¿Se desacelera la economía peruana?
La economía peruana creció 5.4% en el segundo trimestre y 2.4% en el tercer trimestre de 2018 y la tendencia es a cerrar el año en algo menos de 3.8%, por debajo de las expectativas de los analistas. ¿Qué factores han determinado el quiebre de la tendencia? ¿Es un hecho temporal o se mantendrá en 2019?
El factor determinante es el cambio en el entorno económico externo. Las señales son las siguientes: en primer lugar, la economía mundial ha entrado a un proceso de desaceleración, entre otras razones, debido a los resultados que muestra la economía china, muy por debajo de los esperados. China crece cada vez menos. En segundo lugar, la guerra comercial entre Estados Unidos y China. El aumento del proteccionismo disminuye el crecimiento económico. El principal mercado de China es Estados Unidos; como consecuencia del aumento de aranceles estadounidenses a los productos chinos, cada vez es más caro que los consumidores estadounidenses los compren; entonces resulta esperable que China disminuya el ritmo de aumento de la producción. La respuesta china subiendo los aranceles a los productos estadounidenses genera el mismo efecto para los Estados Unidos. La clave está en tener claro que ambos producen casi el 35% de la producción mundial. Si ambos se desaceleran, es esperable que la economía mundial siga la misma trayectoria.
En segundo lugar, los aumentos de la tasa de interés de la reserva federal (banco central de los Estados Unidos), encarecen cada vez más el costo de los préstamos a nivel internacional. Y ello ha tenido un efecto sobre las tasas de interés en el Perú. La elevación del costo del crédito hace más caro invertir y con ello se ralentiza el crecimiento económico.
En tercer lugar, la alta volatilidad de la bolsa de valores de los Estados Unidos. En las últimas semanas ha caído bruscamente, luego de una corrección similar en marzo de este mismo año. Ello hace pensar que reventó una burbuja o simplemente que la turbulencia financiera está haciendo huir a los inversionistas de la bolsa. Un hecho estilizado de la historia económica mundial es la correlación existente entre la caída de la bolsa de valores de Nueva York y la elevación del precio del dólar en otros países.
Lo que sucede es que la turbulencia financiera mundial hace más volátiles a la bolsa, los precios de los metales, petróleo, etc. La respuesta natural es una elevación de la aversión al riesgo por parte de los fondos de inversión y se genera una huida hacia los activos refugio, que en este caso es el dólar. Y ello explica la presión hacia el dólar en la mayoría de economías del mundo.
La pregunta es si la combinación descrita es solo temporal o no. Aunque es difícil aventurar una respuesta, parece que durará más tiempo de lo esperado. En línea con esa idea, el panorama para 2019 tampoco es muy alentador. Podríamos esperar que 2019 sea como 2018 en el Perú.
Por si esto fuera poco, debemos agregar la turbulencia política con los juicios por corrupción que seguro serán pan de todos los días en los siguientes meses. Desde luego que eso daña el comportamiento económico, pues se genera una postergación de decisiones que, en un ambiente más tranquilo, no hubiera ocurrido. La resolución de los problemas en el poder judicial es crucial pues es el único que puede garantizar la estabilidad de las reglas de juego así como el respeto a los contratos. Sin ello, será muy difícil que despierte la inversión privada, principal motor del crecimiento económico peruano.