Creatividad Estratégica
Hoy en día, debemos ser creativos para lograr mejores resultados en el ámbito empresarial, personal y académico. El Foro Económico Mundial destacó que la creatividad será clave para competir contra la inteligencia artificial en la fuerza laboral del futuro. Si bien muchas personas piensan que esta habilidad no puede ser enseñada, investigaciones científicas concluyen que el ser humano sí es capaz de desarrollar la creatividad. De acuerdo con el enfoque del psicólogo Edward de Bono, debemos usar el pensamiento lateral; este se enfoca en dar soluciones creativas a los problemas que enfrentamos y en pensar fuera de la caja.
Figura 1.
Recuperado de https://www.google.com.pe/search?q=creatividad&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=2ahUKEwjfj-Kv__vsAhWVGbkGHQCiA34Q_AUoAXoECDQQAw&biw=1280&bih=629#imgrc=iPs7XZe4BYUgmM
En este sentido, quiero invitarlos a entender los beneficios, la definición y la evolución de la producción científica de la creatividad.
La creatividad es una variable que se relaciona con la competitividad de las organizaciones (públicas y privadas). De hecho, el término de creatividad se asocia con el mundo de los negocios desde la década de los 70, cuando el investigador Oerter concluyó que la creatividad representa las condiciones que influyen en la creación de nuevos productos que constituyen la mejora de la sociedad. Asimismo, la evidencia científica muestra que los equipos con mayores puntuaciones en las pruebas de creatividad logran más éxito en su desempeño organizacional (Oldham & Cummings, 1996; Bobic, Davis, & Cunningham, 1999). Si analizamos la creatividad desde el ámbito del emprendimiento, podemos apreciar que es un rasgo característico del éxito empresarial (Tu & Yang, 2013; Ludvig et al., 2016). La creatividad individual es la base de la creatividad y de la innovación organizacional; además, existe una fuerte correlación entre la creatividad, la supervivencia y la rentabilidad de los negocios (Shalley & Gillson, 2004).
De acuerdo con Alves, Marques, Saur y Marques (2007), la creatividad integra lo siguiente: (a) los rasgos de personalidad que facilitan la generación de ideas, (b) la generación de nuevas ideas, (c) los resultados del proceso creativo, y (d) la generación de entornos favorables. La habilidad de detectar oportunidad, proveer soluciones, crear nuevos productos y relacionarlas con ideas definen la creatividad (Torrance, 1962). Así, la creatividad es la habilidad de encontrar sinergia entre las ideas que antes no estaban relacionadas y que ahora se manifiestan mediante nuevos esquemas, experiencias o productos (Vernon, Hocking, & Tyler, 2016). Por su parte, Guilford (1971) definió que la creatividad es la capacidad para generar alternativas desde una información dada, enfatizando la cantidad, variedad y relevancia de los resultados.
Figura2.
Recuperado de https://www.google.com.pe/search?q=creatividad&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=2ahUKEwjfj-Kv__vsAhWVGbkGHQCiA34Q_AUoAXoECDQQAw&biw=1280&bih=629#imgrc=HVDPA7eV9nySuM&imgdii=6LIzpZAtqgjgMM
A continuación, presento información complementaria para que el lector incremente su conocimiento respecto a esta variable:
Estados Unidos es el país que más publicaciones de creatividad en revistas indizadas presenta y también es el país que más citaciones tiene. Por otro lado, los autores que más han publicado sobre esta variable son los dos: (a) Zhou, con 26 publicaciones y más de 3247 citaciones, y (b) Munford, con 20 publicaciones y más de 554 citas. Si el lector desea acceder a las revistas que se encuentran indizadas en las bases de datos Scopus y WoS, puede consultar las siguientes: (a) Journal of Marketing, (b) Econométrica, y (c) Academy of Management Journal. Finalmente, las palabras que guardan mayor relación con creatividad son estas cuatro: (a) innovación, (b) desempeño, (c) conocimiento y (d) gestión.
Referencias
Alves, J., Marques, M., Saur, I., & Marques, P. (2007). Creativity and innovation through multidisciplinary and multisectoral cooperation. Creativity and Innovation Management, 16, 27–34. https://doi.org/10.1111/j.1467-8691.2007.00417.x
Bobic, M., Davis, E., & Cunningham, R. (1999). The Kirton adaptation-innovation inventory. Review of Public Personnel Administration, 19, 18–30. https://doi.org/10.1177/0734371X9901900204
Guilford, J. (1967). Creativity: Yesterday, today and tomorrow. The Journal of Creative Behavior, 1(1), 3–14. https://doi.org/10.1002/j.2162-6057.1967.tb00002.x
Ludvig, A., Tahvanainen, V., Dickson, A., Evard, C., Kurttila, M., Cosovic, M., … Gerhard, W. (2016). The practice of entrepreneurship in the non-wood forest products sector: Support for innovation on private Forest land. Forest Policy and Economics, 66, 31–37. https://doi.org/10.1016/j.forpol.2016.02.007
Oldham, G., & Cummings, A. (1996). Employee creativity: Personal and contextual factors at work. Academy of Management Journal, 39(3), 607–634. https://doi.org/10.5465/256657
Shalley, C., & Gilson, L. (2004). What leaders need to know: A review of social and contextual factors that can foster or hinder creativity. The Leadership Quarterly, 15, 33–53. https://doi.org/10.1016/j.leaqua.2003.12.004
Torrance, E. (1962). Guiding creative talent. Englewood Cliffs. New Jersey: Prentice-Hall.
Tu, C., & Yang, S. (2013). The role of entrepreneurial creativity in entrepreneurial processes. International Journal of Innovation, Management and Technology, 4(2), 286–289. https://doi.org/ 10.7763/IJIMT.2013.V4.408
Vernon, D., Hocking, I., & Tyler, T. (2016). An evidence-based review of creative problem solving tools, a practitioner’s resource. Human Resource Development Review, 15(2), 230–259. https://doi.org/10.1177/1534484316641512