¿Hacia una próxima crisis financiera mundial?
En 2008 estalló la primera crisis financiera mundial del siglo XXI. Al estallido de la burbuja inmobiliaria de agosto de 2007 siguió la quiebra del banco de inversión Lehman Brothers en setiembre de 2008 y con ella, un pánico financiero mundial. El resultado fue un cuasi colapso del sistema financiero mundial que se manifestó en una recesión sincronizada en 2009.
La historia financiera muestra que las soluciones o mecanismos de salida de una crisis financiera son claves, pues no se puede sembrar en los mismos las semillas de una nueva crisis. Hay que saber cómo salir de una crisis. Recordemos que la crisis de 2008 fue una crisis de sobreendeudamiento, más allá de los detalles, que se reflejó en burbujas inmobiliarias en varios países, como Estados Unidos, Reino Unido, España e Irlanda del Norte.
El problema actual es que el sobreendeudamiento no solo se ha mantenido, sino que ha aumentado en las economías avanzadas. Los datos de deuda que van desde 1880 hasta 2017 muestran que el pico más alto de deuda se alcanzó en 1947; en 2017 ya estamos en el segundo pico y con tendencia hacia el alza. El tema es que un problema de deuda, que originó la crisis anterior, se ha solucionado con más deuda. Y eso no tiene sentido.
La manifestación más visible son las correcciones o caídas bruscas en la bolsa de valores de Nueva York y en los precios de los metales, entre ellos el cobre. La idea es que el nuevo endeudamiento se ha usado para especular con acciones y metales y ya se estarían produciendo los colapsos en sus precios. Por esa razón, podríamos esperar una recesión económica estadounidense y europea en 2019 o 2020. Roubini, economista de la Universidad de Nueva York, que anunció la crisis de 2008 un par de años antes que ocurra, ahora señala que la siguiente crisis financiera mundial será en 2020; pronostica una recesión más severa que la de 2009, pues los gobiernos no tienen el mismo equipamiento para enfrentarla, en comparación al que tenían hace diez años atrás.
El tema de fondo pasa por responder a la siguiente pregunta: ¿Cómo se va a enfrentar el exceso de endeudamiento? El contexto mundial, que incluye a la guerra comercial iniciada por los Estados Unidos, el Brexit y la tendencia al proteccionismo, así como la elevación de las tasas de interés de los Estados Unidos, son nubes en el horizonte.
Es cierto que los economistas no somos muy acertados cuando hacemos proyecciones; sin embargo, los mismos síntomas previos a la crisis que estalló en 2008 se observan ahora. Y eso, al menos, debería preocuparnos.