Operación Chavín de Huántar: 26 Años Después
No olvidemos que hace 26 años un 22 de abril de 1997, nuestros comandos de la Marina de Guerra del Perú y del Ejército del Perú rescataron a los rehenes secuestrados en la residencia del embajador de Japón, por los terroristas del MRTA. Para mí, es importante escribir sobre la operación de rescate Chavín de Huántar por dos motivos. En primer lugar, como peruano y oficial de Reserva del Ejército del Perú, me siento orgulloso del excelente trabajo realizado por los comandos del Ejército del Perú y por la Marina de Guerra del Perú, de la colaboración de los rehenes, del trabajo de los mineros para poder hacer los túneles, y de todos los actores que tuvieron que ver directa e indirectamente con la operación. En segundo lugar, como investigador en el campo de estrategia, destaco la excelente formulación y ejecución del plan que elaboraron. No olvidemos que los rehenes estuvieron más de 125 días en condiciones inhumanas y las personas que participaron en la Operación Chavín de Huántar vivieron días muy tensos. De hecho, muchos de los comandos que ejecutaron el rescate no sabían si iban a volver a ver a sus hijos. Introducción El 17 de diciembre de 1996, se celebraba el aniversario sesenta y tres del natalicio del emperador del Japón, Akihito, y el embajador Morihita Aoki ofrecía una fiesta a la que asistieron personalidades políticas, diplomáticas, militares y empresariales. El reloj marcaba las 20:15 horas y los invitados esperaban el plato de fondo, cuando se escuchó una explosión que de inmediato llamó la atención de los asistentes. Inicialmente, la distinguida concurrencia pensó que dentro de la Embajada de Japón nada pasaría, así que permanecieron tranquilos. Sin embargo, se dieron con la sorpresa de que individuos con fusiles AKM, y con uniforme oscuro, y pañoletas de colores rojo y blanco, habían tomado por asalto la embajada. Eran 14 terroristas del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) liderados por Cerpa Cartolini, quienes tomaron como rehenes a más de 700 invitados. Finalmente, Cerpa decidió quedarse con 72 rehenes y liberar a los demás (entre los liberados, se encontraban la mamá y la hermana del expresidente Alberto Fujimori). Movimiento Revolucionario Túpac Amaru El Movimiento Revolucionario Túpac Amaru fue fundado en 1982 y su ideología se basaba en la de los movimientos de guerrillas izquierdo latinoamericanas. Sin embargo, el MRTA actuó como un grupo terrorista. Su misión fue sembrar terror e inestabilidad empleando la lucha armada sin cuartel como estrategia. En efecto, el MRTA generó pérdidas de muchas vidas y daños a la sociedad. En 1989, el MRTA secuestró al general FAP Hector Jerí. Ese mismo año, el grupo subversivo tomó la ciudad de Pichanaki y se enfrentó en Los Molinos, Jauja. También, secuestró al Sr. Delgado Parker. En 1990, el MRTA asesinó al general EP Enrique López Albújar y secuestró al Sr. Macedonio de La Torre. En 1991, el MRTA dejó un cochebomba en el Ministerio del Interior e hizo explotar otro, cerca de la Embajada de Estados Unidos, además de haber secuestrado a nueve policías en Rioja. En 1993, secuestraron al empresario Furukawa y a Miyasato. Finalmente, el 17 de diciembre de 1996, el MRTA (14 miembros, encabezados por Cerpa Cartolini) tomaron la Embajada del Japón. Creación del Grupo Elite de Intervención Al día siguiente de la toma de rehenes en la Embajada de Japón, fueron convocados los oficiales y suboficiales que contaban con la especialidad de comando a la hoy conocida como Primera Brigada de Fuerzas Especiales del Ejército del Perú. Los comandos tuvieron que estar acuartelados (sin visita de sus familiares) y estaban prohibidos de compartir información sobre la operación de rescate. A la convocatoria inicial, se le sumaron los infantes de la Marina de Guerra del Perú. El efectivo total fue de 148 comandos (entre el Ejército del Perú y la Marina de Guerra del Perú). Definitivamente, la mejor forma de describir un hecho es mediante la entrevista con los autores de la operación. Por ese motivo, me entreviste vía telefónica con el almirante Giampietri, el general EP (r) Williams Zapata (actual congresista ), el coronel EP Villar Chamorro y el técnico supervisor 2. Aguirre Legua. A continuación, expongo la entrevista que tuve con el general EP Williams Zapata (actual presidente del congreso), oficial que estuvo al mando de la operación Chavín de Huántar: ¿Qué cargo tenía usted cuando sucedió la toma de rehenes en la Embajada del Japón? Yo tenía el grado de coronel y me desempeñaba como jefe del Estado Mayor de la Primera Brigada de Fuerzas Especiales. ¿Cuáles fueron los criterios de selección del personal que integró la Operación Chavín de Huántar? Elegimos oficiales y suboficiales comandos, y se sumaron nuestros Infantes de Marina. No debemos olvidar que nuestros comandos del Ejército del Perú recibieron entramientos especializados en la lucha contraterrorista (técnica de dominación de inmuebles) por sus pares de Israel, y que otro grupo de comandos fue también entrenado contra la lucha antiterrorista en Fort Bragg (Carolina del Norte, Estados Unidos). ¿Cómo estuvo divida la fuerza de intervención? La Fuerza de Intervención se dividió en tres grupos: (a) la Patrulla Tenaz, (b) la inteligencia y (c) la logística. La Patrulla Tenaz se subdividió en cinco subgrupos: (a) equipo de asalto, que a su vez se dividió en el equipo alfa 1, alfa 2, alfa 3 y alfa 4 (encargado del ingreso por la primera planta) y equipo delta 5, delta 6, delta 7 y delta 8 (encardo de la segunda planta); (b) el equipo de francotiradores; (c) el equipo de apoyo; (d) el equipo de seguridad; y (e) el equipo de mando (conformado por el coronel EP Williams, el coronel EP Alatrista y el capitán de Navío Tello. ¿A qué se debió el éxito de la Operación de Rescate Chavín de Huántar? El éxito radicó en las personas que estuvieron relacionadas con la operación. Los 148 comandos, los mineros, los rehenes, todos trabajaron de manera conjunta con una sola visión. ¿Cómo diseñaron el plan de la Operación de Rescate Chavín de Huántar? El acceso a los planos de la residencia facilitó la construcción de la réplica. Inicialmente, en la pista del patio Pachacútec de la Brigada de Fuerzas Especiales del Ejército del Perú, dibujamos los espacios de la residencia. Posteriormente, construimos paredes con triplay. Luego, se construyó una réplica donde practicamos arduamente para, llegado el día, no fallar. El plan sufrió muchas variaciones; sin embargo, el elemento que no cambió fue el humano, que estaba altamente preparado. ¿Cuándo inicio la Operación de Rescate Chavín de Huántar? El viernes 18 de abril de 1997 recibí la llamada del comandante general de la Primera Brigada de Fuerzas con la orden, que venía del entonces presidente Alberto Fujimori, para realizar la operación. No podíamos perder más tiempo, ya que cada minuto era decisivo para la vida de los rehenes. ¿Cómo fue el día de la Operación de Rescate Chavín de Huántar? Nosotros trabajamos de manera coordinada con el almirante Giampietri. Sabíamos que el objetivo principal del MRTA era el canciller Francisco Tudela, y que su plan era usarlo para poder negociar con el gobierno si algo salía mal. El expresidente dio la orden de intervenir y nosotros esperamos el momento óptimo. Eran las 15:23 horas del 22/04/1997, detonamos los explosivos y las cargas (debajo del patio de la embajada), y los comandos comenzaron a ingresar por los patios para rápidamente tomar su ubicación. Algunos colocaron las brechas en las paredes para que exploten y que los comandos puedan ingresar al recinto. El grupo alfa ingresó por el primer nivel, y el grupo delta, por el segundo. Quiero destacar que nuestros hermanos comandos Juan Valer Sandoval y Raúl Jiménez Chávez dieron sus vidas por la patria; recuerdo su vocación de servicio y entrega. Por el lado civil, falleció el magistrado Giusti. Finalmente, Diego, quiero felicitar a todas las personas que participaron en la Operación de Rescate Chavín de Huántar. El éxito fue resultado del trabajo en equipo y todos fuimos fundamentales para poder alcanzar los objetivos. A continuación, expongo la conversación que tuve con el almirante Giampietri (A.G), quien fue el fundador de la Fuerza de Operaciones Especiales de la Marina de Guerra del Perú. Él estuvo de rehén en la embajada y tuvo un rol estratégico para el éxito de la operación. A.G: Mi misión fue la de ayudar a los comandos para que tuviesen idea de cómo estaban organizados los del MRTA. Todo militar que cae preso en manos enemigas tiene la obligación de escapar. Recuerdo que un coronel, Fernández, escondió un beeper en sus partes íntimas. El gobierno puso música horrible y a un volumen intolerable para distraer a los terroristas. Los del MRTA salían a las 6 a. m. a cantar su himno, y el Gobierno respondía con música a todo volumen. Hasta ahora, cuando voy a una fiesta, me alejo del ruido. La inteligencia introdujo los micrófonos escondidos para poder comunicarse con nosotros. Algunos de los terroristas eran de Pichanaqui (Chanchamayo) y se parecían bastante, porque estaban pelados. Eso nos dificultó ponerles nombres y poderlos identificar, ya que eran muy parecidos. El 07 de febrero, sin respuesta, la inteligencia nos estaba escuchando, pero no me enviaron ningún mensaje; sin embargo, ellos no dejaron escapar ningún detalle. En uno de los mensajes, yo les dije: “si están escuchando, mañana tóquenme la cucaracha (canción)”. Era una cumbia muy agresiva y no la típica canción. Los del MRTA tenían audífonos y escuchaban la radio Victoria y el mensaje de esta radio era que nos sacrifiquen. Introdujeron un micrófono en la funda de la guitarra que me entregaron… recuerdo que mi esposa me mandó una dedicatoria junto a esa guitarra que introdujo la Cruz Roja. Te comento, Diego, que tuvimos, de manera interna, dos planes de fuga. Sospechamos que un japonés nos delató, ya que nos aperturó un juicio. Descubrimos que el área del embajador estaba blindada y los terroristas jamás se dieron cuenta. Dentro de esta área, había pistolas y granadas. De la nada, los del MRTA ingresaron a esta área y se quedaron con todo, por lo que hasta hoy pensamos que alguien nos delató. Luego, le mandé un mensaje dramático a los de inteligencia: “O nos sacan o nos vamos como sea: la situación no da para más”. Luego, me respondieron y me dijeron: “No se apure, que ya llega el día D”. Los del segundo piso eran los ángeles; los del MRTA eran los chanchos; los jóvenes eran los lechones. De esta manera, evitábamos cualquier filtración. Mi última misión fue meter a todos a sus habitaciones y recién comunicarles sobre el rescate, porque nadie supo nada hasta poco antes de la operación. La frase que yo tenía que decir era “Mari está enferma”. Con esto, aseguraba que todos los rehenes se encontraran en sus cuartos. Diego, la operación tuvo éxito porque trabajamos con Dios (comandos, rehenes y mineros), y porque la información que dimos fue oportuna. A continuación, expongo la entrevista que tuve con el Técnico Supervisor Segundo Aguirre Legua, quien perteneció al grupo de asalto alfa: TS2 Aguirre: Recuerdo la operación como si fuese ayer. Fuimos llamados a Ancón, donde se encuentra la Base de la Infantería de Marina, para posteriormente integrarnos con los comandos del Ejército del Perú en la Brigada de Fuerzas Especiales del Ejército del Perú. Toda mi vida me había preparado para algo similar. Mi vocación es fuerte y mi amor a la patria crece cada día más. Recuerdo que nos dieron un área exclusiva cerca de la escuela de comandos para poder dormir y casi no tuvimos contacto con nuestras familias. Además, no podíamos comentarle a nadie sobre la operación. El éxito radicó en la sorpresa y, por eso, tuvimos que ser muy cautelosos. Recuerdo que la primera vez dibujamos con tizas en el suelo del patio Pachacútec la embajada y algunos planes iniciales; sin embargo, luego, ya pasamos a entrenar en la réplica. El reentrenamiento fue duro; ensayamos día y noche, ya que la operación podía darse a cualquier hora y no había posibilidad de error. Agradezco a todas las personas que confiaron en mí, ya que yo estaba dispuesto a entregar mi vida por mi patria. No voy a negar que, en el momento de la operación, sentimos miedo, ya que no sabíamos si volveríamos, pero el amor a la patria y nuestra formación nos motivó a seguir con la misión. Agradecemos profundamente a todos las personas que participaron en la exitosa Operación Chavín de Huantar. Su valentía y dedicación han sido fundamentales para llevar a cabo esta misión crucial.El legado que dejaron en nuestro país a través de la Operación Chavín de Huantar es verdaderamente significativo e inspirador. Su valentía y compromiso en esta misión histórica continuarán siendo recordados y apreciados por las generaciones venideras.