¿Qué es un modelo económico?
Imagine usted una maqueta de un edificio que se va a construir. Observamos cómo se verá el edificio y sus aspectos generales, pero no vemos las cañerías, los cables de electricidad, etc. Supongamos ahora que quiere realizar un viaje de Tumbes a Huancayo. Tiene un plano para no perderse. Lo que no ve en el modelo son los detalles, como los restaurantes que hay en el camino, ni aquellas partes en los que la pista está en mal estado. Ahora piense en un equipo de futbol que enfrenta un partido importante. El entrenador tiene varias opciones para “parar” al equipo: 4-3-3, 3-5-2, etc. En los tres ejemplos se trata de modelos, pues, por un lado, simplifican la realidad y, por otro, proveen los lineamientos generales sin muchos detalles.
¿Qué pasaría si se construye el edificio, pero se hace mal el cableado? ¿Significa eso que tiene que derrumbar el edificio para hacer una nueva maqueta y construirlo otra vez? No, solo tendrá que arreglar el cableado. Tampoco va a descartar el plano de su viaje porque no aparecen los huecos en la carretera. Si la formación inicial de la selección peruana no funciona, pues se hacen los ajustes, que pueden ocurrir con los mismos jugadores o con los cambios que permite el reglamento. La clave está en los detalles de la implementación. El modelo puede ser el adecuado, pero no funciona porque los jugadores no hacen su tarea.
Igual pasa con la economía. Nadie duda de que todos los modelos se pueden mejorar. La disyuntiva hoy es la siguiente: ¿derrumbamos toda la economía para construirla otra vez o corregimos lo que está mal? El primer camino es la solución radical que, por ejemplo, se aplicó en Venezuela desde 1998; el segundo es reformar lo que está mal.
Los modelos económicos tienen cimientos e implicancias. Los cimientos son dos: la estabilidad monetaria y el manejo responsable de las finanzas públicas. Esto último es clave. Manejar los ingresos y gastos del gobierno es igual a cómo usted lo hace. Trata de hacer todo lo posible para que los gastos se ajusten a los ingresos. Los que no lo hacen y gastan mucho por encima de los ingresos y mantienen este comportamiento de manera indefinida entran en problemas. Ser responsable es evitarlos.
Los cimientos son una parte, pues sobre ellos construimos la casa. Si el edificio que queremos construir no tiene buenos cimientos, no tiene sentido hacerlo. Por eso, los cimientos tienen que quedarse al margen de lo que haga después. El gran problema ha sido que se ha intentado aplicar en un contexto de altos niveles de corrupción y baja calidad de gasto del Estado. Eso hay que corregirlo, pues los modelos económicos tienen dos componentes: mercado y Estado.
¿Cuánto dinero se ha desviado en las últimas décadas por corrupción? ¿Cuántas veces hemos visto en las que por ahorrar se usan cables no adecuados y se producen incendios que hacen mucho daño? Perú tiene buenos cimientos. El problema es que no se han reflejado en el bienestar de todos. Y eso hay que corregirlo a través de reformas. Considero que destruir la maqueta o decir que no sirve, porque el constructor fue un corrupto o porque no pensó en que sin un buen sistema de cañerías no llegaría agua a todos, es un error.