Crisis económica, sanitaria y política
Tenemos nuevo gabinete dirigido por un general retirado, y ratificados la mayoría de los ministros, incluido el ministro de educación, que, en opinión de muchos, fue la manzana de la discordia. ¿Seguirá el conflicto entre el ejecutivo y el legislativo? Por el bien del Perú, espero que no. La verdad es que nunca sabremos las verdaderas motivaciones, aunque muchos señalan diversas hipótesis, que llevaron al congreso a negar el voto de confianza al gabinete Cateriano.
Está claro que no será posible reactivar la economía sin detener los contagios. Desde el 1 de julio comenzó la apertura de la economía. En abril se proyectó que la economía estaría abierta en un 95% en diciembre. Ahora será en agosto. ¿Qué cambió? La única opción es que la economía ya no daba más; no podía seguir cerrada. El riesgo era un aumento en los contagios; de ubicarnos entre 3000 y 4000 nuevos casos diarios, ahora estamos encima de 6000. En esas circunstancias se pronunció el mensaje presidencial y luego la presentación de Cateriano en el congreso.
Los mensajes suelen ser una larga lista de logros del presidente de turno. Ocurre todos los años. Son aburridos. Este tenía que ser distinto por las urgencias del país, tanto en salud como en economía. Si luego de más de 135 días de aislamiento, estamos entre los 10 países con mayor número de contagios y entre las 5 economías que más caerán en el mundo, lo menos que se esperaba era una autocrítica. No la escuché de ninguno de los dos. Si esto era suficiente para negar el voto de confianza, es otra pregunta.
Tanto el mensaje del 28 de julio, como el de Cateriano ante el congreso debieron centrarse en solo una pregunta: ¿cómo compatibilizar el aumento en el número de contagios con la reactivación económica? Nada más. Todo lo demás, en estas circunstancias era secundario. Ninguno de los dos discursos lo hizo. Error de estrategia. Por otro lado, el congreso también se equivocó. Asumió la actitud de criticar sin proponer. Siempre he creído que si no propones nada, no critiques. Entonces consulto: señores congresistas: ¿qué proponen ustedes para reactivar y contener al mismo tiempo? Si no pueden responder a esa pregunta entonces no debieron negar el voto de confianza a menos que sus intereses sean otros. Errores de ambos lados hicieron explotar la crisis política.
Desde mi punto de vista, la reactivación económica se originará con un aumento de la inversión, tanto pública como privada. No hay otra. Ambas han caído en junio. Mientras tanto, la población no tiene empleo, siguen los problemas con el oxígeno, la ausencia de camas UCI, etc. No entiendo la limitada lectura de la realidad por parte del ejecutivo y del congreso.
Los mensajes deben ser cortos, simples y claros. Y cada bancada debe tener un vocero que habla por la misma. Y nada más. ¿O acaso no son bancadas, sino 130 personas que piensan distinto?
Ahora, con el gabinete Martos, tendremos que esperar 30 días para el voto de confianza. Y nos podemos estancar. Entonces, la negación a Cateriano, sin siquiera haber visto algunos resultados iniciales y la obsesión por la cabeza del ministro de educación, dan que pensar.
Lo peor de todo, es que ambas partes creen tener razón y ninguno cede. Solo el Perú pierde. ¿Cuándo tendremos una clase política a la altura?