¿Por qué necesitamos los debates?
En economía, como en la vida, no todo son buenas intenciones. Los recursos, que no solo son dinero, no alcanzan para hacer todo lo que quisiéramos. Nos pasa a todos, incluidos los gobiernos. Así como en el ámbito familiar priorizamos en qué gastar y cómo gastar, lo mismo pasa con los gobiernos. No podemos hacer todo al mismo tiempo. Esto viene al hecho que los candidatos hacen promesas y los fanáticos, de ambos lados, aplauden. Sin embargo, planteo algunas preguntas que todos debemos hacernos ante cada ofrecimiento.
Primero, ¿de dónde saldrá el dinero? ¿Nos vamos a endeudar? Algo es claro: el dinero no crece en los árboles. Cuando cualquiera de nosotros requiere dinero para conseguir algo, puede usar ahorros, endeudarse, vender algo, etc. Esta idea se resume en la siguiente expresión: nadie puede gastar por encima de sus ingresos de manera indefinida. Eso lo entendemos todos. Uno podría decir, pero le voy a quitar a unos para darles a otros. En ese caso, la pregunta es: ¿cuánto le puedes quitar? ¿Alcanza para lo que estás proponiendo? Quiero ver los números.
Segundo, ¿cómo lo vas a hacer? ¿Quién se va a encargar? El asunto no essolo de más dinero sino de gastar mejor. Volvamos al ámbito familiar. ¿Cuántos ejemplos tenemos de usar más dinero en determinado objetivo sin alcanzarlo? Entonces, pregunta a los candidatos, ¿cuál es el impacto esperado de la propuesta? Si se trata de educación, el impacto de mide por la mejora de la calidad de la educación recibida por los estudiantes y no por el mayor sueldo a los maestros, ni por la cantidad de colegios construidos. No podemos confundir medios con fines.
Tercero, ¿en qué vas a usar el dinero y por qué? Gastar más en educación y salud está bien; pero, es muy genérico. Exactamente, ¿en qué vas a gastar más? ¿Por qué esa opción es mejor que otra en términos del impacto generado? No pensemos solo en los insumos, sino en la calidad del producto resultante. El dinero es un insumo. No es el fin.
Cuarto, ¿es viable hacerlo respetando la democracia y la constitución? En una democracia existen reglas; no se puede patear el tablero. Quien gane no será quien decida todo de manera unilateral. Existe un congreso. Será viable si respeta el arreglo constitucional que tenemos y si se quiere cambiarla, pues en la constitución se especifican los caminos posibles.
Estas cuatro ideas nos llevan a la importancia de los equipos técnicos, pues quien preside un país no puede saberlo todo. No hay por qué ocultar al equipo. Hay que debatir ante la ciudadanía, de modo que luego, cada uno decida lo que crea es mejor.
Las decisiones se toman con información; sin ella, estamos en el limbo y decidiendo sin mayor criterio que lo que creemos, es decir, las buenas intenciones; pero de ellas, está lleno el mundo.