¿Puede ocurrir una nueva crisis financiera?
En 2008 estalló la primera crisis financiera internacional del siglo XXI, tras el estallido de la burbuja inmobiliaria en los Estados Unidos. Luego se extendió a Europa. A partir de 2011 la economía mundial entró en una fase de desaceleración que se habría superado a partir de fines de 2016. Hoy estamos en una nueva etapa de crecimiento mundial.
En la historia económica mundial varios de los períodos de fuerte crecimiento ocurrieron al mismo tiempo que burbujas especulativas en activos como viviendas, metales, acciones, etc. Antes de 2008, las economías avanzadas se encontraban en una situación de exceso de endeudamiento. Gran parte de ese dinero de deuda sirvió para sostener el crecimiento de la economía mundial, pero al mismo tiempo aparecieron burbujas, en especial, en las viviendas. Un crecimiento financiado con deuda es muy peligroso.
Las burbujas aparecen cuando las personas se endeudan con el sistema financiero y compran, digamos una vivienda, pero no para vivir en ella, sino para “hacer negocio”; esperan que suba de precio y la venden más caro. Un ejemplo. Supongamos que compra una casa en 100 con un préstamo bancario; espera que suba a 120, la vende en 120, le devuelve los 100 al banco y ganó 20. Lo que está haciendo es especular, pues la idea es comprar barato para vender caro. Sin embargo, llega un momento en que el precio sube tanto que poco a poco, los inversionistas se dan cuenta que no tiene sentido. Entonces todos comienzan a vender y los precios caen. La burbuja explotó. La gente se queda con la deuda y con una casa que cada día vale menos.
Volvamos a la actualidad. Los metales están volviendo a subir, para muchos como resultado de una etapa en la que la economía mundial ha vuelto a crecer. Eso se ve en los números. Lo que no se dice es que la deuda externa de la gran mayoría de países del mundo está creciendo. Un dato: en 2007 la deuda externa global era 207% del PBI, mientras que en diciembre de 2017 llegó a 250%. La economía mundial se ha recuperado de una crisis de exceso de endeudamiento, endeudándose más.
Si esto es así, ¿no existe la posibilidad de nuevas burbujas? China es el principal comprador de cobre del mundo. Si la demanda china por cobre aumenta, entonces su precio sube, algo que conviene a economías como la peruana. Sin embargo, si vemos las importaciones chinas de concentrado de cobre, se mantiene constantes desde 2016. Entonces, ¿por qué sube el precio? Una posibilidad que no podemos descartar es la especulación con metales. Si la economía mundial y la deuda global están creciendo, pero China mantiene el mismo nivel de importaciones de cobre, entonces es posible que la mayor deuda se esté dirigiendo a comprar y especular con el cobre. Un argumento similar funciona para la evolución de la bolsa de valores de Nueva York, que ya tuvo una corrección fuerte en marzo de este año.
Ante la duda, el mensaje es muy simple: las economías deben bajar sus niveles de deuda. De lo contrario el riesgo de un evento similar al de 2008 cada vez es más probable, pues crecer con exceso de endeudamiento es una mala receta.