¿Recuperación económica?
Los problemas con la economía se originaron por los impactos de las medidas, sin duda necesarias, de contención del COVID-19. Mientras los contagios no se contengan, es difícil acelerar la reactivación económica, pues la causa de la crisis económica es justamente la propagación del virus. A mayor lentitud en la contención de los contagios, mayor demora en la recuperación. Salud y economía son dos caras de la misma moneda.
En segundo lugar, asistimos a un escenario inédito por varias razones: en primer lugar, involucra a todo el mundo al mismo tiempo; en segundo lugar, no conocemos, para saber qué hacer o al menos tener una mejor idea, al enemigo ni a la magnitud de los impactos; en tercer lugar, no tenemos contra qué comparar. Estas características no estuvieron presentes en la crisis financiera de 2008. Las autoridades económicas ahora responden de la misma manera que en 2008, la que a su vez se inspiró en la gran depresión de 1933. Inyección de liquidez, mayor gasto público y alivios tributarios parece ser el único camino.
Lo que sabemos hasta hoy es que la crisis de 2008 queda como una hormiga si la comparamos contra el elefante que enfrentamos hoy. Por lo tanto, este 2020 se esperan caídas de la producción (recesión) sin precedentes en los últimos cien años. Seamos realistas y esto no es una crítica a nadie. 2020 ya está jugado y no habrá creación de empleo. ¿Cómo podrían las empresas (de cualquier tamaño) pagar a sus trabajadores si no tienen ingresos porque están cerradas o abiertas a media máquina? Los programas del gobierno aunque bien orientados van muy lento. Inclusive cuando las empresas abran, lo harán con mucho temor y tratarán de funcionar a los costos más bajos posibles y los protocolos exigirán producir a un 50% de la capacidad. Enfrentamos la mayor recesión en tiempos de paz.
Perú será el país con la mayor cantidad de días en cuarentena (107 en total). Es cierto que sin ella los resultados en términos de contagiados y fallecidos hubieran sido peores. Sin embargo, algo no está funcionando, pues a pesar de la medida, los contagios siguen subiendo. No soy experto en el tema, pero veo los números.
Por eso hay que plantear opciones. Lentamente se está llegando a la salida sugerida en este espacio: un rescate masivo de la economía. A todos. Si está rota la cadena de pagos, pues hay que reemplazarla con inyección de liquidez. Aquí no se trata de ideologías. Enfrentar a un enemigo desconocido implica cometer errores y corregir luego, de eso se trata. Las trabas burocráticas no pueden ser razones para la lentitud de Reactiva Perú y FAE MYPE. Los protocolos son necesarios, pero también deben ser realistas.
Las ideas del MEF-BCR están bien encaminadas. Me parece que una de las grandes dificultades es la ausencia de una base de datos sobre quiénes son y dónde están los informales. Son la mayoría de trabajadores (más del 70% del total). Además, no sabemos cuánto durará esta pandemia y sus medidas de contención, aunque Asia y Europa pueden servirnos para ver la evolución de la misma; tampoco sabemos cómo será 2021 que además es año electoral. Aparecerán muchos candidatos populistas diciendo tener la solución. Hoy nadie la tiene así que sugiero no dejarse llevar por remedios que suelen terminar siendo peores que la enfermedad. Mantener sólidos los fundamentos de la economía es otro elemento que determinará una rápida recuperación, una vez que los contagios comiencen a disminuir.
El mundo dejará de ser un lugar seguro hasta que llegue el día en que se encuentre la vacuna. Mientras tanto, tendremos incertidumbre para rato. Lo único claro es que habrá recesión este año. 2021 tal vez también o un crecimiento muy leve. No es ser pesimista. Es solo leer los datos que tenemos. Y no podemos vivir arrojando liquidez a la economía. Ahora más que nunca es más lo que no sabemos que lo que sabemos.