¿Cómo reactivar la economía?
El actual gobierno tiene, como uno de sus objetivos, reactivar la economía, luego de un proceso de desaceleración. Antes de emitir juicios de valor respecto de cómo reactivar, es preciso comprender con claridad algunos términos que usan los economistas, pues se puede reactivar por “demanda” y/o por “oferta”. En primer lugar, la demanda tiene dos grandes componentes: la demanda externa (exportaciones) y la demanda interna, que tiene cuatro componentes: el consumo privado, el consumo público, la inversión privada y la inversión pública. Los aumentos en cualquiera de ellos elevan el PBI y por ende reactivan la economía. Por lo tanto, hablar de reactivar abre el abanico de cinco opciones que no son excluyentes entre sí.
Sin embargo, es crucial tener en cuenta los límites de utilizar cualquier combinación de cada una de ellas. Un aumento del consumo público o de la inversión pública está limitado por “lo que el gobierno tiene y puede gastar”. Dentro de la herencia del gobierno previo, destaca un déficit fiscal de 3% del PBI, que impide que la reactivación se haga “desde el gasto público”, pues habría que financiar la diferencia con mayor endeudamiento.
No obstante, existen quienes sostienen que sí se puede reactivar desde el gasto público, pues aluden que el mayor PBI generado aumentaría la recaudación fiscal, por lo que más adelante la brecha se cerraría. De ahí que sea posible bajar el IGV. El problema con esta alternativa es que la vía mencionada efectivamente se cumpla. No hay que olvidar que en un mundo globalizado, el problema de una mayor brecha fiscal deteriora la percepción externa (resumida en lo que se conoce como riesgo país), y ello incidiría en mayores dificultades para atraer capital externo en forma de inversión y/o de deuda. Uno podría preguntarse, ¿por qué atraer capital externo?; la respuesta está en el bajo nivel de ahorro interno del Perú; con los niveles que tiene necesita de capitales externos para poder crecer a tasas mayores que 5% anual, que en última instancia es la única forma, no solo de generar empleo, sino también de lograr los niveles de recaudación tributaria necesarios para implementar las políticas sociales. Eso explica, en parte el viaje a China de PPK en la búsqueda de nuevas inversiones del exterior.
¿Y si reactivamos aumentando las exportaciones? Del total de las exportaciones peruanas, cerca del 80% son tradicionales, dentro de las cuales está minería. Los precios están determinados en los mercados internacionales, por lo que Perú puede hacer poco. Quedan las no tradicionales, como por ejemplo, agroindustria, textiles, joyería y calzado. Ellas requieren de un tipo de cambio más alto, pero con el mundo en desaceleración no es mucho lo que podemos esperar, salvo aquellas que exportamos a Estados Unidos, economía que muestra algunos signos de recuperación. No es el caso de la Eurozona o Japón.
La alternativa es reactivar por inversión privada; la experiencia internacional demuestra que es la única manera de lograr un crecimiento sano y sostenible; pero, ¿cómo hacer para aumentar la inversión privada?. Algunos sostienen que la forma es simplemente esperar y que basta con la confianza que irradia PPK; puede ser cierto pero ello tiene límites. Existen muchos proyectos que hay que destrabar y la pregunta es ¿cómo lo harán? También entra en juego otra variable: el marco tributario, que debe ser estable y predecible para disminuir la incertidumbre; por eso no se puede variar el impuesto a la renta, pues altera los flujos de caja proyectados de las empresas y desincentiva la inversión. Nadie invierte si no confía. Por otro, se requiere de financiamiento, es decir, dinero fresco para hacer empresa. Estas dos condiciones no son simples ni rápidas de lograr; más aún en un contexto internacional relativamente adverso. Sin embargo, debe trabajarse en ello, pues no existe país alguno que haya podido crecer de manera sostenible sin aumentar la inversión privada.