Antona García, amor por la tierra
¨Si soñamos con beber buen vino, a buen precio, es necesario aprender a buscar¨
Evitar siempre estar en lo mismo es parte del día a día, es la tendencia, el que sorprende es el mejor.
Todos los vinos que probamos nos dejan una sensación especial, de haber estado en ese lugar, de haber vivido ahí, o de querer visitarlo por lo menos antes de morir. Queremos encontrar el maridaje acorde a la celebración, a la fecha esperada, a la reunión de amigos.
Vivir en Perú nos compromete con el vino, la gastronomía nos exige la mesa completa, cocktails, burbujas, vino blanco, rosado, tinto, Café-Pisco, etc… El universo del saber etílico es inacabable. Y todo indica que debemos investigar más cepas, más zonas, así la vida se vuelve un libro abierto, y sí da mucho que hablar.
Antona García, amor por la tierra
Se escuchan voces que cuentan que la villa de Toro, sitiada en 1476 por los portugueses, conoció el valor sin par de una mujer con un enorme amor hacia su tierra, nuestra Antona. Una mujer noble, leal y de gran coraje que se prestó a mostrar a las tropas castellanas de los Reyes Católicos un portón secreto de entrada a la ciudad por el que conseguirían introducirse para recuperar Toro.
Ante tal acto y por desdicha del destino, Antona García fue acusada de traición recibiendo garrote vil en la reja de la ventana de su propio palacio. Días después, una triunfante Doña Isabel de Castilla visitaría Toro para rendirle honor a esta toresana, ordenando dorar la reja de ese palacio en la que Antona García se mantuvo fuerte consiguiendo hacer brillar su recuerdo hasta el fin de los tiempos.
Un vino noble como la historia de Antona García, elegante, de una expresión frutal característica de la cepa Tinta de Toro, salvaje frutilla, terrosa, mineral ( rocoso en nariz ) y de largo alcance en boca. Deliciosamente de bosque.
Antona es tradición, es Toro, es Rejadorada. Un vino de mujer valiente, aguerrida, defensora. Super delicado viñedo, todo la recolección manual para cuidar los detalles. Tres tipos de barricas francesa, húngara y americana para obtener un resultado único, por 11 meses. Estas plantaciones tienen una antigüedad de 15 a 30 años para Rejadorada Roble, entre 30 y 60 para Novellum, 60 años para Antona García, más de 70 para Sango y entre 80 y 105 años para el Bravo. Gran categoría.
Nariz y Boca: Delicadas sensaciones balsámicas y especiadas, mineral, sabroso, un carácter animal equilibrado y a la vez muy fino y sutil.
La noble Antona siempre había rondado por nuestras mentes hasta que un día nos encontramos con ella a través de este vino elegante y sutil gracias a su envejecimiento especial. Antona nos estaba esperando pacientemente para poder elaborar un vino más dinámico y complejo en el que se sigue leyendo la expresión frutal de la Tinta de Toro. Gracias a esta estudiada selección de maderas especiales y envejecimientos más sutiles, hemos obtenido un vino que está unido a tradición, porque nuestra Antona es tradición.
Mario Remesal. Historia, tradición y pasión.
Ya en Perú, tremenda escultura de vino, conoce más de la Tempranillo o Tinta de Toro.