Canto a lo Divino
Un artista Luis Allegretti. Un maestro que nace para amar. Conocerle es conocer su vino. Su preocupación por los detalles, el arte, la belleza, su respeto por el ayer y su corazón de oro por darle al mundo un mensaje positivo de querer lo suyo y respetarlo hoy. Fue fascinante compartir con él una tarde y conectarte con el presente, la verdad, la adrenalina de vivir y sonreír.
Es un hombre de mundo, gourmand, Italiano y de madre brasileña, que llegó de Volterra un pequeño pueblo en Italia a ser conquistado por el terroir de Chile. Viene de una familia de viñateros expertos y luego de investigar por el mundo donde sembrar llegó a Colchagua sorprendido por el lugar. Su bodega es un palacio de 4300 mt2, cuenta con una de las mayores colecciones de arte que hayamos visto, un sueño, en donde el alma forma parte de la atmósfera. Clos Santa Ana es una bodega orgánica y biodinámica, bajo el respeto del culto por el planeta. Cien porciento trabajada a mano, y como él dice: “ Todo está pensando sobre la base de la sensibilidad humana¨. Yo le llamaría una verdadera bodega boutique, con tan solo 10000 plantas en su mayoría Carmenere.
Algo que me quedó muy marcado de la entrevista: “Hay que caminar en la vida con compasión, esa palabrita que viene del latín que significa caminar junto al otro, caminar a su paso, caminar cada uno sus pasos, pero al lado del otro, ese es el significado profundo de la caridad que tanto necesita nuestro mundo”
Luis quiere rescatar cada detalle de la vieja Chile, eso es cultura. Eso es amar.
El vino que nos presenta Clos Santa Ana es “Arález”, que es el nombre del perro mitológico alado de la zona de Georgia donde nació el vino, ese perro venía del cielo a recoger a los caídos en el campo de batalla y llevarlos al paraíso y lamer las heridas de los heridos y curarlos.
“ Nuestro terroir no es un terroir de Francia, de Italia, de Portugal o de España, es un terroir hecho de quillay, de liebres, de zorrillos, de queltehues… en Toscana se hace eso, yo hago eso en Chile. Nuestras botellas van a ser la respuesta a eso, van a llevar el sabor del queltehue, del peumo, del quillay, lleva empanada, pebre, ají verde. Es un vino que huele a cueca, a canto a lo divino. Ese es nuestro terroir, ese es nuestro vino. “
Un vino jugoso, alegre y festivo. Artístico, innovador y señorial a la vez. Con la ayuda de grandes enólogos como Luca Hodkinson o de José Miguel Sotomayor, llegan a este hermoso vino chileno. Cenizas volcánicas cerca de recursos hídricos naturales inserto en un ambiente preservado y sano donde abundan la fauna y flora autóctona del eco sistema llamado ¨secano costero¨.
Un Cabernet Franc, Malbec y Carmenere. Aralez, de Clos Santa Ana. Con un añejamiento único. Este es un vino hecho exclusivamente para el artista que llevas en ti. Un vino de película en blanco y negro, del pasado de la historia, que en cada sorbo se van encendiendo los colores de tu pantalla visual, armonías y espadas se entrecruzan para defender lo que su luz causa entre nosotros. Testimonio de paz, de territorio e innovación, salud Luis, gracias por tu vino en verso.