Europa en Crisis
La Unión Europea está compuesta por 27 países; de ellos, 17 son parte de la eurozona, que es una unión monetaria pero no fiscal; esto significa lo siguiente: en primer lugar, los países miembros de la eurozona utilizan al euro como moneda común, que reemplaza a la moneda que tenían;1 en segundo lugar, la política monetaria es decidida por el Banco Central Europeo (nivel central), mientras que la política fiscal es diseñada e implementada a nivel de cada país; en otras palabras, los países a nivel individual tienen política fiscal pero no monetaria, pues esta última es implementada por un banco central común a los 17 países miembros. Los 10 países que son parte de la Unión Europea y no de la eurozona tienen política monetaria y fiscal; entre ellos se encuentra Reino Unido.2
En tercer lugar, el Tratado de Maastricht de 1992, estableció los
requisitos que debía cumplir un país para ser miembro de la eurozona,
llamados criterios de convergencia, entre los que destacaban, un
déficit fiscal menor que 3% del PBI y una deuda pública menor que 60%
del PBI, ambos en el año previo a ser admitido.
La crisis europea es noticia desde 2010; toda crisis tiene un período
de gestación y puede ser gatillada por problemas internos o eventos
externos. Lo cierto es que tiene varios elementos: En primer lugar, el
que más destaca y tiene nerviosos a los inversionistas es el problema
de la deuda soberana (ver entrega anterior). A excepción de Finlandia y
Eslovaquia, los restantes 15 países de la eurozona tienen un nivel de
deuda pública mayor que 60% del PBI, que como se ha visto era el
requisito para ser miembro de la unión monetaria. Grecia (160%), Italia
(120%), Portugal (110%) e Irlanda (105%) exceden al 100% del PBI.
Bélgica, (99%), Francia (85%) y Alemania (82%) presentan deudas mayores
que 80% del PBI. Vale la pena mencionar que la inflación en todos los
países está bajo control, lo que demuestra que en el plano monetario,
la eurozona sí ha funcionado; el problema está en el fiscal.
En segundo lugar, el déficit fiscal, es decir, el exceso de gasto
público sobre ingresos públicos medido como proporción del PBI, es 9.1%
en Grecia, 13.1% en Irlanda, 8.5% en España y 4.2% en Portugal.
Ciertamente el déficit fiscal y la deuda pública están relacionados:
los gobiernos se endeudan para cubrir el déficit fiscal, entiéndase
para poder gastar por encima de sus ingresos.
En tercer lugar, el lento crecimiento. Los 17 países de la eurozona, en
promedio, experimentaron una caída en el PBI de -0.3% el cuarto
trimestre de 2011 y 0.0% en primer trimestre de 2012. El crecimiento
económico, entendido como el aumento en el PBI, genera los recursos
para poder pagar la deuda pública a través de la mayor recaudación.
Nótese que si el PBI aumenta, la relación deuda/PBI disminuye, pues el
gobierno tiene mayor capacidad de pago. Más aún, las proyecciones son
negativas, pues en la mayoría de los países se están aplicando
programas de austeridad o reducción en el gasto público para cerrar el
déficit fiscal.
En cuarto lugar, el lento crecimiento se explica en gran parte por un
problema de competitividad, en especial en las economías de la
periferia de la eurozona. En términos relativos, es más caro producir y
por lo tanto competir en los mercados externos. De ahí la insistencia
de varios organismos y países como Alemania, por la implementación de
reformas para aumentar la competitividad. El aumento en costos
laborales en los últimos quince años ha sido mayor en Grecia, España,
Portugal, Irlanda e Italia, con relación a Alemania y Francia.
En quinto lugar, el elemento detonante no ha sido el mismo en todos los
países. Irlanda y España experimentaron un boom crediticio y una
burbuja inmobiliaria entre 2003 y 2008, cuyo colapso determinó una
crisis bancaria. En el caso español se agrava porque los bancos
españoles son acreedores del gobierno, es decir, compraron bonos del
Estado. Por lo tanto, si el gobierno no tiene cómo pagar agrava la
situación de los bancos; de ahí que en España exista una crisis fiscal
y una crisis bancaria. El caso griego amerita un párrafo aparte, pues
el gobierno griego falseó las cifras del déficit fiscal y la deuda; en
2009 el nuevo primer ministro mostró las cifras reales y el pánico fue
solo cuestión de meses. En otros países la crisis financiera de los
Estados Unidos de 2008 sirvió de detonante.
Como consecuencia de la recesión originada por la crisis, los problemas
de desempleo fueron la manifestación social más grave. La tasa de
desempleo en España y Grecia ronda el 25% de la población activa,
mientras que la tasa de desempleo juvenil (entre 18 y 25 años de edad)
gira en torno de 50%.
Quedan claras por lo menos dos conclusiones preliminares; la primera,
es que la eurozona tiene un problema de diseño institucional. A la
unión monetaria debió seguirle la unión fiscal, pero ello está
enfrentando problemas políticos, pues no todos están de acuerdo. En
segundo lugar, la respuesta frente a la crisis ha sido la austeridad
para reducir el déficit fiscal. La larga historia del Estado de
bienestar europeo ve ahora recortado el gasto público y social. El
resultado ha sido el rechazo manifestado en diversas elecciones
presidenciales y parlamentarias en diversos países, como Francia y
Países Bajos. Hoy Europa está dividida entre aquellos que señalan el
recorte de gastos como única opción frente a los que abogan por un
aumento en el mismo como impulsor del crecimiento. Sin embargo, en
cualquier camino, las reformas estructurales son clave.
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1 El 01 de enero de 2002 entró en circulación el euro, tanto en billetes como en monedas.
2 La eurozona fue creada el 1 de enero de 1999 con 11 países: Alemania, Austria, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos y Portugal. Luego entraron Grecia (2001), Eslovenia (2007), Chipre y Malta (2008), Eslovaquia (2009) y Estonia (2011).