Gestiona tus intereses, una necesidad constante
Gestiona tus intereses, una necesidad constante
Felipe Gutiérrez/CEO Concertum
No existe empresa u organización que no necesite gestionar debidamente sus intereses ante las autoridades públicas que definen el marco normativo y las condiciones de competencia en los que va a operar. Resulta en una desventaja competitiva grave no participar en absoluto en ambos frentes, pues ello implica dejar en manos de las autoridades- elegidas o designadas- el diseño y la definición de todas las reglas de juego “públicas” con las que tendremos que trabajar, con todos los sesgos y paradigmas equivocados que ello puede acarrear y, en paralelo, que sean los competidores, rivales, opositores o usuarios/consumidores, los que copen el proceso constante de influenciar y llevar puntos de vista que terminen definiendo los marcos normativos y las condiciones de competencia. La actividad de transmitir los puntos de vista y posiciones que nuestras empresas tienen respecto de las normas o actos de gobierno o administrativos que las autoridades tienen pensado aplicar o, de hecho aplican, debe ser profesional, legítima y adecuada. Ciertamente no es recomendable esperar una gran crisis de supervivencia o de seria afectación competitiva para recién empezar a tener una presencia con las autoridades competentes. La gestión de intereses debe ser constante y bien sustentada, realizada en los momentos y con los argumentos y apoyos necesarios. Ejemplos de casos en los que la gestión de intereses ha sido descuidada, insuficiente o incluso inexistente, abundan en todas las actividades económicas. La estrategia para una gestión de intereses profesional parte de hacer un mapa de todos los stakeholders públicos que adoptan decisiones que afectan la industria, actividad o negocio en los que la empresa compite, clasificarlos por su grado de influencia y conocer sus perfiles y antecedentes. Se prosigue con un diagnóstico sobre el posicionamiento que nuestra empresa tiene para cada uno de los referidos stakeholders y con la definición del posicionamiento que se desea/necesita tener. El trabajo de gestión de intereses debe perseguir llevar el posicionamiento diagnosticado hacia el deseado a través de acciones concertadas y muy bien fundamentadas.
No hay excusa para mantener un posicionamiento gris o negativo.