Perú: Crecimiento Económico en abril 2015
Hace unos días el INEI publicó las cifras de la evolución del PBI en abril. El PBI, que mide el valor de todos los bienes y servicios producidos dentro del país creció en 4.25%. Lo más probable es que se afirme que se trata de un “punto de quiebre” o “que la recuperación comenzó”, etc. Sin embargo vamos por partes.
En primer lugar, 4.52% es un promedio ponderado de la evolución de los diferentes sectores de la economía y está comparado contra abril de 2014. Como cualquier promedio, algunos sectores habrán crecido más y otros menos, por diversas razones. Cuando observamos el detalle, resulta que pesca creció 154.0%, explicado por el inicio de la temporada de pesca de anchoveta. La minería metálica lo hizo en 18.15%, básicamente por la producción de proyectos mineros que comenzaron en 2014: Toromocho y Constancia, entre otros. El otro sector que creció fue manufactura en 6.10%, explicado por el subsector “producción de harina y conservas de pescado” que lo hizo en 185.9%. En síntesis, pesca, minería y la manufactura derivada de pesca, explican el crecimiento de 4.25%.
En segundo lugar, el crecimiento del PBI no significa mayor bienestar en este caso. ¿A cuántos beneficia el crecimiento de pesca y minería? ¿Qué porcentaje de la población “sentirá” el 4.25%? El problema central es pensar que el aumento en el PBI “de manera automática” significa mayor bienestar. La historia económica presenta innumerables ejemplos de países con alto crecimiento económico y muy poco bienestar.
En tercer lugar, veamos algunos otros sectores. Construcción, que genera empleo cayó en -8.57%, agricultura cayó en -5.76%, hidrocarburos disminuyó en -17.11%, explicado por la caída en la producción de gas, algo que sí afecta directamente el bienestar; el consumo interno de cemento disminuyó en -3.8%, etc.
Entonces, aquellos sectores ligados directamente con el bienestar de la población han caído, mientras que pesca, por razones coyunturales y minería por proyectos anteriores, crecieron. Nótese que ambos sectores orientan su producción al exterior, por lo que se puede deducir que aquellos dirigidos al mercado interno están deprimidos. Por lo tanto, no es una reactivación sostenible ni tampoco relacionada con el bienestar. Es solo un número que dice menos de lo que parece.