Fútbol y Economía: una analogía
El fútbol sirve para entender algunos aspectos de la economía. Veamos. Durante el primer año de las clasificatorias a Rusia 2018, los resultados de la selección peruana de fútbol no eran buenos y estábamos en los últimos lugares de la tabla. Casi nadie esperaba lograr, al menos el quinto puesto. A partir de cierto momento, comenzaron a darse resultados, como los triunfos ante Paraguay, Bolivia y Ecuador. Los peruanos comenzamos a creer que era posible. Los empates ante Argentina y Colombia terminaron de convencernos. También jugó la suerte a favor, pues nos ayudaron otros resultados, entre otros hechos. El punto es que no esperábamos nada y recibimos el quinto puesto. Repechaje. Estamos felices y contentos.
Vamos a la economía. El 28 de julio del 2016, PPK jura como presidente del Perú. Expectativas muy altas de la población, sintetizadas en la expresión, “presidente y gabinete de lujo”. No sé por qué se pensaba que la economía era un acto de fe o de magia y que bastaba la presencia de PPK para que todo mejorara en muy poco tiempo; sin embargo, eso no ocurrió. No aparecieron resultados concretos para el ciudadano de a pie, como usted o como yo. Muy poco en seguridad ciudadana, casi nada en educación y salud, etc. En síntesis, esperábamos mucho y no recibimos casi nada. O a lo mejor logramos el quinto puesto pero esperábamos el primero.
¿Cuál es la moraleja? En economía las expectativas son determinantes. Pero para que sean favorables, se necesita mostrar resultados concretos y un poco de suerte. Más lo primero que lo segundo. Así como volvimos a creer en la selección, necesitamos hacer lo mismo con la economía.
¿Puede lograrse? Es posible, pues la suerte está comenzando a jugar a favor de nosotros. La economía mundial está mejorando, aunque no sabemos si esto tomará varios años o solo será algo momentáneo. Nuestras exportaciones siguen subiendo y no solo de minerales. Falta entonces que los ciudadanos veamos resultados claros en nuestra vida diaria, considerando que el entorno económico externo nos está dando la oportunidad de jugar el repechaje.
Cifras todavía no oficiales muestran mejoras en la inversión, tanto pública como privada. Al empuje inicial de la economía mundial, pareciera que poco a poco, la confianza empresarial comienza a subir y eso es crucial para aprovechar el impulso externo. Desde luego que esto implica no dispararse al pie, ni hacer cambios equivocados (en analogía con el fútbol). El equipo de Gobierno tiene que funcionar, conectando con la población y asumiendo el liderazgo que corresponde. Resultados concretos y no solo el planteamiento de grandes reformas puede ser la llave, sin que por eso éstas últimas no sean fundamentales. Pero hay que comenzar, los pequeños avances son el primer paso. La seguridad ciudadana, la lucha frontal contra la corrupción y el castigo a los violadores, sin contemplaciones, pueden ser señales de cambio.
Ojalá que ganemos los dos repechajes. En la economía y el fútbol. Nos lo merecemos.