Incertidumbre
Dos cosas van quedando claras. Primero, mientras no se detenga el crecimiento de los contagios, no se podrá recuperar la economía de manera sostenible. El 1 de julio comenzó a abrirse la economía. El 28 de agosto se declaró cuarentena estricta en cuatro regiones y 46 provincias. Imagínese un emprendedor de algunas de esas regiones y/o provincias que el 1 de julio, fecha en la que comenzó a abrirse la economía, invirtió lo poco que le quedaba. Pues ahora ha cerrado otra vez. Segundo, el mundo no será un lugar seguro hasta que llegue la vacuna. La incertidumbre será la marca registrada de la economía mundial por varios años. Debemos aprender a convivir con el virus; será la nueva normalidad.
¿Qué más se puede hacer con la economía en estas circunstancias? La causa de la crisis económica que estamos viviendo son las medidas implementadas para evitar una propagación mayor de los contagios. Algunos señalan que debería abrirse la economía, otros que no y un tercer grupo señala que por partes. Pueden acelerarse los créditos a MYPEs, la inversión pública, etc. El factor clave es la reactivación de la inversión privada (grande, mediana, pequeña y micro). Este año mantendremos la estabilidad monetaria (inflación entre 1% y 3%), pero no el déficit fiscal que llegará a 11% del PBI. Esto es comprensible debido al mayor gasto del gobierno para enfrentar la pandemia. Inclusive el proyecto de presupuesto contempla un aumento de la deuda en 2021.
El escenario es inédito por varias razones: en primer lugar, involucra a todo el mundo al mismo tiempo, a pesar que varios países asiáticos ya se están recuperando (China creció 3.2% en el segundo trimestre); economías europeas caerán cifras cercanas a la caída esperada de Perú (entre 13% y 15%).
En segundo lugar, no tenemos contra qué comparar. El mundo no sufre una pandemia de esta magnitud desde la gripe española de 1918. Las crisis de 1933 y 2008 fueron financieras. Las autoridades económicas ahora responden de la misma manera que en 2008, la que a su vez se inspiró en la gran depresión de 1933. Inyección de liquidez, mayor gasto público y alivios tributarios parece ser el único camino.
Lo que sabemos hasta hoy es que la crisis de 2008 queda como una hormiga si la comparamos contra el elefante que enfrentamos hoy. Por lo tanto, la recesión de 2020 no tiene precedentes en los últimos cien años. Seamos realistas y esto no es una crítica a nadie. 2020 ya está jugado.
Debemos ser más humildes. Resulta que ahora todos saben si debemos o no mantener el encierro de los domingos. También todos saben lo que el MEF o el MINSA pueden y deben hacer. ¿Piensan que si cambiamos a todos los ministros, se detendrían los contagios? ¿Realmente lo saben? ¿Cómo? Aparecerán muchos candidatos populistas diciendo tener la solución. Hoy nadie la tiene así que sugiero no dejarse llevar por remedios que suelen terminar siendo peores que la enfermedad. Mantener sólidos los fundamentos de la economía es otro elemento que determinará una rápida recuperación, una vez que los contagios comiencen a disminuir. Ahora más que nunca es más lo que no sabemos que lo que sabemos.