Sobre el aumento del salario mínimo
Todos quisiéramos que nos aumenten nuestros sueldos (la denominación genérica es salarios). Sin embargo, la pregunta es la siguiente: ¿de qué depende el aumento? En general de dos factores: por un lado, la inflación acumulada desde la última subida y por otro, de las variaciones en la productividad. Hace unos días se propuso que el Consejo Nacional del Trabajo vería el tema del aumento del salario mínimo para comienzos del siguiente año. Veamos.
En primer lugar, para estudiar el tema se necesita tener una visión global del mercado de trabajo. Por ejemplo, la población económicamente activa (PEA) está compuesta por 17 millones de personas; de ellas, solo alrededor de 250,000 ganan el salario mínimo, ahora en 930 soles.
En segundo lugar, el 75% de la PEA trabaja en el sector informal, es decir, obtiene un salario mensual largamente por debajo del salario mínimo.
En tercer lugar, si el objetivo es formalizar la economía no hay duda que un mayor salario mínimo solo alentará la informalidad, pues para una empresa formal será imposible sostener el aumento en costos.
En cuarto lugar y con el objetivo de aclarar los términos, cuando se hace alusión al empresario, por alguna razón, una gran proporción de ciudadanos piensa en el gerente de la minera o de una enorme tienda por departamentos. Error. Es empresario aquel ciudadano que tiene una pequeña bodega, una fotocopiadora o u alguien que vende verduras en un mercado. Imagínense que fueran formales y que por ley tienen que elevar el salario mínimo; tengo mis dudas que puedan soportar el aumento en costos. Más aun, las empresas grandes sí podrían manejarlo sin problemas, pero no las pequeñas, que concentran las tres cuartas partes del empleo en el Perú.
En quinto lugar, no tengo ninguna duda que la mayoría de sueldos en el Perú son bajos con relación a lo que se puede comprar. El punto es que para que sean más altos, se necesita elevar la productividad. Ser más productivo significa producir más con la misma cantidad de recursos. Y ello no depende solo del trabajador, sino también de otras variables como la infraestructura. Un ejemplo lo aclara. Suponga que usted trabaja en una empresa de mensajería y tiene que llevar un documento de Villa el Salvador al Callao. Por un problema de tráfico, se demoraría no menos de 2 horas de ida y otras dos de vuelta. En cualquier ciudad con transporte público de calidad, ese mismo recorrido puede hacerse en media hora. Eso hace la diferencia de productividad.
Además, para ser más productivo se requiere de una mejor educación y salud previa al trabajo Todos sabemos que la educación y salud públicas son de muy mala calidad. No se puede elevar la productividad en esas circunstancias.
En sexto lugar, el cálculo debe ser técnico y no político. Se requiere ver todo en conjunto. Productividad, inflación, rendimiento futuro del trabajador y capacitación para el trabajo, entre muchas más, actúan como variables claves.
Finalmente, si las empresas pequeñas son las que más empleo generan, pues se hace necesario analizar al menos por qué la mayoría son informales y como consecuencia pagan un salario muy por debajo del actual salario mínimo.
Por esas siete razones se necesita una reforma laboral. Es urgente. Mejoremos la calidad de vida de todos.