¿Por qué la economía peruana está dolarizada?
En el Perú es común que algunas transacciones se hagan en soles y otras en dólares; también lo es el hecho que podamos tener cuentas en los bancos en cualquiera de las dos monedas. Estamos acostumbrados a convivir con dos monedas. ¿Por qué es así si nuestra moneda es el sol?
En primer lugar, el uso de una moneda es un asunto de confianza. Cualquiera de nosotros acepta un billete de diez soles porque sabe que podrá usarlo en otra transacción y también será aceptado. Si no fuera así, nadie estaría dispuesto a aceptar el billete en cuestión. En segundo lugar, el dinero tiene tres funciones: medio de atesoramiento (ahorro), unidad de cuenta (expresar los precios en esa moneda) y medio cambio (usarlo para realizar transacciones). ¿Cumple el sol con las tres funciones hoy? Pues parece que no del todo: muchas personas ahorran en dólares y cuando compran (o venden) lo hacen en dólares. Pregunte por el precio de un auto y estará expresado en dólares ¿Por qué es así?
Para comprenderlo hay que retroceder en la historia. En la década de los ochenta, nuestro país atravesó por un fenómeno denominado hiperinflación que significa, para no entrar en temas técnicos, una enorme inflación. Entre 1985 y 1990, los precios subieron 22 millones por ciento. ¿Qué pasa cuando una economía atraviesa por un período así? Es simple: como los precios suben muy rápido, la moneda nacional (en el caso del Perú era el inti), cada día que pasa puede comprar menos. Entonces, las personas buscan alguna otra moneda “que no pierda valor” y la encontraron en el dólar. Luego, de manera gradual, mientras las personas compraban dólares para reemplazar al inti, el tipo de cambio comenzó a subir, lo que “le daba la razón” a quienes habían comprado dólares; como consecuencia todos se lanzaron a comprar dólares y deshacerse del inti. Con el pasar de los meses, el inti casi no servía para nada, pues había perdido las funciones de cualquier moneda descrita líneas atrás. De ahí que algunos definan a la hiperinflación como la desaparición de la moneda nacional. El inti desapareció y fue reemplazado por nuestra actual moneda, el nuevo sol.
Desde ese entonces, cualquier atisbo de inflación o de aumento en el tipo de cambio, genera que las personas piensen, “el dólar se está disparando” y proceden a comprar dólares con lo que convalidan su predicción inicial, pues las expectativas inciden en el aumento del tipo de cambio. Por lo tanto, la dolarización no oficial[1] que tiene la economía peruana se remonta a los años ochenta y está relacionada al proceso de alta inflación por la cual pasamos.
Pero, si eso ya pasó hace bastante tiempo, ¿por qué no volvemos al nuestra moneda? Porque la confianza se recupera solo de manera muy gradual. La dolarización de los créditos (préstamos bancarios expresados en dólares) se encuentra en 32.4%, muy por debajo del caso 80% existente a inicios de este siglo, pero aún la cifra es alta. Nuestro BCRP lucha para reducir la dolarización y parece lograrlo, pero pregúntese usted mismo, estimado lector, ¿por qué ahorra en dólares?
[1] La dolarización “oficial” implica el reemplazo oficial de la moneda nacional por el dólar, como ocurre en los casos de El Salvador y Ecuador. En nuestro caso respondió y responde a una decisión espontánea de las personas y no a una medida del BCRP.