La economía es multidisciplinaria
¿Por qué los economistas cada vez logramos explicar menos lo que pasa para luego encontrar justificaciones a nuestros errores? No es un fenómeno nuevo, pero se ha acentuado en las últimas décadas. Más allá de la ideología que cada uno tenga, lo concreto es que cada vez acertamos menos, no solo en lo que se debería hacer, sino en las proyecciones que hacemos. Para colmo, salvo honrosas excepciones, todos creemos saber qué es lo que debería hacer el gobierno ante tal o cual situación. Se ha perdido la humildad. Veamos dos razones, que pudiendo estar equivocadas, buscan apuntar a la pregunta planteada.
En primer lugar, la economía es una ciencia social; como tal, necesita de las demás ciencias sociales para poder explicar la realidad. Veamos. La economía no funciona en un vacío, sino en una realidad concreta, que incluye aspectos políticos, culturales, sociológicos e institucionales, entre muchos más; además ese contexto cambia con frecuencia. Por lo tanto, si en cualquier estudio económico no se toma en cuenta ese entorno, es muy poco lo que se puede explicar. Coloquemos un ejemplo. Si las autoridades de un país no tienen la capacidad de gestionar recursos, entonces de nada sirve que un economista recomiende tal o cual medida, pues tendrá problemas de implementación.
Otro; si un gobierno no es capaz de explicar en términos simples lo que pretende hacer, no logrará el apoyo de nadie (salvo de aquellos que lo entiendan). Admito que es casi imposible incorporar todos los aspectos que pueden determinar el éxito o fracaso de una medida económica. Sin embargo, creo que se ha perdido el balance. En las últimas décadas el uso excesivo de modelos matemáticos ha generado que perdamos el norte. Ojo, que menciono el uso “excesivo”, no el uso en sí mismo. Y eso se refleja en los planes de estudio de las carreras de economía; cada vez más temas abstractos y menos análisis de la realidad. El esfuerzo debe orientarse en conectar con la realidad y para lograrlo es fundamental incorporar cursos más profundos de ciencia política, geopolítica, historia, sociología, psicología, etc.
En segundo lugar, se piensa que la economía sirve para predecir. Error. En economía se proyecta, lo que significa asumir ciertos comportamientos de las demás variables involucradas. Por ejemplo, ante la pregunta sobre el precio del dólar en dos meses, ¿qué se debería responder? Pues algo así: si China se mantiene creciendo al ritmo actual, la Reserva Federal no sube sus tasas de interés y la población retoma la confianza en sus gobernantes, entonces el tipo de cambio tendrá determinado comportamiento. En consecuencia, no es una adivinanza, sino que la proyección dependerá del cumplimiento de los supuestos de partida. Si uno de ellos falla, entonces la proyección estará equivocada.
Se sigue que cuanto más comprendamos la realidad a estudiar, mejores supuestos colocaremos y por ende, mejores conclusiones obtendremos. Y para conocer mejor la realidad se necesita de las demás ciencias sociales. Comprender el funcionamiento de cualquier economía supone una visión multidisciplinaria con un alto grado de apertura de pensamiento. De lo contrario será muy difícil avanzar en la comprensión de qué funciona y qué no. A pesar que creamos que sí sabemos.