¿Demasiadas Papas?
En las últimas semanas, lo que comenzó como un paro agrario, escaló a proporciones preocupantes. ¿Cuál es exactamente el origen del problema? La caída del precio de la papa en chacra. Los productores del tubérculo, en respuesta a que consideran que el precio es injusto, iniciaron un paro, que incluyó bloqueo de carreteras y por ende perjuicios a terceros que no tenían nada que ver con el problema. El objetivo inicial era un precio más alto.
Cualquier persona entiende que si se produce y ofrece demasiado de un producto, sea de primera necesidad o no, su precio caerá, a menos que la demanda se eleve en una proporción similar. A primera vista, la solución parece simple: produce menos, deja que el precio se eleve y problema solucionado. Más aún, si el gobierno decidió comprar el exceso para que el precio no se reduzca.
Sin embargo, en economía siempre debemos analizar no solo lo que se ve, sino lo que no se ve. En primer lugar, la medida tomada por el gobierno, no solo no es solución, sino que genera un precedente preocupante, pues de ahora en adelante, cualquier productor que vea caer su precio, presionará por lo mismo. En segundo lugar, los líderes de los agricultores sostienen que la razón de la caída del precio es la importación de papas fritas precocidas. Eso es falso, pues del total de la oferta de papas, las importaciones solo representan el 0.7% del total, lo que lo hace irrelevante. En tercer lugar, un problema puntual, que comenzó con el precio de la papa, escaló hasta el pedido de un cambio en la constitución, es decir, un tema que ya parece más político que de otro tipo.
¿Cuáles son las soluciones? En primer lugar, la agricultura peruana está dividida en minifundios, que son espacios pequeños de producción. La alternativa es unir a los agricultores, de modo de alcanzar la escala suficiente para exportar papa. Algunos señalan que lo impiden las restricciones fitosanitarias en los mercados de destino. Entonces trabajemos en eso. Lo mismo se puede decir de lo siguiente: ¿por qué, aunque sea una cantidad menor, algunos establecimientos optan por comprar la para prefrita importada de Holanda? La respuesta otra vez es simple: porque consideran que esa papa se ajusta mejor a sus necesidades. Lo que puede hacerse es analizar esa demanda y que los productores de papa, igualen o mejoren esa oferta. El comprador tiene todo el derecho a elegir qué papa considera mejor. Lo que tiene que estar claro es que en una economía basada en el mercado, estemos o no de acuerdo, se produce lo que los consumidores demandan. Esto incluye que algunos dejen de producir papa y opten por algún cultivo alternativo. Si soy un agricultor y veo que el precio de lo que siembro está en caída, pues paso a producir otro bien. Note el lector que no estoy aludiendo a la bajísima productividad de la agricultura tradicional peruana.
En segundo lugar, el ministerio de agricultura debe brindar información de la demanda por papa, de manera que los agricultores, también organizados y no dispersos, dispongan de elevaciones de la oferta y en algunos casos de restricción de la misma; la oferta se debe ajustar a la demanda y no al revés. No puede volver a ocurrir que todos siembren y cosechen al mismo tiempo, pues mientras ello ocurra, la sobreproducción se mantendrá y el precio caerá. Es el resultado del funcionamiento del mercado.
No caigamos en medidas populistas, pues no funcionan, ni otorgan una solución sostenible de largo plazo. Al final, mientras la productividad no se eleve, no llegaremos a nada. Para eso se necesita una política agraria y voluntad de dialogar entre todas las partes involucradas.