¿Rescate de España e Italia?
Uno de los principales problemas que enfrentan España e Italia es que mantienen un déficit fiscal financiado con deuda pública externa. El déficit o brecha fiscal aparece cuando un gobierno gasta por encima de sus ingresos. La diferencia la financia con deuda; ¿y cómo lo hace? Emite unos papeles llamados bonos que vende en los mercados, pero a cambio tiene que ofrecer un interés que compense el riesgo asumido por el inversionista.
Ambos países tienen en marcha un programa de ajuste fiscal para
equilibrar las cuentas, basados principalmente en una reducción de
gastos; pero es gradual, de modo que necesitarán endeudarse aunque cada
vez menos, pero endeudarse. En otras palabras, a menos que cierren la
brecha fiscal “de un plumazo”, algo que no tiene viabilidad política ni
social, solo queda seguir endeudándose al mismo tiempo que se van
implementando medidas de austeridad fiscal y la brecha fiscal va
disminuyendo.
Como se ha mencionado, para endeudarse más, lo que los gobiernos hacen
es emitir bonos (deuda) que intentan “venderlos” en los mercados
externos. Los inversionistas piensan así: “Los bonos emitidos por el
gobierno alemán son los más seguros de la eurozona. Si quiero comprar
bonos de otros países, entonces les cobraré más que lo que cobraría por
el bono considerado seguro, es decir, el alemán”. Esa diferencia se
llama prima de riesgo. Lo que ha pasado en las últimas semanas es que
los bonos emitidos por los gobiernos de Italia y España tienen una prima
de riesgo muy alta que además sigue subiendo. A mayor prima de riesgo,
mayor costo de endeudarse. En otras palabras, los inversionistas no
creen en los esfuerzos de ambos para equilibrar la situación fiscal y su
temor se origina en un pensamiento así: “los ajustes fiscales se ven
poco creíbles, entonces prefiero no comprar sus bonos o exigir una tasa
de interés muy alta” Entonces, dado el mayor riesgo de no pago al que
quedarían expuestos, exigen una prima de riesgo alta. En esas
condiciones no se pueden endeudar más.
Ante esa situación, en los últimos días, los líderes de la eurozona,
decidieron actuar. ¿en qué forma? Una acción conjunta entre el Banco
Central Europeo (BCE) y el Fondo de Rescate Europeo (FCE) para comprar
los bonos de los países en problemas para “vender” sus bonos en los
mercados privados; es decir, el FCE y el BCE “reemplazan” a los mercados
privados. Dicho de otro modo, como nadie quiere comprarlos y lo
manifiestan exigiendo una tasa de interés prohibitiva, entonces el BCE y
el FCE actúan como “prestamistas de última instancia”, salvando así a
los gobiernos en problemas, que así reciben la liquidez que cubre sus
déficit fiscales. Por eso se llama “rescate”, pues el sector privado no
desea comprar bonos (prestar) a los gobiernos en problemas o si lo
hacen exigen una tasa de interés prohibitiva. La reacción de las bolsas
fue inmediata; bastó el anuncio de Mario Draghi (gobernador del BCE)
para que la bolsa española inmediatamente mejorara.
Ahora bien, el FCE solo compra deuda si los gobiernos se lo piden,
mientras que el BCE sí podría actuar por iniciativa propia, pues tiene a
su cargo la política monetaria de todo el bloque; de ahí que las
miradas se hayan concentrado en Italia y España, a pesar que España ya
tiene un “rescate” para salvar los bancos privados por cien mil millones
de euros. El primer ministro español, Mariano Rajoy ha señalado que su
gobierno no pedirá el rescate; entonces, ¿cómo calmar a los mercados?
Más aún, mientras que la capacidad de rescate del BCE es infinita, pues
puede emitir euros, el FCE sí tiene límites, dado que se endeuda para
rescatar a otros. Los gobiernos que compran los bonos emitidos por el
FCE son aquellos tienen cómo hacerlo, como Alemania, Holanda y
Finlandia. Sin embargo, los contribuyentes de esos países casa vez están
menos dispuestos, pues el dinero sale de la recaudación tributaria. ¿Y
qué hacen con los bonos comprados el FCE y el BCE? Ambos los mantienen
para recolocarlos cuando las condiciones del mercado privado mejoren.
El caso español es paradigmático; después de aceptar el rescate de la
banca privada se esperaba que la prima de riesgo bajara; es decir, se
pensó que los inversionistas razonarían así: “como los bancos privados
ya están en camino de ser recapitalizados, entonces es posible que el
gobierno coloque más bonos, es decir, se endeude más y podemos cobrarle
menos”; sin embargo, la prima de riesgo mantuvo su tendencia hacia el
alza. En la terminología económicas, “los mercados no le creen a
España”.
En cualquier caso, gobierno que recibe el “rescate” del BCE o el FCE
está condicionado a un ajuste macroeconómico. Igual que América Latina
en la década perdida de los años ochenta. Europa ahora enfrenta un
escenario similar.