Nuria Claverol Rosé
Qué calor! Necesitamos un Cava rosado. Refrescante, sabroso, ni dulce ni amargo. Muchos beben cerveza en éstas épocas, pero el cava es más sano, no te engorda, tiene ese delicioso picor en la garganta producido por las burbujas. Te renueva, es denominación de origen, controles de calidad y estilo representativo de la zona. Digamos que es algo muy light. No te mancha los dientes como uno tinto. Y la copa es como una flor.
Cuando era pequeño creía que solo mis tías bebían cavas rosados, que lo servían a 10 grados y felicidad total. Luego me di cuenta cuando comencé a estudiar sumillería que los cavas formaban parte de la partida culinaria, y que muchos usaban los cavas como limpiadores de paladar o acompañantes de alimentos crudos o dulces.
En la gastronomía siempre el cava ha sido como el filtro que permitía que los platos brillen, que los sabores se mantengan y por lo tanto se valore más al cocinero. En la mesa, en la terraza, en la playa, en la piscina, en el lounge, en la pista de baile, hasta en la cama.
En éstos tiempos todos amamos el cava rosé, porque sabe a tinto, se sirve frío a 10 grados, pone en ¨Reset¨ tu paladar para experimentar nuevas sensaciones sin entremezclar sabores. Sin olvidar los antioxidantes, curamos colesterol, salud cardíaca, liberamos endorfinas, etc…
Hoy en el vino de la semana, un cava rosado que llegó para quedarse. Sensibilidad en boca increíble, con el equilibrio que buscábamos, rosas rojas en nariz, tierra fértil, un bosque dominado por un unicornio blanco, sedoso, fina burbuja, tierra mojada. Compota de fresas, pan tostado, queso ricota, repostería, todo en un sorbo.
Nuria Claverol Rosé, hecho de Pinot Noir, Crianza en botella de más de 20 meses. Modelando su silueta hasta que el enólogo lo decida, 11.8 % de alcohol nada más. El brillo en boca es inminente.
Está ubicado en las orillas del Río Anoia, por eso también la mineralidad.
La bodega Sumarroca escogió un lugar único, un terroir, en la Finca Molí Coloma.
Viticultura respetuosa, personalidad en cada cepa y 464 hectáreas para vinos y cavas.
Viticultura Ecológica. Golosina.
José Bracamonte