La guerra comercial entre Estados Unidos y China
Las guerras comerciales son episodios en los que uno o más países elevan sus barreras al libre comercio frente a otros y luego estos responden con medidas similares. Desde el 6 de julio Estados Unidos aplicó un arancel de 25 % a más de 600 productos que provienen de China y que representan aproximadamente 34 mil millones de dólares. En respuesta China también aplicó aranceles a 500 productos, entre ellos agrícolas, que representan el mismo valor y que provienen de los Estados Unidos. La guerra comercial estalló. Desde los años treinta del siglo pasado, Estados Unidos había sido el defensor del libre comercio mundial. Con las medidas de Trump, esa situación ha cambiado.
¿Cuál es el objetivo de Trump? Pues proteger a la industria estadounidense de la competencia de las importaciones. Sin embargo, ¿es así? Aunque existen diferentes puntos de vista sobre los pros y contras del libre comercio, pongamos un ejemplo. El aumento de los aranceles al acero y al aluminio desde luego que protege a los trabajadores de las empresas que producen esos bienes dentro de los Estados Unidos. Sin embargo, esa no es toda la historia. Otras industrias que necesitan el acero y el aluminio, digamos la automotriz, ahora importarán más caros esos insumos y por lo tanto subirán los precios de los automóviles y otros bienes. Las empresas producirán menos y con ello habrá un despido masivo de trabajadores en esas empresas. Nótese que la gran mayoría de los productos (cerca del 95%) a los que la administración Trump colocó aranceles son bienes de capital e intermedios producidos en China, es decir, insumos para la producción. No es difícil intuir que quien termina pagando el aumento en el arancel es el consumidor final a través de un mayor precio. Un arancel de 25% sobe cualquier insumo se traslada casi en la misma proporción al bien de consumo final.
Desde luego que el impacto sobre el crecimiento económico mundial será significativo; la economía mundial crecerá menos pues las empresas producen para vender y si venden menos como consecuencia de los mayores aranceles a los insumos, pues producirán menos. Al ser más caro producir, los bienes suben de precio y eso retrae la producción. Eso explica por qué afectará a países como Perú. Si China produce menos, entonces demanda menos cobre y otras materias primas y con ello el precio de nuestro principal producto de exportación se reduce. En simple, menor comercio mundial por los mayores aranceles, entonces menor crecimiento económico; no solo se afecta Perú, sino también aquellos países que le venden insumos a China, quien ahora producirá menos. Pensemos así: ¿Para qué producir más si voy a vender menos como consecuencia de los aumentos de precios debido al arancel? Entonces no es verdad que los únicos afectados serán Estados Unidos y China, sino el resto de países también.
El tema es complicado, pues en el fondo lo que está en cuestión es todo el sistema diseñado luego de la segunda guerra mundial. No sabemos cómo terminará. Y esa incertidumbre le hace daño a la economía mundial.