2012: Una primera evaluación
En general el año 2012 se caracterizó por una mejora en los indicadores económicos peruanos y un deterioro de los externos. Sin embargo, en la medida que la economía peruana es pequeña y abierta al exterior, ¿cómo le puede ir bien y al mundo mal? En primer lugar, definamos qué entendemos por “bien”. Crecimiento alto (6.2%), considerable nivel de reservas (64 mil millones de dólares), inflación dentro de la meta del BCR (2.66%), bajo nivel de deuda pública (20% del PIB), entre otros indicadores. De acuerdo con cifras oficiales, hubo alguna mejoría en lo social, al menos en dos aspectos: la reducción de la pobreza monetaria y de la desigualdad (véase post anterior).
En segundo lugar, ¿qué significa que a la economía mundial le haya ido “mal”? Al menos tres hechos simultáneos; la recesión en Europa, la desaceleración china y el lento crecimiento de Estados Unidos, los tres motores de la economía mundial. Y ello ha impactado sobre América Latina, en particular en el ámbito comercial, pues las exportaciones a la Unión Europea se redujeron en 4.9% y en 0.9% a China. Mientras que las exportaciones de América Latina habían crecido 22.3% en 2011, en 2012 solo lo hicieron en 1.6%.
Un segundo impacto fue la volatilidad del tipo de cambio nominal con tendencia hacia la reducción en varios de ellos como el Perú, lo que generó un aumento de la reservas, pues los bancos centrales compraron dólares para evitar una caída mayor. En diciembre 2006, el BCR tenía 17 275 millones en reservas; ahora tiene 64 mil millones. El problema es que la caída en el tipo de cambio lleva a que el BCR compre dólares y por lo tanto inyecte soles; el resultado son más soles y más dólares que estarían detrás del boom crediticio. En el mismo sentido, un dólar más bajo incentiva las importaciones y reduce la competitividad de las exportaciones, en especial de las no tradicionales. Un tercer impacto ha sido el crecimiento de la bolsa de valores, de solo 5.94%, debido a la incertidumbre externa.
Ciertamente no todo es atribuible al entorno externo, pues el interno también importa; por ejemplo, Argentina, luego de crecer 8.9% en 2011 solo lo hizo en 2.2% en 2012, mientras que Brasil pasó de 7.5% en 2010 a 2.7% en 2011 y 1.2% en 2012. A la inversa, la trayectoria del Perú fueron tasas de crecimiento de 8.8% en 2010, 6.9% en 2011 y 6.2% en 2012.
¿Qué factor sostuvo el crecimiento económico peruano? Sin duda, fue el aumento en la inversión, tanto privada como pública, la primera asociada a un boom crediticio que comienza a preocupar y la segunda al superávit fiscal del año anterior. Mientras que en 2010, la inversión privada aumentó en 22.1%, en 2011 lo hizo 11.7% y en 2012, 14.7%. En los tres años mencionados, la variación de la inversión pública fue 27.3%, -17.8% y 23.4%. Está claro que sin inversión no hay crecimiento. ¿Es suficiente el crecimiento? No, pues faltan reformas en varios sectores; por ejemplo, educación y salud han mantenido los bajos niveles de calidad, es decir, se trata de servicios de baja calidad; sin ellos no hay capital humano que soporte el crecimiento económico futuro.
La inversión en capital humano y la infraestructura rural determinarán el aumento de la competitividad, clave para sostener el crecimiento económico futuro. Sin reformas estructurales, en particular la del Estado, no será posible mantener el crecimiento. Desde mi punto de vista ese objetivo debe estar en el tope de la agenda para 2013.