Desaceleración económica mundial en 2019
La economía mundial creció 3.7% en 2018. Existe consenso en una cifra menor para 2019. Tal vez podría fluctuar en torno de 3.4%. Una de las principales alertas es el crecimiento del comercio mundial, que en 2018 habría sido muy cercano a cero y sería negativo en 2019. La pregunta es por qué. Veamos.
En primer lugar, la guerra comercial entre los Estados Unidos y China, que parece que no le tomamos la dimensión. Ambas economías son las más grandes del mundo; juntas producen cerca del 36% de lo que todo el mundo produce. El problema no solo ese, sino que el principal mercado de destino de las exportaciones de los Estados Unidos es China y se redujeron casi en 37% en 2018.
De manera análoga, el mercado más importante para China es Estados Unidos y sus exportaciones habrían caído 5% el año pasado. ¿Cómo explicar que Estados Unidos aun crece? Por la reducción de impuestos y el aumento del gasto público; el problema es que genera un déficit fiscal que hay que enfrentar. No es una situación sostenible. A pesar de ello, se esperaría que la FED (banco central de los Estados Unidos) continúe con su proceso de normalización monetaria, es decir, elevaciones de su tasa de interés, medidas que encarecen el crédito internacional con efectos similares sobre la tasa de interés local.
Por el lado de China, está clara la desaceleración. Casi 7% de crecimiento en 2017, 6.6% en 2018 y posiblemente 6.2% en 2019. Perú exporta a China el 25% del total de lo que le vende al mundo, en particular metales. Es posible que veamos una caída en los precios de los metales, con el consecuente impacto sobre nuestras exportaciones. No olvidemos que el cobre representa una cifra cercana al 45% del total que exportamos.
El tercer motor de la economía mundial es Europa. Creció 2.4% en 2017, 1.8% en 2018 y la cifra esperada para 2019 es 1.4%. En general existe incertidumbre entre los inversionistas debido a la casi segura salida de Angela Merkel del mando de Alemania, la salida de Reino Unido de la Unión Europea no a través de un acuerdo gradual como lo propuso su primera ministra, Teresa May, sino de manera brusca el 29 de marzo, fecha límite. A esto habría que sumarle la ya confirmada recesión en Italia debido al exceso de deuda.
La historia económica del Perú muestra que cada vez que la economía mundial se ha desacelerado, la economía ha seguido el mismo camino. Dicho de otro modo, el entorno económico externo desfavorable desafiará la capacidad de imaginación para implementar políticas públicas que amortigüen la situación económica externa.