Finca La Capilla, Ribera del Duero
el vino de las semana,
Finca La Capilla, Ribera del Duero
La riojana Marqués de Cáceres apuesta por Ribera del Duero
Fue la primera región que conocí del mundo del vino por el año 2000, caí en sus microclimas, en su gente, en su pasión por desarrollar un vino con un sabor muy deseado, atractivo, que llena la boca y se convierte en un mordisco.
El anhelado sueño de la familia Forner, propietaria del grupo bodeguero que lidera Marqués de Cáceres, es una realidad con FINCA LA CAPILLA, logrando asentarse en una de las zonas más privilegiadas de la Ribera del Duero. Llega al Perú de la mano de su socio comercial, el Grupo Tabernero para atender a los canales comerciales y a los amantes de los vinos y licores.
“Llevamos más de cinco años peinando esta zona –el entorno de Anguix, La Horra y Roa– que nos parece el área más interesante de la Ribera del Duero; siempre buscando los mejores viñedos y moviéndonos con la mayor discreción. Gracias a esa labor de prospección, conocimos a la familia Miñón García y surgió la oportunidad de colaborar con ellos”, explica Cristina Forner, directora del grupo bodeguero.
Los Miñón contaban con una propiedad vinícola que respondía a las características que buscaban los Forner y sus socios para su proyecto en Ribera del Duero: un rico patrimonio vinícola constituido por cerca de 60 hectáreas de viñedo, repartido en parcelas privilegiadas, con suelos de carácter diferenciado, pero pertenecientes a la misma finca. Cabe recordar los nombres de algunos de sus vecinos como Alonso del Yerro, Pingus de Peter Sisseck (vino de 100 puntos Parker que se convirtió en uno de las más caros de la historia en España) y Viña Sastre.
Una altitud media superior a los 800 metros, con contrastes térmicos de gran amplitud, favorece una maduración lenta y completa de las uvas, mayormente de variedad tinta del país (tal como se conoce a la tempranillo en esta zona). Estas condiciones, sumadas a los suelos de origen terciario, pobres y con bajos niveles de materia orgánica, de textura franco-arenosa (en los que predominan las arenas limosas, con buenas condiciones de retención de nutrientes, que se alternan con capas calizas de aspecto blanquecino, que aportan elegancia y finura a los vinos), dan lugar en estas tierras a tintos suculentos, de taninos potentes, de intenso color y formidable estructura.
Finca La Capilla puesta en marcha por la familia Miñón en 1999 tenía instalaciones en pleno funcionamiento. Además de la bodega de vinificación y crianza, cuenta con otros avances puntuales muy provechosos en esta zona, como los molinos antihelada, que contribuyen a combatir un fenómeno meteorológico habitual en esta región de Castilla y León y suele tener consecuencias drásticas para el cultivo de la vid. Un buen acuerdo entre los Miñón y los Forner y el trabajo de colaboración con el equipo técnico de Marqués de Cáceres los convenció de formalizar la venta.
Expresiones de un gran terroir
Tres vinos que son la mejor carta de presentación de la Finca, que han dado lugar a dos tempranillos sabrosos y expresivos y un verdejo vivaz y singular. El Crianza refleja la expresión y la elegancia de un gran terroir, 100% Tinta del País en una edición limitada de 145 barricas, un tinto de color profundo y nariz intensa, gran cuerpo en boca, fresco y equilibrado, y con gran potencial de guarda. Vendimia Seleccionada, un vino de autor en añadas excelentes, 100% Tinta del País, de una producción limitada de 6,500 botellas y 50 Mágnum. El mosto de las mejores zonas de la Finca, produce un vino intenso, oscuro y complejo, muy equilibrado, sedoso y elegante, con posibilidad de guarda de 10 años. Y el expresivo La Capilla Blanco, D.O. Rueda. Edición Limitada de 7,950 botellas. 50% Verdejo y 50% Sauvignon Blanc, de viñas viejas, elaborado y criado parcialmente en barricas nuevas de roble francés, de gran riqueza aromática, cuerpo y elegancia en boca.
Logré contactarme y entrevistar a doña Cristina Forner y esto me dijo:
1.- Rioja y Ribera del Duero se han convertido en las dos regiones más mencionadas en los últimos 30 años de España hablando de vinos. ¿Qué sensaciones le despierta cada región?
Ribera del Duero goza de una historia viti-vinícola que remonta a varios siglos atrás. En los últimos años, la D.O. ha ido evolucionado de la mano de enólogos de destacada experiencia. Una zona muy atractiva que empezamos a peinar 5 años antes de conseguir el terroir privilegiado que buscábamos y que culminó en 2019 con la adquisición de Finca la Capilla cristalizando así nuestro proyecto: trabajar en resaltar la identidad de este paraje único de 60 has de un solo viñedo plantado a más de 800 m de altitud en suelos pobres, de origen terciario y arenas limosas.
Un lugar espectacular que se enfrenta a temperaturas contrastadas si bien el viñedo está dotado de molinos antihielo en las zonas de mayor riesgo. Hemos tratado de idear un estilo acorde a nuestra filosofía potenciando el carácter local de la variedad de uva Tinta del País a la vez que su estructura singular que se armoniza con una fruta de gran distinción y que se funde a la complejidad de su crianza en barricas de roble de grano fino. Una diferenciación que nace de los cuidados y detalles que acompaña todo proceso: desde la selección de parcelas, la vendimia manual, la vinificación en tinas de roble o depósitos de pequeño contenido y la creatividad de nuestros enólogos que se implican en crear unos vinos tintos de taninos potentes y fruta suculenta. Los tintos de la Capilla Crianza y Vendimia Seleccionada arrojan el gran potencial de este lugar único resaltando una golosa amplitud.
La filosofía que hemos desarrollado en Rioja se inició con la experiencia de mi padre quien abordó la primera renovación de estilo en 1970, fuerte de su experiencia en sus Châteaux de Burdeos, uno de ellos Château Camensac, Grand Cru Classé del Haut-Médoc. Los vinos tintos de Marqués de Cáceres tardaron 4 años antes de iniciar su comercialización en 1974. Efectivamente, se trataba de perseguir el más alto nivel de calidad invirtiendo en ello tiempo y paciencia para vinificar, criar el vino en barrica y dejarlo reposar en botella antes de su lanzamiento. Los vinos tintos de Marqués de Cáceres arrojan un estilo goloso, de taninos sedosos que proceden de su estancia en roble principalmente francés. Toda una experiencia que potencia el noble origen de las uvas locales dando rienda suelta a la maestría y creatividad de nuestros enólogos para sellar esa expresión innovadora que distingue los vinos Marqués de Cáceres.
2.- ¿Cómo logra Marqués de Cáceres convertirse en una viña reconocida a nivel global?
Los primeros años aglutinaron mucho trabajo, esfuerzos, tesón para lograr los objetivos de máxima calidad. Mi padre creó la bodega Marqués de Cáceres en el corazón de la Rioja Alta partiendo de un terreno donde se han ido construyendo y ampliando las instalaciones. Los viñedos mayormente plantados de viña vieja gozan de una influencia atlántica, estaciones marcadas y un microclima ideal que se crea por la protección de dos cadenas montañosas. Son pequeñas parcelas escalonadas en altitudes diferentes que oscilan entre 300 y 750 m, en diversas exposiciones logrando así explayar la amplitud y la expresión diferenciada de las variedades locales y especialmente de la variedad de uva Tempranillo.
Marqués de Cáceres nació hace 50 años desde un proyecto lleno de ilusiones y una clara obsesión por la calidad avivada por uno de los grandes enólogos de Burdeos: el Profesor Emile Peynaud quien intervino con mi padre en los inicios para definir las pautas de ese nuevo estilo alejado de los clásicos tintos marcados por el roble o de aquellos vinos blancos y rosados oxidativos. Michel Rolland tomó el relevo hace 30 años aportando su gran experiencia de cata. Nuestro equipo elige aquellos vinos que se ensamblan para construir un vino singular. La excelencia perseguida en nuestra bodega ha logrado que Marqués de Cáceres por un lado se convirtiera en una marca líder con alto reconocimiento de calidad y muy amplia distribución en España y por otro lado se abriera camino en los mercados internacionales donde exportamos el 50 % de nuestra producción a más de 130 países en el mundo (con el 50 % de esas exportaciones a países de Europa, el 36 % a América, el 3 % a Asia-Pacífico y el 1 % entre Medio-Oriente y África; siendo por ejemplo EE.UU. nuestro mercado de exportación nº 1 y el Perú situándose entre los puestos 15 y 20 según los años de nuestro propio ranking global por país). Cabe destacar que tenemos la estrategia comercial de mantener el equilibrio con un 50 % de nuestras ventas en Exportación y un 50 % en España, mercado escaparate generalmente impulsado por el turismo con más de 83 millones de visitantes al año (en circunstancias normales sin pandemia del Covid-19) lo que beneficia al reconocimiento global de nuestra marca y consumo de nuestros vinos por los visitantes extranjeros tanto cuando están en España como cuando vuelven a su país de origen. Calidad, política comercial coherente y de largo plazo así como un trabajo intenso con nuestros importadores han suscitado la aceptación de los prescriptores y del consumidor conformando así el prestigio de nuestra marca.
3.- ¿Cómo es Finca La Capilla y qué planes tienen para la bodega?
Finca La Capilla es una bodega boutique, de producciones limitadas, singulares que responden a un perfil de elegante expresión. Sus vinos interpretan plenamente el rico patrimonio vitícola de este magnífico viñedo. Nuestra ambición cualitativa se sustenta en la selección parcelaria, la compra de barricas de los mejores robles, de pequeños depósitos de vinificación que individualizan el carácter de cada parcela. Esta vocación se apoya en un equipo de jóvenes profesionales de amplia conocimiento del lugar y que tienen la inquietud necesario para mejorar su trabajo día a día. Les aportamos un apoyo constructivo compartiendo exigencias comunes: lograr unos vinos únicos.
La comercialización se inició de forma gradual privilegiando la selección de las mejores cuvées y esperando su punto óptimo de crianza y de afinado en botella. Paciencia, calidad y un trabajo de fondo son la base de nuestros planes que se orientan en crear estos vinos de Finca La Capilla, de gran estructura y elegancia y que cautivan nuestros paladares cuando se maridan con platos de excelente materia prima o con la alta gastronomía. Un homenaje a todos los sentidos donde el vino brinda una expresión destacada a los más sabrosos manjares.
Un gran placer
José Bracamonte Sommelier
el vino de la semana