Actual People
Riley está por terminar sus estudios y no sabe qué hará después de su graduación, evento al que está en riesgo de asistir porque desaprobó un curso. Tras una larga relación, su ex novio la dejó por otra chica que “sí tiene intereses parecidos a los de él”. Riley empieza a salir con un muchacho que vive el momento y que no toma demasiada atención a la joven. El roomie de Riley le pide que abandone la pieza que comparten porque la aventura que tuvieron ha perjudicado la convivencia. En medio de la vorágine, una reflexiva mirada respecto a sus raíces asiáticas hará que la joven interaccione con la comunidad estudiantil de migrantes.
A primera impresión, puede que la debutante realizadora Kit Zahuar haya colocado en el foco de atención a un personaje central lleno de mala suerte o cargado de pésimas decisiones. Nada de eso. Actual People es un canto positivo a la búsqueda de uno mismo tropezando con muchas piedras, a veces las mismas. Y es que la directora, quien también es autora del guion y encarna a Riley, muestra todas sus cartas para desentrañar a una joven de veintipocos años a punto de afrontar la salvaje vida laboral y el competitivo campo académico. Riley es una millenial con dudas. Una de las que quiere encontrarse, pero que no sabe cómo hacerlo.
A partir de una gran cantidad de escenas grabadas con cámara al hombro, que huyen de los encuadres perfectos o los movimientos precisos, Zahuar impone una estética de cine independiente donde predomina la naturalidad de los diálogos y la carencia de trucos efectistas. Sin embargo, el lenguaje cinematográfico de la película no tendría la misma potencia sin el desarrollo de un tema tan viejo como contemporáneo: el miedo al futuro. Ello hace que Riley no contemple la idea de que existe un mañana. En cambio, asume posturas ambiguas para evitar lo inevitable. Mucho menos mide el día posterior a través de consecuencias.
Zahuar propone que vivir la vida real -aquella que está lejos de la protección del hogar y donde uno mismo dirige sus caminos, en todos los sentidos- no es tan agradable debido a que las responsabilidades y las presiones que ejercen padres, amigos y conocidos es muy fuerte. Actual People responde con tristeza y amargura a las expectativas que todos ponen en el ser humano cuando debe seguir un “camino responsable”. Crecer da miedo, cierto; pero, crecer ante la mirada atenta de la aprobación de todos puede ser aterrador.
Otro de los aspectos que llama la atención en Actual People es la perspectiva sobre el estudiante estadounidense mestizo. Una situación casi autobiográfica de la realizadora. La poca identificación y el sentido de pertenencia hacia su grupo étnico materno son tribulaciones que marcan a Riley. En una escena donde charla con la psicóloga del campus comenta que se siente atraída hacia Leo -el joven que no le presta demasiada atención-. El interés se cimenta en la afinidad que tienen a partir de los sentimientos y las experiencias de sus orígenes asiáticos, más que en lo netamente físico. Nuevamente, Riley desea encontrarse aunque no sabe cómo o a través de qué o quiénes. Una exploración infinita que otorga más desilusiones que esperanzas.
En el último tercio de su película Zahuar refuerza, por medio de conmovedoras situaciones melodramáticas de Riley -pelea pública con su ex, discrepancias con su hermana adolescente, dolorosas confesiones a sus padres- una idea que clarifica la inseguridad de su personaje al expresar que nada es certero, ni que nadie puede garantizar que todo vaya a estar bien, mucho menos que seremos buenas personas. En Actual People cerrar una etapa se presenta como algo abrumador. El relato de Zahuar termina siendo un ejercicio de optimismo -uno muy raro, por cierto- donde la familia aparece como el lugar al que siempre se regresa para restablecerse, así sus integrantes no entiendan bien la situación del miembro afectado. Una frase de Riley, al final del filme, deja caer el peso del futuro y la sensación de que cualquier cosa podría pasar: “Después de aprobar el curso final seré una persona adulta, una persona real”. Una idea de la que muchos quieren alejarse para no crecer.