bodega, gracias Dolfi vinos gastronómicos, marida perfecto con la cocina peruana.