Inversión en el Perú en caída libre
Las últimas cifras muestran que la economía peruana comienza a crecer gracias a las exportaciones, es decir, por un impulso externo. Los precios de los metales están subiendo. Sin embargo, cuando vemos cifras de la inversión el Perú, tanto pública como privada, ambas se mantienen en caída libre. Veamos algunos números. La inversión privada ha tenido el siguiente comportamiento: -6.6% en 2015, -6.3% en 2016 y -1.5% en el primer semestre de 2017. Por su parte, la inversión pública muestra lo siguiente: -5.7% en 2015, 3.1% en 2016 y -10.5% en el primer semestre de 2017. Agregando ambas, la inversión total en la economía peruana cayó -6.4% en 2015, -4.2% en 2016 y -3.8% en el primer semestre de 2017.
La economía peruana crece (produce más) cuando la inversión y/o las exportaciones se elevan. El segundo factor no lo controlamos, pues depende del exterior, pero el primero deberíamos manejarlo, más aún si se encuentra en caída libre. Y así no es posible una reactivación. Como lo he mencionado en otro post, el niño costero y el escándalo Lava jato profundizaron el problema que venía de antes, pues en el cuarto trimestre de 2016, las caídas de inversión privada y pública fueron, -3.5% y -14.6%, respectivamente, antes de ambos eventos que sin lugar a dudas le agregaron más leña al fuego, pero no lo originaron.
El gobierno ha propuesto que el impulso inicial venga por la inversión pública y la idea me parece correcta, aunque insuficiente. Me explico; asumiendo que se tenga éxito en la tarea, algo dudoso debido a los bajos niveles de ejecución del gobierno en todos sus niveles, la inversión pública solo representa el 20% del total de la inversión. Se sigue, que a menos que se “enganche” con la privada, no será posible sostener ninguna reactivación.
¿Dónde nos deja esto? Pues en lo siguiente: si las exportaciones dependen de los mercados internacionales que no controlamos, mientras que la inversión pública representa una fracción muy pequeña del total, solo queda “poner todas las balas” en la inversión privada en todos sus niveles: pequeña, mediana y grande.
¿Y por qué no se mueve la inversión privada? Pensemos. Invertir es arriesgar recursos esperando que exista una demanda por lo que se quiere vender. Una persona pone una librería, esperando que luego le compren lo que va a vender. Si no tuviera esa idea, no lo haría. Lo que está pasando, desde mi punto de vista, es que muchos empresarios, en especial pequeños y medianos, tienen expectativas negativas respecto del futuro. No ven claro el panorama. Entonces la respuesta natural es postergar las decisiones que de otro modo, hubieran tomado. ¿Y por qué tienen esas expectativas? Más allá que sean o no justificadas, es lo que perciben y está en manos del gobierno provocar el cambio. ¿Y por qué en manos del gobierno? Porque es ahí donde observamos indecisiones, contradicciones, idas y venidas, falta de unidad, entre otras y entonces aparecen las dudas. Y si un empresario duda, no invierte.
Cuando ese pensamiento se “viraliza” a través de redes sociales y de conversaciones informales entre amigos, entonces el problema afecta a toda la economía. Usted, estimado lector, sabe que a cualquier reunión que va solo escucha críticas al gobierno. Es un viral. Los fanáticos lo negarán y otros culparán a terceros, pero desde mi modesto punto de vista, el problema está dentro del gobierno. Arreglar ese problema es el primer paso. Comencemos.