¿Y qué es la crisis financiera?
Vayamos por partes. En el 2008, estalló una crisis financiera en los Estados Unidos, que de manera gradual se extendió al resto del mundo. Tres años después, en el 2011, un fenómeno similar está a punto de suceder en varios países de Europa. Aunque no existe un consenso en la definición de crisis financiera, en términos simples es una crisis de sobreendeudamiento, ya sea de las familias, las empresas o los gobiernos. En cualquiera de los tres casos, ocurre cuando no pueden pagar sus deudas y son situaciones que han existido a lo largo de la historia.
Ahora hagamos una analogía con una familia. Si en un mes gasta por encima de los ingresos que obtuvo, puede usar sus ahorros o endeudarse con un banco para cubrir la diferencia. Pero si se terminan sus ahorros y mantiene el mismo nivel de gasto, entonces sólo le quedará pedir más préstamos y llegará un momento en que los bancos ya no querrán prestarle, por su alto nivel de deuda comparada con los ingresos que genera. Entonces, al no poder pagar la deuda, la familia entrará en una crisis financiera. A partir de ese momento, la única solución será gastar menos (es decir, ‘ajustarse’) o que alguien decida prestarle, a pesar del riesgo de que no le pueda pagar.
Si llevamos este ejemplo a un gobierno, ocurre exactamente lo mismo, sólo que el exceso de gastos sobre ingresos se llama déficit fiscal. Al igual que una familia, un gobierno no puede endeudarse de manera indefinida y gastar por encima de sus ingresos. ¿Cuándo el endeudamiento se convierte en sobreendeudamiento? Endeudarse no es malo, pero sobreendeudarse sí, y la capacidad de pago se mide con relación al nivel de ingresos que el gobierno tiene, gracias a su crecimiento económico y a través de la recaudación tributaria.
Un indicador muy usado para medir la capacidad de pago de un gobierno es el cociente deuda pública/PBI. Un porcentaje mayor al 60% en su resultado se considera peligroso y, por eso, fue usado por la eurozona como un requisito para ser parte de la misma.
En noviembre de 2011, la Comisión Europea informó que los números para el año 2011 serán los siguientes:
Irlanda: 108.1%
Grecia: 198.3%
España: 73.8%
Francia: 89.2%
Italia: 120.5%
Portugal: 111%,
Alemania: 81.2%
Como podemos apreciar, todos están por encima del 60%.
En el caso de Perú, es de 20%, y se espera que se reduzca a 17% en el 2012.
El problema europeo es peor todavía, pues Europa tienen altos déficit fiscales y un lento crecimiento. Se espera la eurozona crezca 1.5%, mientras que Perú lo haga cerca de 7%. Los países de la Eurozona deben mucho y no tienen cómo pagar. El Perú debe poco y sí tiene cómo hacerlo: la responsabilidad fiscal rinde frutos. A propósito en los Estados Unidos, el cociente es de 100% y el crecimiento alrededor de 2% para este año. En este aspecto de la economía, entonces, la pregunta es: ¿quién debe imitar a quién?