Bicentenario del Ejército del Perú Republicano
Una Institución al Servicio de Todos los Peruanos
El 18 de agosto se conmemoró el bicentenario del Ejército del Perú Republicano, el cual tiene su origen en la creación de la Legión Peruana del Guardia, el 18 de agosto de 1821, por parte del General don José de San Martín. De aquella fecha a la actualidad, el Ejército del Perú ha sido un ferviente protagonista en los distintos hechos y momentos que han marcado el acontecer nacional. Nuestra historia republicana ha estado escrita por diversos hechos magnánimos, entre ellos, el proceso de la Independencia Nacional, consolidada en Ayacucho, en 1824; los periodos de gestión del Mariscal Ramón Castilla, patrono del Arma de Caballería, etapa que el historiador Jorge Basadre denominó del «Apogeo Republicano», y que culminó con el Combate del 2 de mayo de 1866, en el Callao.
Décadas después, se desató la infausta Guerra del Guano y el Salitre (1879 – 1884). Ante la derrota irrevocable, se erigió en los Andes el último bastión de la resistencia nacional, en la Campaña de la Breña, liderada por el Mariscal Andrés Avelino Cáceres, quien años después (1886), ya como presidente de la República, iniciaría el periodo denominado como “la reconstrucción nacional”. La Guerra con Chile nos dejó profundas cicatrices, pero también nos legó la más vasta galería de héroes peruanos que en la actualidad, además de ser ilustres patronos de nuestros institutos armados, son referentes nacionales de civilidad y patriotismo. La gesta en Arica al mando del Coronel Francisco Bolognesi Cervantes, patrono del Ejército del Perú, aún resuena en la bitácora de nuestra historia, como el más grande ejemplo de juramento de fidelidad a la Bandera.
La llegada del siglo XX significó para el Ejército el inicio de la profesionalización debido a los aportes de la Misión Militar Francesa que, junto con la experiencia de oficiales peruanos, forjaron el proceso de su institucionalización. En el plano nacional, las primeras décadas se caracterizaron por el Oncenio de A. B. Leguía y los actos celebratorios por el Centenario de la Independencia Nacional.La Guerra con el Ecuador de 1941, fue el escenario indicado para demostrar el desarrollo y poderío del Ejército del Perú en defensa de suelo patrio; cuyas acciones dirigidas por el Mariscal Eloy Ureta Montehermoso, permitieron innovar en el arte de la estrategia militar, realizando operaciones militares que nunca antes se habían realizado en el país y en Sudamérica.
En los 50, el gobierno del General Manuel A. Odría Amoretti, otrora Jefe de Estado Mayor en la Campaña del 41, se caracterizó por ser progresista y de arraigo nacional, donde se destacó su gran obra educacional y de seguridad social, así como la relativa recuperación económica y financiera del país.En este periodo se destaca la figura del Coronel Juan Mendoza Rodríguez, ministro de Educación, con el “Plan Mendoza” que contenía la nueva doctrina básica de educación, con los antecedentes de la problemática educativa, las soluciones y los procedimientos para su realización, tomando en cuenta las particularidades regionales, sus aspectos humanos, geoeconómicos, industriales y financieros.En la década de los ochenta y mediados de los noventa, nuestro país vivió momentos aciagos y de violencia generalizada sin precedentes a raíz de la irrupción de las organizaciones terroristas de Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru – MRTA.
La pacificación en el campo militar fue un proceso dinámico, permanente y exigido desde sus inicios e involucró a militares, que, junto con los comités de autodefensa, pudieron articular esfuerzos para enfrentar a un enemigo en común. No fue una guerra entre dos grupos opuestos, de ideologías distintas. Fue una guerra de la sociedad peruana contra las organizaciones terroristas. En medio de la pacificación nacional, en defensa de suelo patrio, se produjeron dos conflictos externos contra el Ecuador. El primero en 1981, conflicto del Falso Paquisha, y el segundo, en 1995, conflicto del Alto Cenepa. En Falso Paquisha, el Ejército del Perú, mejor equipado y entrenado que su par ecuatoriano, logró recuperar en poco tiempo el control de los territorios ocupados.
Pero en el Alto Cenepa, el contexto fue diferente. Un ejército ecuatoriano mejor preparado tras su derrota en el 81, resultó un gran desafío para la experiencia, el valor y la moral del soldado peruano que, a pesar de los contratiempos logísticos y las desventajas geográficas, logró expulsar al invasor y, tras la firma de paz en Itamaraty (Brasil), cerrar definitivamente el capítulo de delimitación fronteriza con el Ecuador.En el siglo XXI, el Ejército del Perú, ante las nuevas amenazas y desafíos, como el cambio climático, los desastres naturales y las pandemias, se ha convertido en un elemento fundamental para socorrer y atender a la población, colaborando a su vez con el desarrollo del país sin descuidar la defensa íntegra del territorio patrio.
En el contexto de pandemia, el soldado se encuentra batallando en la primera línea contra la COVID-19 desde el primer día que el Gobierno decretó el Estado de Emergencia Nacional, dando cumplimiento a las medidas establecidas con el fin de combatir la propagación del coronavirus. El Ejército nació con la patria y, a 200 años de creación institucional, se erige como una entidad tutelar en el fortalecimiento de la identidad y el desarrollo nacional. Es por ello que cada uno de sus soldados llevan consigo el compromiso de servir a la nación aun en los momentos más adversos, pues saben que la mayor retribución es la satisfacción del deber cumplido, tal como lo legaron los insignes héroes nacionales.
Autor: Crl.EP Fernando Uribe