La obsesión con el Producto Interno Bruto (PIB)
El Producto Interno Bruto (PIB) es usado como un indicador del “tamaño de una economía”; a mayor valor del PIB, dicen los entendidos, más grande la economía. El objetivo de esta entrega es brindar una visión general de la economía mundial a partir del indicador mencionado; ciertamente un aumento en el PIB no necesariamente implica mejoras en el bienestar por razones que fueron explicadas en una entrega anterior. Sin embargo, en la medida que se usa con frecuencia, es útil como una primera entrada al tema.
Como ha sido comentado, el PIB se expresa en unidades monetarias (por lo
general dólares), pues es el valor de todos los bienes y servicios
finales producidos por una economía en un período de tiempo. Imagínese
el lector el valor de todo lo que produjo el mundo en un año
determinado; el número es tan grande que resulta difícil imaginarse el
significado. La alternativa es ver las tasas de variación de un año a
otro y la proporción que el PIB de algunos países representa del PIB
mundial. ¿Por qué hacer este ejercicio? Porque ahora que están en crisis
las economías “más grandes” los impactos a través de los canales
comerciales son cruciales. Si la eurozona produce menos como
consecuencia de la crisis, afectará las exportaciones de América Latina
hacia esa zona. Lo mismo es válido para los Estados Unidos y China.
China es una especie de fábrica del mundo, cuyos productos son
exportados a Europa y Estados Unidos, usando materias primas que vienen
de América Latina. Si los consumidores de Europa y Estados Unidos están
sobreendeudados y no pueden comprar más pues deben pagar sus deudas,
ello impactará en una desaceleración china y con ello en una menor
demanda por las materias primas que exporta América Latina.
Veamos algunos números referidos al año 2011. El Fondo Monetario
Internacional (FMI) divide a las economías en dos grupos: avanzadas y
emergentes y en desarrollo. El primer grupo está compuesto por 34
economías que incluyen a Estados Unidos, la eurozona (17 países), Japón,
Reino Unido, Canadá y otras 13 economías, como Hong Kong, Corea,
Singapur, Taiwán, Australia, Nueva Zelanda y otras europeas. Las 34
economías en conjunto representaron el 14.9% de la población mundial y
produjeron el 51.1% del PIB mundial. Estados Unidos produjo el 19.1% del
PIB mundial y la eurozona, el 14.3%.
El segundo grupo está compuesto por las economías emergentes y en
desarrollo; son 150 economías que en 2011 produjeron el 48.9% del PIB
mundial con el 85.1% de la población del planeta. En este grupo, destaca
China, con el 14.3% del PIB mundial y 19.6% de la población mundial.
India con 5.7% y 17.6% respectivamente. Mientras tanto, América Latina
produjo 8.7% del PIB mundial, siendo las economías más importantes,
Brasil con el 2.9% y México con 2.1% del total.
Ahora bien, América Latina está compuesta por 20 países; De acuerdo con
información de CEPAL, Brasil representó el 34.3% del PIB regional y
México el 28.8%; en otras palabras, solo dos economías produjeron el
63.1% del total. Perú representó el 3.5%, aumentando su participación
respecto de 2003, año en el que significó el 2.9% del total. Perú es la
séptima economía más grande de la región, después de Brasil, México,
Argentina, Colombia, Venezuela y Chile.
La información presentada muestra que el tamaño de la economía no tiene
una relación tan clara con el área geográfica ni con la población.
Singapur, Taiwán y Hong Kong son economías con territorios pequeños y se
encuentran dentro del grupo de economías avanzadas. Perú es grande en
términos de área, pero pequeño en el PIB como proporción mundial.
Entonces, ¿por qué la obsesión con el PIB? Las principales noticias
económicas están referidas a la evolución del PIB y basta que se espere
una desaceleración del mismo para que las bolsas de valores experimenten
caídas y se desate una preocupación en toda la población. Ciertamente
es mejor que el PIB aumente, pues la mayor producción implica una mayor
recaudación por parte de los gobiernos, y aumentos en el empleo de
algunos sectores. El crecimiento del PIB significa que la torta aumenta,
aunque sus efectos dependerán de cómo se reparte (redistribuye) el
aumento.
Una explicación puede ser la visión demasiado economicista de una
sociedad. Los economistas hacen pronósticos de manera permanente sobre
lo que creen que pasará con el PBI y suelen ajustarlos conforme observan
que no se cumplirán; inclusive los gobiernos lo mencionan con
frecuencia. Los analistas saben que para 2012 se espera que el PIB en
Perú aumente entre 6 y 6.5%, pero ¿acaso saben en cuánto se espera
disminuya la tasa de mortalidad infantil en algún departamento? En el
mismo sentido se tiene información fácil de obtener para revisar los
estimados del crecimiento económico mundial para 2012 (por ejemplo, el
FMI pronostica 3.5%), pero ¿alguien sabe la implicancia de que el número
no sea 3.5% sino 3.4%? ¿alguien sabe cómo se obtiene el número?
Me parece que a los indicadores económicos como el mostrado, deben
agregarse otros con metas específicas, como por ejemplo, reducciones en
la tasa de mortalidad infantil, calidad de la educación pública, número
de médicos por cada mil habitantes, etc. Dicho de otra manera, parece
que algunos han olvidado que la economía es una ciencia social y como
tal es un medio para lograr avances en lo social, fin último de
cualquier estrategia de desarrollo. El crecimiento económico, es decir,
el aumento en el PIB, es solo un medio; el desarrollo, que tiene una
connotación humana es el fin.